2oTrimestre16 | PROTECCIÓN LABORAL 87 Bienestar Laboral potenciadores de la capacidad mental se expande y normaliza entre estudiantes y ciertos grupos de trabajadores. En el contexto de una sociedad cada vez más competitiva y el entorno laboral se prevé que el uso de estas ayudas químicas va a seguir creciendo en el futuro, mientras sus efectos a largo plazo continúan siendo desconocidos”. Drogas que mejoran el rendimiento Las ‘drogas cognitivas’ (de la inteligencia) son sustancias farmacéuticas que pretendidamente mejoran el rendimiento mental, como la atención, concentración, memoria o motivación. En sentido amplio, ‘las drogas mejoradoras del rendimiento’ también proclaman una mejora en la adquisición de habilidades motoras, habilidades afectivas, como el hacer frente a la ansiedad asociada con el desempeño de ciertas tareas laborales, además de promover sentimientos de confianza y vinculación. Sin embargo, no existen los medicamentos permitidos por las autoridades médicas estatales para ser prescritos como “potenciadores cognitivos” como tal. El térmico ‘Sustancias Dopantes’ se refiere frecuentemente al uso no reglado de los medicamentos prescritos para condiciones médicas específicas (por ejemplo, el Modafinilo normalmente prescrito para la narcolepsia; Metilfenidato para el Síndrome de Hiperactividad y Déficit de Atención (SHDA) para individuos sanos que persiguen aumentar su capacidad. Estos consumidores obtienen las drogas por medios irregulares. El marketing y la disponibilidad de estos productos en internet ha cambiado la cultura de adquisición y consumo de sustancias: la apariencia de seguridad es frecuentemente una ficción, que solo consigue evitar el estigma del trapicheo callejero de sustancias. Principales sustancias dopantes actuales No es fácil componer un mapa de los dopantes cognitivos / potenciadores mentales. En cualquier caso, existen tres drogas farmacológicas principales que se emplean en el dopaje intelectual. -Anfetaminas-estimulantes usados para el tratamiento del SHDA o la narcolepsia (trastorno relacionado con el sueño). Aumentan los niveles de dopamina. La marca comercial Adderall es una mezcla de sales de anfetaminas. Su uso desregulado se hace para aumentar la atención (especialmente en el estudio) o provocar sentimientos eufóricos. Otras marcas de anfetaminas de esta categoría son el Dexamed (sulfato de dexanfetamina), comercializado en Europa bajo nombres como Attentin y Tentin. -Metilfenidato. Es un estimulante del sistema nervioso central empleado en el tratamiento del SHDA y la narcolepsia. Aumenta los niveles de los neutrotransmisores dopamina y neropinefrina. Tiene nombres comerciales como Ritalin, Concerta, Equasym, Medikinet y Rubifen. -Modafinil / Armodafinil. Es otro estimulante del sistema nervioso central que potencia el estado de alerta. Se desconoce su mecanismo preciso de acción sobre el cerebro, aunque existe constancia de su interacción con neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina. Aparece con nombres comerciales como Provigil, Nuvigil, Vigil, Modalert, Modasomil y Modiodal. Sin posibilidad de acotar la nómina de sustancias, citaremos otras que también son consumidas como mejoradores del rendimiento en el trabajo. -Drogas contra la demencia. Son variadas. Aunque algunas son conocidas generalmente como potenciadores cognitivos, su consumo es menor que el de las citadas anteriormente. Pueden citarse el Donepezil (Aricept), del que se ha especulado mucho sobre su potencial efecto cognitivo, aunque el análisis sobre poblaciones sanas sugiere que no hay fundamento para tal suposición. -Ampakinas. Tipo de compuestos que supuestamente sirven para mejorar la capacidad de concentración y el estado de alerta, lo que facilita el aprendizaje y la memoria (Lynch, 2004). Han sido investigados por el Ejército de Estados Unidos y se encuentran bajo investigación para uso médico. Algunas variantes tienen la consideración de sustancias nootrópicas. -Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Está sometido a debate su potencial efecto sobre el rendimiento laboral. La serotonina es un neurotransmisor responsable de los impulsos nerviosos, el humor, el placer y la capacidad para manejar el estrés. Vigorexia intelectual A la obsesión por el vigor físico (vigorexia) se une ahora el deseo de obtener el vigor intelectual. Salta a la vista que ambas opciones se alejan de una conducta normal. Por otra parte, la neurociencia lanza una sombra de duda sobre la eficacia de muchos de los nootrópicos, ya que los estudios que se han llevado a cabo no son concluyentes al respecto. Además, la falta de supervisión sobre estas ingestas y el que se ignoren los posibles efectos secundarios pueden tener peligrosas consecuencias. La alternativa saludable, universal y cargada de ventajas a las drogas para el intelecto (o vigorexia intelectual) es llevar una vida saludable basada en el ejercicio físico. Sabemos que la plasticidad del cerebro mejora con el ejercicio. Desafortunadamente, muchas de las personas que consumen sustancias dopantes llevan un estilo de vida sedentario, y esperan solucionar las exigencias que plantea el día a día con una pastilla, algo que además de absurdo comporta riesgos para su salud. Otras pautas naturales para aumentar nuestro rendimiento mental son: -Combatir el estrés. No podemos estar en tensión permanente. La solución: aumentar los niveles de serotonina (10 respiraciones profundas cada 2-3 horas), generar oxitocina (caminando 10 minutos diarios, o haciendo ejercicio físico), evocar emociones positivas, etc. -La imaginación es poder. La neuro-plasticidad demuestra que, con la imaginación, podemos inducir cambios cerebrales. Sentirnos más seguros, tranquilos y capaces aumenta nuestras posibilidades de éxito. -Lenguaje interior positivo. El enfoque positivo da alas al cerebro, generando recursos y creatividad. Hacer lo contrario genera sustancias que matan neuronas y limitan nuestra capacidad natural. 29