2oTrimestre16 | PROTECCIÓN LABORAL 87 Informes y estudios fabricación de productos metálicos, la construcción de edificios, el transporte terrestre y por tubería y las actividades de construcción especializada. Respecto a los accidentes mortales, destaca la incidencia de las patologías no traumáticas y de los accidentes de tráfico laborales. En relación con las Enfermedades Profesionales (EP), las ramas de actividad con mayor incidencia, que superan ampliamente el valor medio, son la fabricación de vehículos de motor; la extracción de antracita, hulla y lignito; la metalurgia y la industria del tabaco; y la fabricación de productos metálicos. Uno de los avances alcanzados con la entrada en vigor del RD 1299/2006 ha sido disponer de un nuevo soporte de información que incluye multitud de variables descriptoras de las EP, incluido el diagnóstico clínico de la lesión. El análisis de datos acumulados de enfermedades profesionales 2007-2012 (ver cuadro) muestra que los diagnósticos más representados, en el cómputo total de contingencia notificada, fueron la patología de codo (epicondilitis lateral), el síndrome del túnel carpiano y las tendinitis de mano-muñeca. La Estrategia contempla entre sus prioridades los siguientes riesgos: ·Trastornos músculo-esqueléticos Son un problema de salud muy común en la población trabajadora, que abarca desde ligeras molestias hasta patologías graves e incluso crónicas de difícil recuperación. Se pueden producir con motivo de un accidente de trabajo, pero la mayoría de las veces son consecuencia de una exposición más o menos prolongada en el tiempo a movimientos repetitivos, manipulación manual de cargas, posturas forzadas, etc. ·Sustancias peligrosas La exposición a sustancias peligrosas en el lugar de trabajo puede producir, entre otras patologías, enfermedades respiratorias, alteraciones en la función reproductiva, irritaciones en la piel y en los ojos e incluso cáncer laboral. La gravedad de las enfermedades producidas por agentes cancerígenos, y la dificultad para detectarlas, requiere una mejora de los mecanismos de detección y prevención. ·Trabajadores vulnerables y colectivos específicos Variables como la edad y la temporalidad de la contratación impactan de manera específica en la siniestralidad. En particular, los cambios en el mercado laboral y la organización del trabajo han flexibilizado el tiempo de trabajo y las condiciones de estabilidad de los trabajadores más jóvenes, lo que repercute en peores indicadores de seguridad y bienestar físico y mental. Los índices de accidentes de trabajo en trabajadores jóvenes y trabajadores temporales son superiores al resto de trabajadores, situación que se ha producido durante años sucesivos y en distintas situaciones económicas. La población laboral de mayor edad, a pesar de la experiencia acumulada, puede ser más vulnerable a determinados riesgos, en gran parte influida por los cambios fisiológicos de la edad y el efecto de las enfermedades crónicas. Los trabajadores de edad avanzada son los que sufren accidentes más graves, con una tasa de mortalidad superior a la media. Los colectivos anteriores, así como los Entre las EP tienen prevalencia ciertas afecciones músculo-esqueléticas 103 El 23% de los trabajadores europeos ve su salud amenazada a causa del trabajo Los datos, procedentes de la Encuesta Europea de las Condiciones de Trabajo (noviembre 2015 –Sixth European Working Conditions Survey) recogen una tendencia constante desde el 2000. No obstante, el porcentaje tiene una acusada fluctuación (razones de sexo, país, edad del entrevistado). Así, los hombres reconocen mucho más fácilmente que las mujeres que su trabajo tiene una influencia negativa en su salud (27% en contra de 19%). Respecto a la encuesta de 2010, se observa un retroceso de las exposiciones al ruido y las vibraciones, posturas forzadas o dolorosas, movimientos repetitivos y desplazamiento de cargas pesadas. En cambio, aumenta un 2% (pasa del 15 al 17%) la exposición a los productos químicos, así como el contacto con materiales con potencial infeccioso. En riesgos psicosociales se constata también un ligero aumento: el 16% de las personas declaran en la última encuesta haber sido víctimas de “comportamiento social hostil”, que incluye situaciones de violencia verbal, comportamientos amenazadores o humillantes, violencia física y acoso moral o sexual. Confirmando la tendencia de su precedente, la encuesta confirma que el 90% de los trabajadores europeos se considera bien informado sobre los riesgos que afrontan en su puesto de trabajo. Solo un 59% confía en el apoyo de la organización.