Riesgos emergentes PROTECCIÓN LABORAL 84 | 3oTrimestre15 Micro-climas laborales tóxicos: la oficina y el tóner de impresoras/fotocopiadoras Insidiosamente contaminan con su emisión Las oficinas tienen un elevado nivel de contaminación ambiental de naturaleza físico-química. Descartados fenómenos como la electricidad sucia o el ruido –de los que hemos hablado en ocasiones-, pondremos el foco en los contaminantes químicos, y muy concretamente en el tóner, el polvo negro de impresoras y copiadoras. Como ocurre con todas las partículas ultra-finas, la nocividad es mayor cuanto menor es el tamaño. La prevención básica es evitar la inhalación, aunque ésta se produce de manera insidiosa. “El 50% de los trabajadores de oficina sufren el síndrome de la oficina enfer- ma”, indica un comunicado del Insti- tuto de Biomecánica de Valencia (IBV). Dolo- res de cabeza, conjuntivitis, problemas dermatológicos, malestar o falta de concentra- ción son algunos de los síntomas frecuentes. Hasta hace poco sólo nos ocupábamos de los riesgos ergonómicos (diseño del mobiliario, posturas de trabajo)... Pero en la oficina hay otros riesgos insidiosos tanto o más perjudi- ciales que las PVDs (pantallas de visualización de datos) y que, al igual de éstas, son causa de dolencias que no dan la cara de inmediato, lo que merma toda eficacia preventiva. Atmósferas irrespirables Sin que seamos conscientes de ello, la calidad del aire interior de una oficina representa un problema de salud. La atmósfera puede estar contaminada por múltiples sustancias vincula- das, por ejemplo, al mobiliario, suelos y reves- timientos (vapores de formaldehido), tapiza- dos y otros materiales sintéticos, productos químicos en general, y el tóner. El síndrome respiratorio que pueden desarrollar los traba- jadores de las oficinas empieza a denominarse “pulmón de oficinista”. Quizás sea nuevo el nombre, pero no el problema, que nos acom- paña desde el despegue de la reprografía hace más de medio siglo. Su composición incluye hasta un 85% de una resina plástica (polímero), que tiene la fun- ción de aglutinante, con bajo punto de fusión; un 10% de negro de humo, pigmento utilizado desde épocas remotas para obtener el color negro; el resto son agentes electrostáticos que intervienen en la transferencia de cargas que permiten la formación y migración de la ima- gen entre el tambor y el papel (impresión). Las partículas de tóner tienen una granulome- tría (diámetro) que oscila entre 10 y 20 micras. Ejercen efectos irritantes y sensibili- zantes sobre las vías respiratorias: estornudos, tos crónica, irritaciones en la piel y ojos e, incluso, dolores de cabeza. Como micro-partí- culas, son muy inhalables, y tanto más nocivas cuanto más pequeñas son. Los límites de exposición aplicable a estas sus- tancias son los mismos que para los polvos que no tienen efectos específicos nocivos: 5 mg/m3 en polvo respirable, y 10 mg/m3 en polvo total. Tóner, ‘toxina officinalis’ Bastaría con decir que el tóner no es una sus- tancia inocua, como lo demuestra el hecho de que debe contar con su FDS (Ficha de Datos de Seguridad). En la misma se hace constar que la IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) considera el negro de humo como carcinógeno del grupo 2B para humanos. Con alguna variación, los tóner suelen compo- nerse de polímeros (‘aglomerado’ de varios componentes o monómeros, que forman una macro-molécula). Suelen ser de naturaleza plástica (poliestirenos, etc.). El negro de humo es el pigmento característico de estas tintas en polvo. Otros componentes son las ceras y disolventes como etilbenceno y xileno (dan fluidez al proceso), amonio cuaternario (control de carga), etc. Simplificando, el tóner es una combinación de resinas termoplásticas y pigmentos obteni- dos del negro de humo. Esta sustancia contie- ne más de un 85% de carbono en forma de partículas casi esféricas obtenidas por la com- bustión parcial de hidrocarburos (los mismos contienen pirenos y benzopirenos). El Valor Límite Ambiental (VLA) vigente en España para el negro de humo es de 3,5 mg/m3 (revi- sión del 2014 por el INSHT). Los VLA, que en otros países son más estric- tos, se deben a que la exposición a dicho pro- ducto puede causar daño pulmonar e irrita- ción cutánea. Además, existe evidencia de que algunas de sus posibles impurezas (nitro- pirenos) tienen capacidad mutagénica sobre ciertas formas de vida (cepas de salmonella). 38 El aire de la oficina puede estar cinco veces más contaminado que el de la calle