4oTrimestre15 | PROTECCIÓN LABORAL 85  Ergonomía Figura 1 ésta afectará en el movimiento resultante de nuestro cuerpo y en la ejecución de las actividades de la vida diaria. Por ejemplo, si imaginamos un plano transversal a la altura de los hombros y otro a la altura de la pelvis, que se manifiesta antes de poseer identidad alguna y viene determinado por la constitución y capacidad de nuestro sistema nervioso, estructura ósea, musculatura y tejidos blandos. La educación determina el propio lenguaje y crea en nosotros una serie de patrones en función de una sociedad dada en la que nacemos y vivimos. Así, en algunos países como Japón es habitual sentarse en el suelo o en sillas bajas por una costumbre cultural. En cambio, el autoaprendizaje es nuestra propia selección de los conceptos que queremos asimilar del exterior y, por lo tanto, es en cierta medida lo que está en nuestras manos modificar. Recomendaciones posturales Conviene tener en cuenta ciertas recomendaciones posturales durante el trabajo, pero también en el resto de actividades de la vida diaria. ·Manipular cargas Al ubicar objetos en una estantería o armario, colocar los más pesados o voluminosos en los estantes intermedios. Evitar situar los objetos de uso más frecuente en alturas por encima del hombro o por debajo de las caderas. -Utilizar las ayudas disponibles para minimizar esfuerzos en los desplazamientos (carros, carretillas...). -Desplazar los carros empujando en vez de tirando. -Al levantar una carga del suelo, doblar las rodillas, y levantarse conservando las curvaturas naturales de la columna vertebral (ver fig. 1). Llevar la carga lo más cerca posible del cuerpo. -No realizar giros de tronco mientras se levanta o transporta un objeto pesado. Levantar entre dos personas aquellas cargas que sean muy pesadas o voluminosas. ·Tareas en bipedestación -Mantener la espalda recta, conservando las curvaturas naturales de la columna. -Utilizar calzado cómodo, evitando zapatos de tacón alto o totalmente plano. -En tareas prolongadas, utilizar un taburete donde poder reposar un pie de forma alternativa. De esta manera, evitamos que se acentúe la lordosis lumbar (ver fig. 2). -Si la tarea requiere flexionar el tronco sobre el plano de trabajo o aplicar fuerza, intentar buscar un punto de apoyo con la extremidad libre. -Si la tarea requiere trabajar a alturas bajas, flexionar una rodilla y apoyarla sobre el suelo. ·Tareas en sedestación -Sentarse con la espalda bien apoyada en el respaldo (sobre todo la zona lumbar) y no en el borde de la silla. -Evitar la retroversión de la pelvis (el peso debe estar sobre los isquiones). -Acercar la silla a la mesa de trabajo. -Regular la altura de la silla hasta que los codos queden al nivel de la mesa, manteniendo los hombros relajados. -Si después de tener regulada la silla, los pies no tocan el suelo, utilizar un reposapiés. -Si es posible, utilizar sillas giratorias y con ruedas (con cinco puntos de contacto en el suelo), de esta forma podremos girar o desplazarnos moviendo la silla en lugar de forzar el cuerpo. -Al pasar a bipedestación, apoyarse en el reposabrazos o sobre los muslos para disminuir el esfuerzo que habitualmente hacemos con la musculatura de la espalda. -Al trabajar con ordenador o realizar una tarea de precisión, apoyar los antebrazos sobre la mesa (ver fig. 3). -Evitar levantar cargas o realizar fuerzas elevadas en sedestación. ·Utilizando superficies de trabajo En primer lugar, es importante tener en cuenta que la altura de la superficie de trabajo va a depender del tipo de tarea que Figura 3 ambos planos deberían ser paralelos. Cuando esto no es así significa que hay una asimetría y, como consecuencia, todos los movimientos resultarán más fáciles de ejecutar con un hemi-cuerpo que con el otro. En los primeros años de vida, el niño realiza movimientos al azar y libres de patrones. En la edad madura, en cambio, tendemos a repetir un número limitado de movimientos (a veces durante horas) y a automatizar acciones y patrones de movimiento asociados a una tarea (por ejemplo llevar el bolso en el mismo lado), por lo que la estructura esquelética se ajusta a ellos, se producen cambios y la postura se deforma. Debemos tener en cuenta que actuamos de acuerdo con nuestra auto-imagen y ésta a su vez está condicionada por tres factores: hereditario, educacional y autoaprendizaje. El factor hereditario es el más inmutable, ya Figura 2 17