biológico más importante de los embalsama- dores son las patologías infecciosas graves por pinchazos con aguja de sutura o con los tubos de inyección y aspiración, así como por contac- to con los uidos biológicos. Dichas infecciones son debidas principalmen- te a dos bacterias: Staphylococcus Aureus, re- sistente a meticilina (MRSA) y Streptococcus pyogenes (grupo A). El MRSA es un reconocido patógeno nosocomial (infección hospitalaria) Por su parte, el Streptococcus puede sobrevivir en cadáveres de víctimas de enfermedades in- vasivas, presentando un importante riesgo de infección para los trabajadores que los mani- pulan. Los operarios de cementerio tienen el riesgo de contraer la enfermedad de Lyme, que se transmite a través de una garrapata contami- nada por una bacteria (Borrelia Burgdorferi). Los virus patógenos más comunes por contac- to con sangre u otros uidos biológicos son el virus de la hepatitis B (VHB), el virus de la hepa- titis C (VHC) y el virus de la inmunode ciencia humana (VIH). Otro grupo de agentes biológi- cos a considerar son los priones, que pueden producir la enfermedad de Creutzfeld-Jakob o encefalopatía espongiforme bovina. ·Contaminantes quimico-biológicos en las au- topsias Los cadáveres sometidos a la necropsia oca- sionan el derrame abundante de uidos bioló- gicos que, además de contaminar el área de trabajo, pueden provocar resbalones y caídas. Sin embargo, su carga más nociva es la bioló- gica, con la posible transmisión de enferme- dades como la hepatitis B o C, tuberculosis, SIDA, etc. Por citar algún ejemplo, en España tenemos que lamentar la muerte de un pató- logo que contrajo en la mesa de disección la enfermedad de las vacas locas. En el caso de los misioneros muertos hace unos años por ébola, no se practicaron las autopsias porque los protocolos de bioseguridad lo prohíben expresamente. PROTECCIÓN LABORAL 15