ESPECIAL SECTOR MÉDICO-HOSPITALARIO Riesgos psicosociales • Es posible que la asistencia que necesita el paciente no con- cuerde con la que ofrezca el trabajador. • No hay supervisión: no se supervisa directamente la labor del tra- bajador, que suele actuar solo, a veces tiene que desplazarse por barrios inseguros y en ocasiones ha de hacer frente a situaciones caracterizadas por el consumo de alcohol o drogas, a riñas familiares, a perros peligrosos o a un tráfico denso. Algunos estudios indican que el estrés laboral puede ser mayor que el que se da entre los pro- fesores o los cuidadores de niños, al haber menos control del trabajo y ser menor el estímulo de este. Los trabajadores de la asistencia domiciliaria son los que más bajas por enfermedad se toman (30 días o más por año) y ocupan el segundo lugar por la tasa de absentismo. • El comportamiento peligroso de las personas fuera del hogar: el domicilio del paciente puede estar situado en una zona inse- gura, aislada o con una tasa de delincuencia elevada. En estas zonas puede haber riesgo de agresión. La presencia de bandas, toxicómanos o alcohólicos puede entrañar un mayor grado de riesgo de agresión relacionada con el trabajo. • Miembros de la familia y visitantes (violencia): puede haber violencia contra los cuidadores procedente de los pacientes y, en ocasiones, de familiares y visitantes hostiles que se sien- tan estresados, molestados, frustrados, vulnerables o fuera de control. Es posible que los miembros de la familia adopten una actitud beligerante a causa de su frustración con la enfermedad del paciente o con las medidas asistenciales aplicadas. Principales riesgos laborales emergentes de los profesionales sanitarios A partir de los datos de las respuestas a los cuestionarios de las encuestas del ‘European Survey of Enterprises on New and Emerging Risks’ (Esener) los principales riesgos emergentes de los profesionales sanitarios que cabe esperar en Europa a partir de los cambios contextuales y los riesgos actuales, son los siguientes: equipos, dada la reducción de las inversiones para manteni- miento y reparación, o para la compra de otros nuevos. • El crecimiento de los costes de la asistencia, junto con los recor- tes del gasto público, ha aumentado la presión para la mejora de los servicios prestados, aunque manteniendo un elevado nivel asistencial. • Algunos hospitales han cerrado a causa de la situación eco- nómica, con lo que hay menos camas disponibles en las proximidades de los pacientes. Con la reducción del personal hay que aumentar, por otra parte, la eficiencia del servicio, lo que seguirá representando un factor de presión para los traba- jadores en activo. • Las cargas de trabajo físico siguen suscitando preocupación, debiendo mencionarse entre los factores contribuyentes los siguientes: falta de equipos (como aparatos elevadores) en el hogar o aumento de los cuidados de larga duración en los pacien- tes con enfermedades crónicas, como la obesidad. También la creciente implantación de herramientas informáticas influye en los aspectos físicos. Los equipos móviles entrañan otros peligros ergonómicos. Entre los riesgos emergentes se prevé un aumento a la exposición de agentes químicos relativamente nuevos, como los nanomateriales, con consecuencias para la salud aún desconocidas. El personal sanitario que maneje estos materiales debe adoptar precauciones extraordinarias y además se debe seguir investigando sobre sus posibles efectos. Crédito imagen: Fraunhofer Institute for Toxicology and Experimental Medicine. 71 • • • • • Se prevé un aumento de la exposición a agentes químicos rela- tivamente nuevos, como los nanomateriales, con consecuencias desconocidas para los trabajadores. El personal que maneje estos materiales debe adoptar precauciones extraordinarias y hay que seguir investigando además sobre sus posibles efectos. La exposición a agentes biológicos puede aumentar debido al aumento de los viajes y de la movilidad de los pacientes. Además, es probable que aumente la exposición a agentes (par- tículas procedentes de animales, etc.) en las viviendas, dada la previsión de aumento del número de trabajadores de la asisten- cia domiciliaria. La exposición al ruido y a los riesgos físicos (por ejemplo, a la radiación) ligados al uso de técnicas médicas nuevas (como las Radiaciones Magnéticas) puede aumentar a medida que se desarrollen nuevos equipos. Todo ello puede entrañar nuevos riesgos para los trabajadores y exigir nuevas investigaciones sobre los efectos de la exposición. Otro riesgo de inseguridad puede ser el vinculado a las barreras lingüísticas entre los trabajadores, y entre estos y los pacientes, a consecuencia de la inmigración. La recesión económica puede elevar el riesgo de fallos en los