3o Trimestre 16 Ignorancia emocional: estado de permanente riesgo para la seguridad y la salud ¿Sabes qué emociones son las que sueles experimentar en tu trabajo? ¿Cómo te afectan y cómo afectan a tu trabajo? ¿Qué ocurre con tu percepción de los riesgos según el estado emocional en el que te encuentres? ¿Tienes estrategias para gestionar las emociones que puedan perjudicarte? *Martín Silva. Gerente de Konturatu S. L. Hablar de emociones sigue siendo desafor tunadamente algo poco habitual. Es curioso que cada vez más se ponga de mani esto que somos seres emocionales, más que racionales; sin embargo todavía existe una gran ignorancia sobre el mundo de las emociones, y en concreto, de nuestras propias emociones. Más todavía en muchas organizaciones empresariales, cuyos líderes, consideran que el trabajo no es un lugar para emociones, sino para utilizar la cabeza, y de acuerdo al tipo de trabajo, el cuerpo es para realizar las tareas físicas. Las emociones se dejan fuera. ¡Como si esto fuera posible! Volatilidad emocional Sin embargo, continuamente estamos en diferentes estados emocionales. En el trabajo también ocurre. He investigado con cientos de trabajadores y os aseguro que pasan por muchos y diversos estados emocionales, incluso en espacios de tiempo cortos. ¿Acaso no te ocurre a ti? Lo que me suelo encontrar es una enorme ignorancia emocional que hace que no sepamos identi car bien las emociones, distinguirlas, ser conscientes de cómo nos afectan, etc. Incluso a veces querer apartarlas, reprimirlas, racionalizarlas, negarlas, etc. No hay más que jarse en el pobre vocabulario que se suele utilizar a la hora de identi car emociones. ¿Cuántas conoces? ¿Puedes nombrar al menos diez? Pues bien, el desarrollo de la autogestión emocional, es a mi entender, clave para mantener un adecuado nivel de seguridad y salud, en base a unos compor tamientos seguros. Está demostrado que un descontrol emocional puede llevar a que ocurran accidentes. Cuando un trabajador, o un mando, se encuentran inmersos en emociones como la rabia, el enfado, el miedo, etc., lo que se produce es una falta de atención hacia el entorno. La persona está totalmente involucrada con su emoción y, por tanto, atenta a su interior, a las emociones que siente en su cuerpo. Dominado por la emoción, y por tanto en medio del descontrol de sus actos. Esto le puede llevar a errores, distracciones, decisiones equivocadas, etc. Incluso, dependiendo de la emoción, puede llevarle a despreciar las situaciones de riesgo. Estas son las situaciones propicias para que se produzcan los accidentes. Conocernos mejor Por tanto, el aprendizaje de reconocer nuestras emociones, lo que las provoca y cómo gestionarlas es una de las competencias más saludables para cualquier persona, y que la van a llevar a tomar decisiones adecuadas respecto a su comportamiento en seguridad y salud. De esta forma cuando se encuentre involucrada en una situación emocional intensa o compleja, sabrá gestionarla adecuadamente, de forma que no se convierta en un arma contra sí mismo, y pueda provocar situaciones de riesgo para él mismo y sus compañeros. Sé que no es fácil, sin embargo es francamente necesario y útil. ¿En qué emociones sueles estar trabajando? ¿Cómo te afectan en tu trabajo? Cultura Preventiva Todo lo anterior no es posible sin lo que podemos denominar como ‘cultura preventiva’. Pero, ¿qué características son las que de nen a una auténtica cultura preventiva? Las organizaciones que la están consiguiendo nos ayudan a conocerlas. De a cuerdo a lo que muchas empresas y clientes me han enseñado, lo que he podido compartir con muchos especialistas de la prevención de riesgos laborales, lo que investigaciones y estudios concluyen en este terreno, y me ha enseñado mi propia experiencia, es que hay una serie de características que conforman una cultura preventiva consistente. Aquí citaré solo una: el liderazgo. Los líderes (Dirección y Línea de Mando) asumen el liderazgo visible, comprometido, colaborativo, permanente y participativo de la prevención. Consiguen un buen balance entre el enfoque a las tareas y a las personas sin perder la orientación a resultados. Estableciendo una tolerancia cero a comportamientos de riesgo o inseguros, y desarrollando su propia percepción ante los riesgos. La organización cree en sus líderes y en la visión, la estrategia y la nueva cultura que marcan, con una concepción integral y holística de la seguridad y la salud. Sin liderazgo no hay cultura preventiva. Protección Laboral 88 23 Tribuna