/ ENTREVISTA guías como una herramienta que facilitase el cumplimiento de las obligaciones de GIP que se establecen en la norma- El último invitado a este complejo universo tiva comunitaria. A modo de corolario se podría decir que el regulatorio es la evaluación comparativa y el seguimiento de las guías asegura el cumplimento de las miedo que tienen muchas empresas a que las obligaciones establecidas en la Directiva, pero el segui- listas de candidatos a la sustitución caigan en En este sentido las guías no iban a ser distintas y por ese fitosanitario de cada cultivo para cada plaga, enfermedad o motivo, desde el Ministerio se impulsó la elaboración de las mala hierba. manos de quienes puedan hacer un uso intere- sado. ¿Qué opinión tiene al respecto? miento de la guía no es obligatorio. El segundo aspecto a tener en cuenta en la fase inicial de elaboración de las guías era determinar quienes iban a ser los destinatarios de las mismas, en este sentido era muy importante definir los actores principales que intervienen en la puesta en marcha de la Gestión Integrada de Plagas en España, los cuales básicamente serían dos: los agricul- tores y los asesores. Una vez definidos los destinatarios el reto consistía en elaborar una guía que permitiera satisfacer las necesidades de ambos. Por un lado se hacía necesario elaborar documentación que permitiera conocer al agricultor, de manera práctica y sencilla, cómo proceder frente a una problemática fitosani- taria común, y atajar los posibles efectos perniciosos que de ella se derivasen. Debiéndose proporcionar al mismo tiempo información suficiente como para que los asesores y los agricultores interesados pudieran conocer los últimos avances técnicos en el ámbito del manejo fitosanitario, no solo en el marco de la lucha química sino también en el de las técnicas alternativas a los productos fitosanitarios. Por estos motivos se elaboraron los cuadros en los que se resu- men las estrategias en materia de Gestión Integrada de Plagas, en los que se incluiría la información de manera más práctica y resumida, y las fichas de plagas, enferme- dades y malas hierbas (incluidas como anexos) destinadas a incluir información más extensa en relación con el manejo La finalidad de la evaluación comparativa es hacer una comparación que permita reemplazar productos que contengan sustancias candidatas a la sustitución por méto- dos y productos de menor riesgo. A la hora de llevarla a cabo hay que tener en cuenta diversos factores, entre otros que la alternativa propuesta no suponga desventajas económi- cas ni prácticas para la agricultura. En este campo, uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos es el de evitar que la lista de sustancias candi- datas a la sustitución sea malinterpretada como una ‘lista negra’ de sustancias activas y, conscientes de ello, se debe trabajar a todos los niveles para fomentar al máximo la transparencia de forma que todo el mundo conozca y sea consciente de que las sustancias incluidas en la lista han sido aceptadas y que por tanto han pasado todos los trámi- tes y evaluaciones que garantizan su seguridad, es decir, son sustancias aprobadas a nivel de la Unión Europea. Lo único que las hace diferentes es que cumplen una serie de condiciones que se enumeran en el punto 4 del Anexo II del Reglamento (CE) 1107/2009 que hacen que si hay otra alter- nativa tengan que ser sustituidas si se cumplen ciertos criterios, pero en caso de no haberla, los productos fitosa- nitarios que las contengan se mantienen tal cual, lo que prueba que no son sustancias peligrosas. 6/