Bienestar Laboral PROTECCIÓN LABORAL 87 | 2oTrimestre16 20 Ajuste y validación en protección auditiva En protección auditiva encontramos dos opciones: orejeras y tapones. Como describíamos para la protección respiratoria, la eficacia depende, por un lado, del diseño del equipo y, por otro, de la correcta adaptación del equipo al usuario. Estos factores se evalúan durante el examen CE de tipo, utilizando igualmente un panel de personas entrenadas. Las orejeras son equipos sencillos de colocar y muy fáciles de ajustar de forma correcta, siguiendo unas pautas muy simples. Sin embargo, los tapones revisten de mayor dificultad a la hora de conseguir un buen ajuste. Por un lado está el hecho de que los tapones se llevan insertos en el canal auditivo y, tal como decíamos en la protección respiratoria, cada persona tiene un canal auditivo diferente en tamaño y forma. Por otro lado, la colocación correcta de los tapones requiere cierta destreza y entrenamiento. En la actualidad, no hay obligatoriedad de validar el ajuste de la protección auditiva; sin embargo, los sistemas de validación son una tendencia que se tiene muy en cuenta en los cambios normativos que verán la luz en los próximos años. Actualmente, ya existen grupos de trabajo en la Unión Europea que analizan este tema de forma muy activa. Por estos motivos, ya es posible encontrar en el mercado algún sistema para comprobar el ajuste de la protección auditiva de forma individualizada. El más novedoso consiste en un dispositivo muy sensible capaz de medir la presión acústica en el exterior y en el interior del protector auditivo (tapón u orejera) (Método F- MIRE). La medición se realiza para ambos oídos a la vez en unos pocos segundos a diferentes frecuencias. El software del sistema compara el valor de presión en el exterior y en el interior del oído y ofrece un valor de la atenuación real que consigue un usuario con protector auditivo determinado dando un valor numérico similar a un SNR individualizado. El software que acompaña al sistema ofrece información de atenuación global y por bandas de octava y permite almacenar y guardar los registros de forma fácil y útil. Este sistema es una herramienta de gran utilidad tanto en el proceso de formación y concienciación del usuario como en el desarrollo de un programa de conservación auditiva completo, desde la evaluación e identificación y evaluación del riesgo, hasta la verificación de que el protector cumple con su cometido, siendo además una manera muy eficaz para la selección del equipo más adecuado una vez conocido el nivel de exposición del trabajador. Conclusiones Los equipos de protección individual en los que el ajuste es un factor determinante en la eficacia pueden otorgar una protección diferente a cada usuario. Para saber si un equipo determinado es adecuado o no a cada trabajador, es preciso realizar pruebas de validación de ajuste de forma individual. Las pruebas de validación de protección respiratoria están consolidadas en el mercado y son obligatorias en algunos países. En cualquier caso, están consideradas como una buena práctica de higiene. Las pruebas de validación de protección auditiva están empezando a aparecer en el mercado y es muy posible que cobren gran relevancia, quizás incluso normativa, en los próximos años. Los métodos de validación proporcionan valiosa información sobre la protección real que puede ofrecer un equipo determinado a cada individuo y ayudan a elegir el equipo de protección más adecuado. Además, estos sistemas suponen una eficaz herramienta para detectar y corregir malos hábitos de colocación y utilización de equipos y complementar los programas de formación. Asimismo, el empleo de este tipo de equipos de validación tiene un efecto positivo en la concienciación del trabajador y en el refuerzo de la imagen de marca de la empresa como una empresa innovadora, preocupada por sus empleados y que invierte en seguridad. *3M España (*) El Real Decreto 1407/1992 sobre comercialización de EPI marca los requisitos esenciales de seguridad que debe cumplir un equipo para su comercialización. El RD 1407/1992 tiene su origen en la Directiva Europea 89/686/EC. (**) Para conseguir presunción de conformidad con el RD 1407/1992 (y con la Directiva 89/686/EC), los equipos deben superar un examen CE de tipo. Este examen es realizado por los organismos notificados acreditados.