Bienestar Laboral PROTECCIÓN LABORAL 87 | 2oTrimestre16 Nootrópicos: drogas para mejorar el rendimiento intelectual Existen dudas sobre su eficacia, mientras son desconocidos los efectos secundarios y a largo plazo Tradicionalmente el uso de muchas drogas era recreativo (ocio-diversión). El consumo de ‘nootrópicos’ (drogas cognitivas, o para la mente) plantea la realidad del consumo de sustancias para mejorar –alargar o parchear- el rendimiento laboral. Se supone que los nootrópicos aumentan la capacidad mental de sus consumidores. Su consumo crece y, con ello, una conducta de riesgo inaceptable. rumano, Corneliu E. Giurgea, que sintetizó el Piracetam en 1964 y acuñó el término nootrópico, estableció que solo pueden tener dicha calificación las sustancias que, además de potenciar las capacidades cognitivas, no sean tóxicas, adictivas o puedan tener efectos secundarios significativos. Los efectos fundamentales de los nootrópicos, según Giurgea, serían: -Mejorar el aprendizaje y la memoria. -Mejorar las conductas aprendidas en condiciones susceptibles de interferirlas. -Proteger el cerebro del daño físico y químico. Reformulados los requisitos por el Dr. V. Skondia (1979), todavía hoy no existe un consenso sobre lo que puede considerarse nootrópico, siendo algunas de las características bastante imprecisas y difíciles de aplicar de forma coherente. Performance Enhancing Drugs (Estudio OSHA) Ante la evidencia de que las sustancias dopantes no constituyen una alternativa vital, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) ha puesto el foco en el consumo de las drogas para aumentar el rendimiento a través del trabajo “Performance Enhancing Drugs” del Doctor Kalen Dale y el Profesor Brian Blommfield, presentado el 11 de junio de 2015 en Bilbao, y del que sigue un resumen. La introducción del documento, a modo de exposición de motivos, destaca que “el uso de drogas por razones no médicas como *Manuel Domene. Periodista Silicon Valley exporta tecnología y adicciones, si bien estamos ante una pauta universal que no es exclusiva de los ‘yuppies’ californianos: la necesidad de aumentar el rendimiento (capacidad física y mental) con el uso de potenciadores (drogas). A priori, cualquier persona puede verse seducida por la idea de tomar una píldora antes de ir a su trabajo y, gracias a la química, mantener la atención- concentración, nivel de alerta, memoria, creatividad y productividad a lo largo de toda la jornada laboral... Y todo ello sin esfuerzo gracias a los “nootrópicos” o sustancias “inteligentes”. ‘Inteligencia química’ Aunque la comunidad científica ha mostrado su escepticismo ante lo que podríamos denominar como ‘inteligencia química’, el uso de los potenciadores cognitivos es cada vez más frecuente en ambientes laborales competitivos, lo que plantea problemas de salud, seguridad laboral, disquisiciones éticas y legales. La clasificación de los nootrópicos incluye desde sustancias de síntesis química, a vitaminas y aminoácidos que se encuentran en plantas y alimentos y pueden adquirirse en tiendas especializadas, herboristerías y, sin ir más lejos, en el lineal del super-hiper mercado. En la medicina reglada, muchos de estos nootrópicos se emplean para tratar enfermedades como la degeneración neuro-cognitiva (demencias), hiperactividad, narcolepsia (sueño repentino e incontrolable). No existe consenso sobre el mecanismo de estas sustancias, aunque sus usuarios defienden que mejoran el metabolismo mental, por lo que, cada día, crecen en popularidad. En Estados Unidos proliferan los foros y blogs de internet que incitan al consumo, lo que ha hecho florecer un negocio oportunista de empresas que comercializan las ‘pastillas inteligentes’, y ‘startups’ cuya razón de ser es aumentar las capacidades cognitivas de unos clientes (trabajadores y estudiantes) ávidos de inteligencia fácil a base de química, o principios activos ‘milagrosos’. Los efectos de los nootrópicos dependen de las cantidades que se tomen y del metabolismo de quien los consume, sin que existan estudios que hayan determinado sus efectos a largo plazo. Los nootrópicos son especialmente populares entre los trabajadores de Silicon Valley y Wall Street. Este grupo de consumo entiende que “hay que desechar la idea de que tomar drogas inteligentes para potenciar tu capacidad mental es hacer trampa”. Y añaden que “no hay nada malo en querer que tu cerebro funcione mejor”. Sin embargo, reconocen que, entre los usuarios de los nootrópicos existe “confusión sobre qué sustancias hay que tomar y cómo hay que 28 Existen dudas sobre la efectividad de los nootrópicos como potenciadores cognitivos, desconociéndose, además, los posibles efectos secundarios hacerlo”. También son conscientes de que “hay mucha gente que está aprovechando para hacer dinero. Si piensas comprar algo en internet –advierten- hay que tener mucho cuidado con la procedencia y la calidad”. El psicólogo y químico