Bien es cierto que es responsabilidad de las empresas que realizan las reformas el que todos sus trabajadores cuenten con los EPI necesarios (de lo que han de llevar registro). Con todo, los propie- tarios deben, cuando menos, conocer esta realidad y observar el uso continuo de los mismos. Hay equipos de protección individual (EPI) destinados a proteger todas las partes del cuerpo, y otros más especí cos, y en función de la evaluación de riesgos se deben usar unos u otros, por lo que se le ha de exigir a las empresas y a los tra- bajadores que dispongan de ellos y los utilicen, ya que constituye una obligación. La construcción En las reformas de inmuebles, en especial en los trabajos de alba- ñilería, el personal de construcción ha de adoptar especiales precauciones a la hora de abordar los trabajos. Y son distintos los riesgos a prevenir respecto de la integridad de los operarios. Por ejemplo, proteger los ojos y la cara de los profesionales. Los pro- tectores se han de seleccionar en base a las amenazas anticipadas. Las gafas de seguridad y caretas resultan fundamentales en aque- llas operaciones que puedan causar que objetos extraños dañen el rostro o los ojos, por ejemplo, cuando se está cortando, puliendo, clavando, o manipulando sustancias químicas. En cuanto a las manos, es clave que se empleen las protecciones adecuadas para el diferente desempeño que se vaya a acometer: soldaduras, riesgos eléctricos, etc. En relación con la cabeza, aunque aparentemente todos los cascos parecen iguales, existe una gran variedad tanto en los materiales en que están fabricados como en las prestaciones para las que han sido diseñados, utilizables según el escenario de prevención que se quiera contemplar. También son importantes los elementos de protección respiratoria: mascarillas auto ltrantes, semimáscaras, máscaras completas y equipos con aporte de aire, según las situaciones. Y en lo relativo a las protecciones auditivas, destacar el empleo de manera continuada, siempre que sea necesario, de las orejeras o los tapones auditivos. Asimismo, los trabajadores de la construcción pueden utilizar zapa- tos o botas de uso profesional con suelas resistentes a resbalones y perforaciones. El calzado con punta de metal es usado para prevenir que los dedos de los pies queden aplastados cuando se trabaja alrede- dor de equipo pesado u objetos que caen. Trabajos eléctricos Si el operario ha de trabajar con elementos o en equipamientos eléctricos, hay que seguir algunas reglas de oro, como por ejemplo, abrir todas las fuentes de tensión, bloquear los aparatos de corte, veri car la ausencia de tensión, poner a tierra y en cortocircuito todas las posibles fuentes de riesgo, o delimitar o señalizar la zona de trabajo, además de tener especial cuidado en zonas húmedas o moja- das. Ahora bien, como señala Luis Gil, “cuando hablamos de riesgo eléctrico, solemos pensar únicamente en los derivados del paso de corriente a través del cuerpo del trabajador. Sin embargo, el riesgo eléctrico supone un enfoque mucho más amplio que debemos tener en cuenta a la hora de plani car las actividades preventivas. Se han de considerar los casos de electrocución, pero también de quemadu- ras, por ejemplo. No hay que olvidar tampoco la necesidad de evitar una explosión, por una chispa ante la acumulación de cargas elec- troestáticas, y otras amenazas, como pueden ser gases, radiaciones electromagnéticas, etc.”. Labores de fontanería De igual modo, las labores de fontanería en las reformas del hogar implican una serie de riesgos nada desdeñables, que pueden ser de diversos tipos: ergonómicos (posturas forzadas, sobreesfuerzos, etc.), higiénicos (exposición a temperaturas extremas, a fuentes de ruido, a radiaciones no ionizantes, a agentes químicos o biológicos, etc.), o de seguridad (caídas, cortes, golpes, atrapamientos, proyección de frag- mentos o partículas, contactos eléctricos y descargas, etc.). Nueva reglamentación La nueva reglamentación sobre los equipos de protección individual, que entra en vigor el próximo 21 de abril de 2018, sitúa a los usuarios y ciudadanos en el foco de interés al incrementar sus niveles de infor- mación. Un nuevo marco para que, conocedores de la profesionalidad que hay que exigir, se contribuya a velar, entre todos, empresas, tra- bajadores y ciudadanos, por la máxima seguridad laboral.• 127 SEGURIDAD