Bienestar laboral PROTECCIÓN LABORAL 85 | 4oTrimestre15 34 Los esfuerzos deben centrarse en la gestión del estrés en el seno de las organizaciones, que suelen ser la raíz del problema consultora de eficiencia empresarial. El estudio revela, asimismo, que los trabaja- dores españoles son más eficientes los viernes (87% del tiempo total dedicado a actividades productivas). La franja horaria más productiva parece situarse entre las 12 y la 1 del mediodía. Febrero es el mes más productivo del año (90% del tiempo activo dedicado a tareas productivas) y agosto el menos productivo. El hecho de que muchas empresas hagan jornada intensiva los viernes contribuye a que los trabajadores sean más eficientes por las mañanas, dato importante a la hora de evaluar la idoneidad de las maratonia- nas jornadas laborales que se hacen en España. Al margen de cuestiones horarias, los estudios constatan un aumento de las enfermedades mentales de origen laboral, que suponen una merma del rendimiento, cuando no pérdida de talento. La ansiedad que acompaña el estilo de vida de los espa- ñoles explicaría –al menos parcialmente- nuestra baja productividad. Absentismo laboral Aunque su manifestación sea individual, los problemas que hemos enumerado y agrupado como astenia del trabajador son también ‘enfermedades’ de las organizacio- nes, que encuentran su caldo de cultivo en los modelos de gestión internos, las rela- ciones laborales, los salarios, y las condi- ciones de trabajo, en definitiva. Toda enfermedad conlleva absentismo laboral. Un informe reciente sobre Absentismo Laboral presentado por Adecco pone de relieve que la tasa de absentismo del 4,1% en España es de las más altas del mundo, suponiendo una pérdida promedio de 10,7 días por empleado y año. Los datos indican un repunte del absentis- mo, cuya tasa había disminuido por efecto de la crisis y –según algunas fuentes- del miedo de los trabajadores a perder su empleo. La situación genera costes direc- tos e indirectos a las empresas: salarios y Seguridad Social, además de la formación de personal de sustitución, las pérdidas de ventas y de producción, disminución de la calidad del producto o servicio, sobreex- plotación y mal ambiente para el resto de compañeros, etc. estrés ocupacional: estrés de la competitividad (lo sufren los empresarios y directivos), de la creatividad (propio de escritores, artistas e investigadores), de la responsabilidad y entrega (lo padecen los médicos, las enfermeras), de las relaciones (profesionales en contacto con el público: profesores, funcionarios, vendedores), de la prisa (periodistas) de la expectativa (profesionales de alto riesgo, servidores de las fuerzas del orden) y, por último, estrés del aburrimiento (propio de trabajos parcelarios, mecánicos y monótonos). Ansiedad Cuando la situación de estrés se hace cró- nica, el trabajador puede sufrir ansiedad, una reacción emocional, en situaciones de peligro o amenaza, que genera un estado de alerta. Puede desencadenar emociones negativas: nerviosismo, sudoración, agita- ción, aumento de la frecuencia cardiaca, tensión muscular, sequedad de boca, difi- cultad para tomar decisiones... Reviste un problema de salud cuando la situación se hace crónica, con manifestaciones como cefaleas, trastornos gastrointestinales, con- tracturas musculares o dificultades para conciliar el sueño y conseguir un descanso reparador. El problema se convierte en patología cuando se convive con el mismo más de seis meses, con la sensación de no poder controlarla. Suele ir acompañado de irritabilidad extrema, problemas de con- centración, etc. Las recomendaciones preventivas incluyen la dieta saludable, el descanso (pausas ergonómicas, sueño), ejercicio físico moderado, gestión del tiempo para hacer actividades que nos distancien del proble- ma, evitar el aislamiento mediante la rela- ción social y tratar de auto-imponerse un espíritu positivo que minimiza el proble- ma. Conviene, asimismo, realizar algún entrenamiento en técnicas de control de ansiedad y estrés, meditación, yoga; así como consultar con un especialista, si la situación escapa a nuestro control. Consecuencias: bajo rendimiento laboral La fatiga –física o emocional-, el estrés o estar quemado suponen una merma de la productividad, fenómeno que está siendo especialmente llamativo en España, donde se pierde hasta un 30% de la jornada labo- ral diaria, ya sea por motivos de salud u otros. Pese a que los trabajadores españo- les permanecen una media de 9 horas y 19 minutos en su puesto de trabajo, su pro- ductividad se cifra en torno a 6 horas y 34 minutos, lo que supone que la pérdida de tiempo de trabajo ha estado en torno al 30%. Es una de las conclusiones del Estu- dio de Comportamiento Laboral de los Tra- bajadores Españoles, elaborado por una