3o Trimestre 16 Protección Laboral 88 La calidad del aire ha empeorado por el aumento de las temperaturas y el cambio de las precipitaciones -Golpe de calor. Es el más grave de los trastornos del calor, convir tiéndose en una urgencia médica grave que puede provocar la muerte. Su complejo cuadro clínico viene caracterizado por una hiper temia (temperatura e l e v a d a ) incontrolada que causa lesiones en los tejidos. La carga térmica puede desembocar en asma y, por tanto, limitar la productividad laboral. Son evidencias clave a este respecto: •Impacto para la salud de la exacerbación del ozono El cambio climático es el responsable de la formación de polución por ozono al nivel del suelo. A menos que esta tendencia se vea compensada por una reducción de las emisiones adicionales, el ozono será el causante de muertes prematuras,hospitalizaciones, pérdidas humanas y económicas. •Efectos para la salud de los incendios forestales Los incendios forestales emiten partículas nas y precursoresdelozonoqueasuvezaumentanel riesgo de muerte prematura y crónica y efectos adversos agudos sobre la salud cardiovascular y respiratoria. Asimismo, es previsible que el cambio climático haga aumentar el número y la gravedad de los incendios de origen natural, el aumento de las emisiones de partículas y precursores de ozono, con resultados naturalmente adversos para la salud de las personas. •Empeoramiento de las condiciones de las alergias y el asma Se espera que los cambios en el clima, el aumento de temperaturas en concreto, los patrones de precipitación alterados, y el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera provoquen un incremento de los niveles de algunos alérgenos en el aire y los incrementos correspondientes en los episodios de asma y otras enfermedades alérgicas. Vectores infecciosos En este apar tado encontramos enfermedades transmitidas por vectores,como mosquitos,garrapatas y pulgas. Estos vectores pueden llevar agentes patógenos infecciosos tales como virus, bacterias y protozoos, que se pueden transferir de un huésped (portador) a otro. La estacionalidad, la distribución y la prevalencia de las enfermedades transmitidas por vectores están in uenciadas signi cativamente por factores climáticos, principalmente altas y bajas temperaturas extremas y los patrones de precipitación. Es probable que el cambio climático tenga efectos tanto a corto como a largo plazo sobre la transmisión de enfermedades asociadas a vectores y los patrones de infección, afectando tanto corporal. De hecho, la principal fuente de calor para el organismo es, con diferencia, la producción de calor metabólico. Entre el 75 y el 80% de la energía desarrollada con el trabajo muscular se libera en forma de calor. Para enfriar el cuerpo tenemos que sudar, y para sudar hay que beber agua. Si falla este parámetro (hidratación) incurriremos sin remedio en los problemas asociados de estrés por calor, que deberemos solucionar para evitar males mayores a nuestra salud. Al trabajar podemos perder grandes cantidades de sudor (más de dos litros/hora durante varias horas). Incluso una pérdida de sudor de tan sólo el 1% del peso corporal (60-80 cl) afecta considerablemente al rendimiento laboral, lo que se mani esta en un aumento de la frecuencia cardíaca (aumenta unos cinco latidos por minuto por cada 1% de pérdida de agua corporal). Uno de los desequilibrios más frecuentes que sobrevendrá en caso de ejercicio elevado (agravado por el factor temperatura/humedad ambiental) será la deshidratación. Una deshidratación severa puede producir agotamiento por calor y colapso circulatorio. Además de la pérdida hídrica, la sudoración supone una pérdida de electrolitos, principalmente sodio (Na+) y cloro (Cl–), y en menor medida, magnesio (Mg++), potasio (K+) y otros. Si se ha excretado gran cantidad de sudor y la reposición ha sido simplemente con agua, puede que el contenido de cloruro sódico del organismo sea bajo, lo que causa calambres por una alteración del funcionamiento de los nervios y los músculos. Esta problemática suele ser especialmente acuciante con tiempo cálido (olas de calor como la actual) para trabajadores que ejecutan su actividad a la intemperie (obreros de la construcción, obras públicas, trabajadores del campo, etc.). •Trastornos derivados del calor -Síncope por calor. Es una pérdida temporal de conocimiento por la reducción del riego cerebral. -Edema por calor. Se mani esta con hinchazón de manos y pies, y pueden sufrirlo personas no aclimatadas expuestas a un ambiente caluroso. -Calambres por calor. Pueden aparecer tras una intensa sudoración. Son dolorosos espasmos que afectan a las extremidades y los músculos abdominales. -Agotamiento por calor. Es el trastorno más común. Se produce por deshidratación severa tras perderse una gran cantidad de sudor a consecuencia de un esfuerzo físico prolongado. un fallo del Sistema Nervioso Central, con lo que nuestro mecanismo de regulación térmica deja de funcionar. El resultado es fatal en minutos (elevación de la temperatura corporal por encima de los 40o C) caso de no producirse una intervención rápida. No acabaremos sin citar de pasada la radiación solar. Prevenir sus efectos nocivos implica evitarla en la medida de lo posible, además de proteger el cuerpo con ropa de trabajo adecuada o cremas solares, y usar gafas de sol para evitar daños oculares (retina). Calidad del aire El cambio climático afecta al aire respirable en interiores y exteriores. Se están modi cando los niveles y localización de los contaminantes del aire, como el ozono al nivel del suelo (O3) y la materia en forma de partículas nas. El aumento de los niveles de dióxido de carbono (CO2) también estimula el crecimiento de plantas que liberan alérgenos aerotranspor tados (aero-alérgenos). Finalmente, estos cambios de la calidad del aire exterior y los alérgenos acaban afectando a la calidad del aire interior, pues ambos contaminantes entran en las casas, escuelas, centros de trabajo, etc. Una mala calidad del aire, ya sea interior o exterior, puede afectar negativamente los sistemas respiratorio y cardiovascular. Las altas concentraciones de polen y el alargamiento de las estaciones del polen pueden aumentar la sensibilización alérgica y los episodios de Cambio climático y tropicalización en España “Las variaciones del clima junto con el movimiento de las poblaciones y los productos tropicales están produciendo una tropicalización de la salud en España”, a rma Adolfo de Grado, investigador del Centre de Seguretat i Salut Laboral de Barcelona, organismo dependiente de la Generalitat de Catalunya. El fenómeno que cita De Grado comporta un protagonismo creciente para una enfermedad como la malaria (vieja conocida en la mitad sur de la península ibérica y responsable de las ‘calenturas’, que fueron endémicas durante el primer tercio del siglo XX). La erradicación o cial de esta enfer- medad en España se produciría a principio de la década de los sesenta (o cialmente, 1964). Como una pesadilla del pasado, en 2010 se produjo un nuevo caso de malaria autóctona (transmitida localmente) y cuyo responsable es el mosquito anófeles (plasmodium vivax). Huelga recordar que es una enfermedad con alta prevalencia en actividades como la agricultura, ganadería o la explotac- ión forestal. Re riéndose a otro ‘invitado’ no querido, De Grado citó el mosquito tigre, del que dijo que es un “causante no autóctono, pero que ha venido para quedarse, habiéndose detectado por vez prime- ra en Sant Cugat (Barcelona), y con una rápida expansión a través de cualquier reservorio de agua”. Este agente infeccioso, además de las molestias de la picadura, puede transmitir hasta 26 enferme- dades víricas de carácter tropical. La propagación de estas enfermedades se debe a los movimien- tos de personas (normalmente hacia España, pero también de españoles en tránsito de ida y vuelta por motivos laborales, u otros, y al cambio climático. 91 Trabajo y salud