1oTrimestre16 | PROTECCIÓN LABORAL 86 Tecnología y responsabilidad En España tenemos un ‘barómetro’ en el absentismo, que arroja luz sobre otras tendencias como la siniestralidad. Por lo general, el alza del absentismo que estamos viviendo coincide con el incremento simultáneo de los acci- dentes laborales. No está claro si el absentismo provoca siniestralidad, o es la siniestralidad la que dispara el absentismo. Sea como fuere, la estadística empezaba a constatar un repunte de la siniestralidad en el puesto de trabajo ya en 2015 (alzas superiores al 6%). Los accidentes ‘in itinere’ (desplazamientos hacia o desde el centro de trabajo) también superaban el 7%. En suma, el aumento generalizado de la siniestralidad laboral afectaba a las cuatro grandes divisiones de la actividad económica (agricultura, industria, servicios y conocimiento). Lo que parece incontrovertible es una relación de causa-efecto entre siniestralidad y aceleración económica, cir- cunstancia que se exacerba en España. Al respecto, el Sindicato CCOO advertía que “la evolución de los índices de incidencia revela que la siniestralidad está aumentando a un ritmo muy superior al empleo, siendo la preven- ción de riesgos laborales una de las primeras víctimas de la crisis económica”. Convivir con los accidentes es una lección que hemos aprendido desde la noche de los tiempos. Sin embargo, la revolución tecnológica nos está redimiendo de dejarnos la vida en el tajo. En el Salón Internacional de la Seguri- dad, Sicur 2016, podremos conocer los últimos desarrollos para la prevención de la siniestralidad laboral. La industria ha puesto a nuestro alcance todo un arsenal de soluciones de protección individual, protección colec- tiva, o ayudas técnicas como ingenios robotizados (industriales y hasta personales), y exoesqueletos que multi- plican la fuerza humana. Pese a todo, la humanidad no ganará su batalla contra la siniestralidad laboral solo con tecnología. Se necesita un profundo cambio de mentalidad de los trabajadores y, sobre todo, de los cuadros directivos en las empresas. Y ese cambio empieza por elevar a axioma que el accidente no puede ser admitido como una especie de tributo del trabajo, por arriesgado que éste sea. En coherencia con nuestro habitual discurso, repetiremos que se trata de inducir un cambio positivo tomando la seguridad y salud laborales como un ‘credo’, cuya síntesis es: “Más (salud laboral) se traduce en menos (acciden- tes)”. Los aliados de la sociedad del trabajo en la lucha contra la siniestralidad son la tecnología, pero sobre todo la responsabilidad. Technology and responsibility In Spain we take absenteeism as a ‘barometer’, which sheds light on other trends as are accidents. Usually, the increase of absenteeism that we are facing keeps in parallel with the simultaneous rise of accidents. It is unclear whether absenteeism causes accidents or accidents which shoot absenteeism. Any- way, statistics began to observe a rise in accidentality in the workplace already in 2015 (over 6% incre- ases). ‘Commuting’ accidents (going to and from the workplace) also exceeded 7%. In short, the general increase in workplace accidents affected the four major divisions of economic activity (agriculture, industry, services and knowledge). What seems undeniable is a cause-effect relationship between accidents and economic acceleration, a fact that is exacerbated in Spain. In this regard, the CCOO Union warned that “the evolution of the inci- dence rates reveals that the accident is increasing at a much higher rate than employment, with preven- tion of occupational hazards becoming one of the first victims of the economic crisis”. Living with accidents is a lesson we have learned since the dawn of time. However, the technological revolution is redeeming us to let life in the pit. The Salón Internacional de la Seguridad, Sicur 2016, will show us the latest developments in the prevention of workplace accidents. The industry has put at our disposal an arsenal of solutions of individual protection, collective protection or technical aids such as robotic devices (industrial and even personal) and exoskeletons that multiply human strength. Nevertheless, humanity will not win its battle against workplace accidents only with technology. A pro- found change of workers’ mentality is needed and, above all, of the managerial staff in companies. And that change begins considering as an axiom that the accident cannot be taken as a kind of work tribute, no matter how hazardous it is. Consistent with our usual discourse, we’ll repeat that it’s necessary to induce positive change taking occu- pational safety and health as a ‘creed’, whose synthesis is: “More (occupational health) means less (acci- dents)”. The allies of the working society in the fight against accidents are technology, but above all res- ponsibility.