AGRICULTURA 4.0 Figura 6. Síntomas causados por mildiu en adormidera, mostrando la reducción en el crecimiento de la planta (a) y la clorosis foliar (b) (Fuente: Juan A. Navas Cortés). en más de 7.000 árboles. Posteriormente, se evaluaron modelos predictivos basados en aprendizaje automático y algoritmos linea- les, obteniendo precisiones en la detección de la enfermedad por encima del 80% cuando se combinaron la uorescencia clorofílica, la temperatura de cubierta e índices sensibles a la degradación de pigmentos (resultados en progreso de publicación). Además, se ha detectado que árboles cali cados como asintomáticos en la inspección visual de síntomas a pie de campo y asignados como sin- tomáticos mediante teledetección, desarrollaron síntomas cuatro meses después a una tasa muy superior a la de los árboles asinto- máticos clasi cados como no afectados por Xf . Por lo tanto, se ha demostrado que los cambios en las características funcionales de la planta detectados a partir de las imágenes hiperespectrales y térmicas revelan que la infección por Xf en olivar puede ser iden- ti cada incluso antes de la expresión visual de síntomas, requisito esencial para ayudar al control e ciente de esta enfermedad. Además de probar la e cacia del uso de la teledetección en la detección temprana de enfermedades vasculares, se han desarro- llado metodologías para su aplicación en enfermedades foliares como el Mildiu en adormidera y la Mancha ocre del almendro. La presencia de enfermedades fúngicas foliares es usual en la rutina de los agricultores, presentándose en multitud de cultivos como el Mildiu de la vid y el Repilo del olivo, entre otros, por lo que su control mediante productos químicos preventivos es una practica habitual en cada campaña. La adormidera es un cultivo estratégico para la industria farmacéu- tica porque es la única fuente de mor na, codeína y tebaína. España es el segundo productor mundial de adormidera y, durante los últimos años, los rendimientos de este cultivo han venido disminu- yendo como consecuencia de ataques de Mildiu, una enfermedad causada por el oomiceto biotrofo obligado Peronospora somniferi (anteriormente denominada P. arborescens) (Landa et al., 2005). Esta enfermedad provoca manchas foliares y una reducción en el crecimiento de la planta que se traducen, respectivamente, en una degradación de pigmentos fotosintéticos y en una reducción del área foliar (Figura 6). Desde el año 2002 hasta la actualidad, la incidencia y severidad en los ataques de Mildiu se han incremen- tado de manera notable, a medida que el cultivo se ha extendido desde el sur de España, con temperaturas altas y escasa precipi- tación, a nuevas zonas con temperaturas más frescas y húmedas o se ha incorporado al regadío a n de mejorar el rendimiento de las cosechas. Este hecho supone una grave amenaza para la esta- bilidad y continuidad de este cultivo en España, ya que no existen tratamientos químicos curativos autorizados y/o efectivos para su control. Por lo tanto, el control de esta enfermedad se basa en una estrategia de control integrado que combina medidas culturares y tratamientos con fungicidas preventivos antes de iniciarse las primeras infecciones o tras localizar síntomas tempranos. De este modo, la detección temprana de la infección por este patógeno permitiría evitar la propagación de la enfermedad al resto de plan- tas de la parcela, así como una reducción en el uso de productos tosanitarios. Para ello, se volaron dos parcelas arti cialmente infectadas por P. somniferi con cámaras multiespectral y térmica Figura 7. Distribución espacial de la temperatura de cubierta (Tc-Ta), NDVI y el ratio verde-rojo (R550/R670) en una de las parcelas de adormidera arti cialmente infectadas por Peronospora somniferi (Fuente: Calderón et al., 2014). 45