Congresos, jornadas y eventos PROTECCIÓN LABORAL 87 | 2oTrimestre16 La innovación como estrategia ante la ‘realidad líquida’ 108 El ‘todo fluye’ de Heráclito, que nos recuerda el cambio permanente, se etiqueta actualmente como ‘realidad líquida’. Ante esa realidad que fluye y cambia, la innovación es la mejor estrategia adaptativa. Porque ¿qué sentido tiene permanecer inmutable en un entorno en continua evolución? El tema se aborda en foros y seminarios, como el que co-organizaron recientemente el Departamento de Organización de Empresas CERpIE-UPC y el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), en Barcelona, bajo el título de “La innovación como estrategia y factor de competitividad”. Manuel Domene. Periodista La conferencia que presentó el marco contextual del tema la pronunció Marcos Urarte Alonso, consultor de Alta Dirección y Director General de la Consultora española EasyTech Global. Dormirse –en los laureles, o sin laureles- no es una estrategia. Al respecto Urarte alertaba de que “conviene que los equipos directivos sean conscientes de la necesidad de que sus organizaciones se cuestionen permanentemente lo que están haciendo –subrayando la idea de cuestionarse, y no de cambiar por cambiar–, porque, en el fondo, todo el mundo (clientes y competidores) se cuestionan a diario qué es lo que hacen las empresas”. El ponente fue explícito al respecto: “son peores –decía- las decisiones que no se toman que las decisiones erróneas. Y cuando una empresa no toma decisiones, otros las toman por ella. Los resultados económicos (cuentas) hablan del pasado de la empresa, no de su futuro. La ‘muerte’ de empresas exitosas (Kodak, Nokia, Sony, Blackberry, Motorola...) se debe a la autocomplacencia y la arrogancia. Es necesaria la cura de humildad, recordando que el futuro de La innovación está vinculada al talento humano, que las empresas han de saber fidelizar. Muchos RRHH gestionan la mediocridad en lugar de la excelencia cualquier empresa está más en sus manos que en las del entorno”. La innovación, según Marcos Urarte Explicando el concepto de innovación, Urarte decía que “cuando hablamos de innovación, existe una serie de creencias que, si bien no son erróneas, resultan demasiado parciales. Solemos creer que la innovación es hacer cosas distintas, que solo se produce en tecnología y en producto y que solo las empresas grandes pueden innovar. En la inmensa mayoría de las ocasiones, la innovación no es hacer cosas distintas, sino hacer lo mismo de forma distinta y que las innovaciones más radicales se produzcan en modelos de negocio, lo que está al alcance de cualquier empresa, y muchas veces no cuesta dinero”. Abundando en el tema, Urarte argumenta que “innovar en tecnología y en producto nos da ventaja competitiva, pero solo durante muy poco tiempo, aunque es imprescindible, porque nos permite continuar estando en el mercado. Sin embargo, las innovaciones en modelos de negocio son aquellas que nos pueden garantizar el futuro y son mucho más difíciles de copiar. En este sentido, al hablar de innovación también es importante recordar que ‘la innovación sin ejecución es una alucinación’. La innovación debe estar centrada en el cliente y, por eso, la pregunta clave es: ¿qué nos está comprando el cliente? Lo que una empresa vende y lo que le compran suelen ser dos cosas totalmente distintas. Tenemos que innovar en lo que estamos vendiendo, pero, fundamentalmente, hay que innovar en lo que te compran”. Para acabar de perfilar el concepto, Urarte habló del sentido y el objetivo de la innovación, precisando que dichas condiciones “son necesarias, porque si toda innovación no se convierte en una mejora de nuestra organización, realmente no aporta nada. La innovación no nos cae del cielo, ni es inspiración divina, sino que es una cultura. Las empresas apuestan o no por la innovación, y la innovación siempre es tensión corporativa entre los negocios/productos actuales y los futuros,