SEGURIDAD Y SALUD LABORAL EN LOS PUERTOS Manuel Domene. Periodista Ser un trabajador portuario –especialmente en la época de la globalización- supone estar expuesto a riesgos tan variados como severos. Ellos son los primeros en entrar en contacto y descargar millones de toneladas de mercancías que arriban diariamente por barco. Y, así, respirar e uvios de cereales fumigados con pesticidas, petróleo, cemento, cócteles de sustan- cias desconocidas... Los portuarios tienen una esperanza de vida 10 años más corta que la de otros trabajadores, asunto que no es baladí. Este artículo repasa una breve lista de riesgos del colectivo. Cargas pulverulentas Son cargas frecuentes en los puertos las de grano, soja, alimentos para animales, harina de pescado, minerales, carbón y coque, ce- mento, biomasa, superfosfato y otros fertilizan- tes. Durante la manipulación y trasiego, estas cargas pueden liberar grandes cantidades de polvo. En algunos casos (carbón y agregados), control, como: -Restringir la entrada de personal a áreas con- taminadas por polvo. -Usar sistemas de manipulación continuos totalmente encapsulados, que generalmen- te proporcionan un mejor control y deberían usarse siempre que resulten razonablemente efectivos. -Suprimir el polvo con proyección de agua u otros agentes aglomerantes. -Comprobar que todo el material empleado para reducir la exposición al polvo está correc- tamente mantenido. -Diseñar tareas para reducir la cantidad de pol- vo generado. -Proporcionar sistemas de ltración de polvo adecuados a las cabinas de las palas de carga con las que se trabaja con las sustancias pol- vorientas. -Proporcionar equipo de protección respirato- ria, que debe ser adecuado a su cometido, co- rrectamente mantenido y compatible con otros EPIs que se puedan utilizar simultáneamente. -Desarrollar una actividad permanente de vigi- lancia de la salud. Mercancías peligrosas y fumigación Sobre este particular, la publicación “Seguri- dad y Salud en los Puertos”, editada por la OIT, advierte que “las actividades de carácter es- pecial relacionadas con mercancías peligrosas pueden ser fuente de peligros para la salud”. Por este motivo recomienda: -Extremar las medidas de seguridad cuando sea necesario inspeccionar o tomar una mues- tra de ese tipo de mercancías. Debería prestar- se particular atención a los peligros de la carga según se indique en las etiquetas o rótulos y en la documentación. -Las unidades de transporte que se han trans- portado fumigadas deberían declararse y lle- var el letrero correspondiente a la fumigación. Deberían ventilarse antes de permitir la entra- da en las mismas. Con el n de asegurarse de que la atmósfera es inocua, antes de entrar nor- malmente será necesario someterla a prueba. -Si la carga, bultos o madera de estiba de una unidad de transporte corresponden a una ca- tegoría que pueda haber requerido fumiga- ción, es posible que queden residuos de la fumigación en la unidad. Por tanto, es aconse- jable tomar precauciones antes de entrar en la misma, incluso aunque la carga no consista en “mercancías peligrosas” y no se haya declara- do que se transporta fumigada. -Cuando sea preciso fumigar la carga en la zona portuaria antes de volver a transportarse, la operación debería ser realizada por especia- listas, en una zona distante de las operaciones normales. Deberán tomarse precauciones para asegurar que el fumigante no sale de la zona inmediata al de su aplicación. -La carga a granel, por ejemplo, granos, que haya sido fumigada antes de entrar en la zona portuaria procedente de tierra o del mar de- bería declararse, y las autoridades portuarias deberían exigir la correspondiente declara- ción antes de su entrada. Además, deberían tomarse medidas idóneas para proteger la sa- lud de los trabajadores portuarios que tengan que manipular tales cargas, no descartando la posibilidad de que persista el fumigante en la carga. Lesiones musculo-esqueléticas Los trabajadores portuarios desarrollan un número de actividades que, si no se ejecutan correctamente, pueden desembocar en la aparición de trastornos musculo-esqueléticos. Entre los mismos, son prevalentes los dolores de espalda y las lesiones musculares, que son el resultado de una mala técnica de manipula- ción o de la realización de tareas que implican movimientos repetitivos y/o fuerza excesiva. el polvo es simplemente pequeñas partículas del mismo material, En el caso de los granos y legumbres, el polvo puede contener conta- minantes como hongos y bacterias. Los dife- rentes polvos también tienen efectos diversos sobre la salud, aunque los más importantes son los que afectan a los pulmones. Los efec- tos crónicos son casi permanentes, además de causar invalidez. La prevención básica en estas situaciones es evitar la exposición de los trabajadores a las cargas polvorientas. Cuando no es posible evi- tar la exposición, deben adoptarse medidas de 28 TRABAJO Y SALUD