XYLELLA FASTIDIOSA: ¿Hasta dónde debe llegar la preocupación del productor? El pasado mes de septiembre se detectó en Alicante el tercer foco de Xylella fastidosa, la temida bac- teria que tiene en vilo a olivareros y productores de aceite de oliva. Vieja conocida en el continente ameri- cano, a Europa la enfermedad llegó a través de una infección en Italia hace tres años y ya ha arrasado 40.000 hectáreas de olivos. Han aparecido focos aislados en Francia y Alemania. María José Álvarez En España, la Xylella se manifestó en un cultivo por primera vez en Mallorca en otoño de 2016. En junio llegó a la Península Ibérica. Fue en la provincia de Alicante, en el municipio de Guadalest, después de un muestreo realizado a plantaciones de almendro en la Comunidad Valenciana. Tras este hecho, no tardó en con rmarse un segundo foco muy cercano en el mes de julio. Ocurrió de nuevo en una explotación de almendros de la localidad de Benimantell (Alicante), a una distancia aproximada de un kilómetro del primero. Los árboles afectados en la Comunidad Valenciana no son olivos, sino almendros. Ni en la España peninsular ni en Portugal la Xylella ha afectado hasta ahora al olivar. Sin embargo, en el sector la preocupa- ción y el desconcierto son evidentes. ¿Por qué? Porque es difícil olvidar la imagen de una región entera, la Apulia italiana, cercada con una enfermedad que, cuando se descubrió, había arrasado ya con cerca de un millón de olivos. La Xylella es una bacteria muy dañina para el olivo, una de las 350 especies capaces de portar y desarrollar una enfermedad para la que hasta hoy no se ha descubierto cura. Afecta al xilema de la planta. La as xia y la mata. Se propaga fácilmente a través de un gran número de insectos vectores. La amenaza es evidente, pero ¿hasta dónde debe llegar la inquietud del productor de aceite de oliva? Para Antonio Trapero, catedrático de la Universidad de Córdoba y responsable del departamento de investigación de etiología, epide- miología y control de enfermedades del olivo, sí hay muchos motivos para estar preocupados. Sin embargo, el experto en Xylella huye del alarmismo. “No podemos compararnos con lo que ha pasado en Italia, porque allí se dieron unas características muy especí cas para que la enfermedad se propagase con tanta virulencia”, aclara. En primer lugar, por el tipo de subespecie, la pauca. Ésta subespecie no es nin- guna de las que se ha detectado en España. Es más, las cepas de la Península Ibérica, de la variedad multiplex, pueden transmitirse al olivo aunque no dañan su producción ni le causan síntoma alguno. “Por tanto, la Xylella que afecta al almendro alicantino no sería pro- blema para el olivar, en caso de que se detectara”, apunta Trapero. El clima, señala el experto, es también fundamental para la propa- gación de la bacteria. “Y el frío invernal que afecta a la mayoría de las grandes extensiones de olivar que conocemos no es bene cioso para la bacteria”, matiza. No en vano, hasta ahora la Xylella se ha detectado en zonas costeras o cercanas a la costa de clima más bien cálido. A todo esto se suma el hecho de que no todas las variedades de olivar son tan susceptibles de contagiarse y, a las predominantes en la Península, se les presupone más resistentes. 12<< La detección de Xylella se produjo en la provincia de Alicante, en el muni- cipio de Guadalest, después de un muestreo realizado a plantaciones de almendro en la Comunidad Valenciana. XYLELLA