3o Trimestre 16 Protección Laboral 88 Envejecimiento del ojo Las estructuras del ojo cambian debido al envejecimiento, por ejemplo: la córnea pierde sensibilidad; la pupila disminuye su tamaño y puede ser más lenta en su respuesta a los cambios de luz; el cristalino se vuelve amarillento, menos exible y levemente opaco; las almohadillas de grasa que soportan el ojo se reducen y el ojo se hunde en la órbita, perdiendo capacidad de rotación. Los trabajadores mayores de 40 años deben hacer un reconocimiento de la visión al menos anualmente para detectar los problemas oculares más co- munes, como: -Ojo seco. Al parpadear, las lágrimas lubrican y protegen al ojo de posibles infecciones y cuerpos extraños. Cuando no se producen en buena cantidad la conjuntiva y la córnea se in aman, causando molestias y escozor. -Cataratas. Consecuencia de la degeneración natural del cristalino, produce visión borrosa, facilidad de deslumbramiento y problemas de visión nocturna al reducirse la cantidad de luz que llega a la retina. -Glaucoma. Aparece por el aumento de la presión intraocular, pudiendo llegar a comprimir el nervio óptico o los vasos sanguíneos de la retina, lo que ocasiona una pérdida de visión periférica, indolora, que puede desembocar en ceguera. -Vista cansada. La presbicia aparece cuando el cristalino pierde exibilidad y se endurece, de manera que el ojo no puede enfocar e cazmente la luz sobre la retina, lo supone una di cultad para mirar objetos a distintas distancias. -Degeneración macular senil. La afectación de la mácula impide ver objetos situados directamente frente al ojo.Tiene alta capacidad invalidante, siendo la segunda causa de ceguera en personas mayores. Conducción y protección ocular Hay muchas actividades que requieren protección ocular del trabajador. Fijamos nuestra atención en la conducción por su alcance numérico (número de usuarios), así como por sus posibles consecuencias sobre la salud. El primer dato llamativo es que “el 20% de los conductores no usan nunca gafas de sol al conducir, un elemento muy recomendable para ayudarnos a no fatigar nuestra vista y que reduce el riesgo de deslumbramiento o ceguera temporal, aumentando nuestra seguridad vial”, informa Formaster, Asociación Española de Formadores en Seguridad Vial. El 5% de los accidentes en España suceden por deslumbramiento en las horas crepusculares (al amanecer o atardecer). La luz del verano supone un riesgo para la conducción, además de provocar fatiga visual. Muchos conductores desconocen que las gafas de sol son el mejor elemento para evitar riesgos de accidentes por deslumbramientos o cegueras en momentos de exceso de luz. El único requisito es el uso de gafas de sol homologadas y con cristales polarizados, marcadas con el símbolo CE. Gracias a los cristales polarizados se obtiene una visión más nítida, desaparecen los molestos destellos que pueden surgir por algún elemento en la calzada (las señales o el propio vehículo) y se evita la fatiga visual. El mejor cristal para las gafas de sol es el más natural, por lo que es recomendable elegir cristales grises, o de tonalidades azulada o marrón. Estos cristales son los que menos desvirtúan los colores naturales, por lo que no alteran la correcta visión de los colores de las señales, semáforos o indicadores de otros coches, como luces de freno o intermitencia. Formaster recuerda que “las gafas de sol no pueden usarse en conducción nocturna o en largos túneles porque ocasionan una pérdida de agudeza visual. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, a la salida de los túneles si están mal iluminados, podemos sufrir un fuerte deslumbramiento o situación de ceguera temporal durante unos segundos hasta que el ojo se adapta a la nueva situación de luminosidad”. El cuidado de los ojos con sencillas medidas La radiación está presente tanto en invierno como en verano, aunque la intensidad puede ser más ofensiva en la estación cálida. El trabajador puede prestar atención al órgano de la visión con sencillas pautas: -Mantener los ojos húmedos. Las condiciones de sequedad ambiental, jación de la vista, aire acondicionado, etc. producen el resecamiento del ojo. Puede recurrirse al uso de humidi cadores que devuelvan la humedad al aire, o usar lágrimas arti ciales que lubrican el ojo, ejerciendo un efecto calmante. -Usar gafas de sol. Especialmente son útiles cuando se desarrollan actividades en exteriores (obras públicas, trabajos forestales, agricultura). Hay que tener en cuenta la elevación: cuanto mayor es ésta, el aire es más no, lo que supone mayor concentración de rayos ultravioleta en la atmósfera. De manera similar, dicha concentración será mayor en las latitudes más cercanas al ecuador. -Mejor gafas que lentes de contacto. Las lentillas, debido a su contacto directo con los ojos, pueden contribuir signi cativamente a la sequedad ocular. Se comportan como esponjas, por lo que requieren una aportación extra de humedad para mantener su funcionalidad y el confort. Por el contrario, las gafas de sol no tienen contacto directo con el globo ocular, de modo que no inter eren en el equilibrio hídrico del ojo. -Alimentación sana y equilibrada. Mantener una buena función visual requiere la ingesta de vitaminas A, C y E. Igualmente, minerales como el zinc y el selenio, pigmentos como la luteína y la zeaxantina y los ácidos grasos Omega 3 son esenciales para la retina y para retrasar el envejecimiento de las estructuras oculares. Estos nutrientes se encuentran en las verduras, frutas, pescado graso, mariscos y frutos secos. -Lavar los ojos. Ante una contaminación ocular por cuerpo extraño o sustancia química debe practicarse un lavado inmediato con agua abundante, evitando frotar o restregarse los párpados para no extender la contaminación o agravar los posibles daños. -Relajar las estructuras oculares responsables de la acomodación (enfoque). Conseguiremos así reducir el estrés visual de una tarea que exige jar la vista. Es recomendable apartar la vista del objeto enfocado cada 15-20 minutos, durante unos segundos. En síntesis, junto al uso de protección ocular y medidas relacionadas con el estilo de vida, insistiremos en la importancia de mantener el ojo hidratado para evitar la xeroftalmia. Al respecto, Portalfarma recuerda que “la sequedad ocular, o xeroftalmia, es una alteración de la película lagrimal capaz de dañar la super cie debajo de los párpados lo su ciente como para provocar molestias oculares. El principal síntoma de sequedad ocular es la sensación de cuerpo extraño, especialmente al levantarse por las mañanas, con di cultad para abrir los ojos. Popularmente es de nida por los pacientes como la sensación de tener arenilla en los ojos. Son también muy frecuentes el escozor, el enrojecimiento y el picor, a veces muy intenso. No es infrecuente la aparición de pequeños derrames sanguíneos corneales, a veces muy aparatosos”. La American Academy of Ophthalmology sintetiza los siguientes consejos en relación con el sol y el cuidado de los ojos: -Escoger lentes que bloqueen los rayos UV. No hay que guiarse por el color o el precio: la capacidad para bloquear la luz UV no depende del precio ni de la tonalidad oscura de los lentes de sol. La protección sólo está garantizada cuando las lentes puedan bloquear el 100% de los rayos UVA y UVB. -Las lentes deben cubrir toda el área de los ojos. Idealmente, las lentes de sol deberían envolver el área hasta la sien, de modo que los rayos solares no logren penetrar por los costados. Además de lentes de sol, pueden usarse gorras o sombreros. Los sombreros de ala ancha proporcionan la mejor protección para los ojos. Protección ocular