rráneo (Cordero et al, 1998). Estas especies también son los de la mazorca principal, caña por encima de la mazorca taladros más abundantes en el resto del territorio español principal, mazorcas, hojas y pendón– independientemente (Eizaguirre y Fantinou, 2012). En un primer trabajo se estu- utilizando una escala subjetiva que comprende valores diaron las fluctuaciones de las poblaciones de ambas espe- desde 1, cuando la parte de la planta evaluada está comple- cies en varias localidades gallegas en el período 1990-1996 tamente dañada, hasta 9, cuando está libre de daños. (Cordero et al, 1998). La abundancia de las larvas de ambas En este artículo analizamos los resultados obtenidos en especies, así como la intensidad del daño producido, varían estos últimos años de muestreo, incluyendo en algunos mucho entre años y localidades. Aun así, se pudieron casos datos desde el año 1997 para tener una perspectiva extraer algunas conclusiones generales: el ataque puede de evolución más amplia. / MAÍZ Tabla 1. Porcentaje de plantas dañadas por el ataque de los taladros en el mes de octubre en cuatro localidades de la provincia de Pontevedra. ser generalizado, encontrándose hasta el 100% de las plan- tas dañadas por los taladros, lo que ocurrió en varias loca- lidades y especialmente en los años 1995 y 1996; las Daños producidos por los taladros capturas de adultos de ambas especies, realizadas con trampas de feromonas, nos indicaron la existencia de dos Para analizar el daño producido por los taladros nos centra- generaciones por año, la primera vuela en mayo y la remos en los muestreos de octubre, que es cuando, gene- segunda en julio-agosto; se observan pocas plantas daña- ralmente, ya se ha producido el grueso del ataque de las das por las larvas de la primera generación, pero en larvas de la segunda generación. Es ésta la generación septiembre las larvas de S. nonagrioides y en menor grado importante, ya que los daños producidos por las larvas de las de O. nubilalis colonizan gran parte de las plantas la primera generación –cuando se producen y salvo excep- (Cordero et al 1998). ciones– son escasos y no tienen gran repercusión en la Dada la gran variabilidad, especialmente entre años, que producción final del cultivo. presentaban los ataques decidimos continuar monitori- zando la plaga en parcelas de cuatro localidades de la provincia de Pontevedra: Barrantes –costera y a nivel del mar–, Pontevedra –costera y a 20 m sobre el nivel del mar–, Año Ponte Caldelas –interior y a 250 m sobre el nivel del mar– y Cotobade –interior y a 400 m sobre el nivel del mar–. En cada parcela se siembran 200 m2 de un híbrido de maíz (el mismo en todas las parcelas para evitar interacciones con 1998 el genotipo de la planta). Desde junio hasta noviembre se realizan muestreos mensuales en los que se recogen 50 plantas por parcela; éstas se diseccionan y se anotan las 2000 zonas de la planta dañadas y el número de larvas encontra- das de S. nonagrioides y de O. nubilalis. Esto nos ha permi- tido conocer cómo se distribuyen los daños en la planta y si 2002 pueden coexistir larvas de las dos especies en la misma planta. Este nuevo estudio abarcó el período 1997-2003 y en él pudimos comprobar que los taladros son una plaga 2004 importante en la provincia de Pontevedra, especialmente en la zona costera donde las temperaturas son más suaves; que el daño producido por el taladro mediterráneo fue supe- rior al producido por el europeo, pero este último también fue importante; que ambos taladros pueden coexistir prefi- riendo la parte de la caña situada por debajo de la mazorca principal; que las dos especies tienen dos generaciones por año pero en veranos cálidos puede haber una tercera; y que los adultos capturados se pueden utilizar para estimar el número de generaciones, pero no para predecir los daños que tendrá el cultivo (Velasco et al 2007). En un escenario de cambio climático, estamos interesados en evaluar los cambios que se producen a lo largo del tiempo en la plaga de los taladros. Para ello continuamos con el estudio de la dinámica de las poblaciones de los tala- dros desde 2004 hasta la actualidad. Asimismo, hemos querido conocer la importancia que tiene el daño producido Media por las larvas. Para ello, en cada muestreo valoramos en las plantas dañadas cada parte de la planta –caña por debajo Localidad Interior Localidad Costera 1997 1999 2001 2003 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 400m 18 18 44 18 2 14 30 20 62 72 18 2 14 0 16 0 250m 18 76 76 30 100 36 100 94 100 88 56 40 48 78 48 36 20 m 96 94 92 86 94 96 96 98 100 96 88 60 72 90 90 64 58 84 86 A 0m 42 100 100 70 100 68 100 88 100 100 42 98 56 96 80 28 84 62 79 A Media 44 abc 72 abc 78 abc 51 abc 74 abc 54 abc 82 abc 75 abc 91a 89a 51 abc 50 abc 48 abc 66 abc 59 abc 32c 38bc 45 abc / 23 6 4 12 20 C 20 58 B Las letras se utilizan para indicar la significación entre las comparaciones de medias; dos medias son significativas si no tienen ninguna letra en común.