OFICINAS CALIDAD DE VIDA LABORAL CON LAS WELLNESS BALLS SE HACE EJERCICIO AL ESTAR SENTADO Riesgos en la oficina Mientras alcanzamos mayores cotas de bienestar en las oficinas, hay que seguir hablando de los riesgos laborales. Por citar algunos, recordaremos las pantallas de visualización de datos (PVDs) indispensables para trabajar con ordenador, y que pueden ser fuente de afecciones visuales, fatiga o trastornos musculoesqueléticos si no se dan las condiciones ergonómicas adecuadas en el entorno de trabajo. Un ‘checklist’ rápido –y objeto de una evaluación de riesgos sostenida en el tiempo, por mandato legal- contemplaría: -Ruido. Aunque es un riesgo a la baja en el entorno de la oficina, este contaminante físico dificulta el trabajo y causa daños a largo plazo, por lo que siempre debe tra- bajarse con niveles de presión sonora por debajo de los límites legales. La solución pasa por una medición con un sonómetro y las medidas correctoras oportunas. -Temperatura. Se trabajará en un rango razonable (23-26o C), procurando hacer un uso moderado del aire acondicionado en verano para evitar molestias y resfriados. Además los equipos tienen que estar bien mantenidos y sus filtros limpios o, de lo contrario, dispersarán en el ambiente malos olores y otros contaminantes que se difundirán por el aire, causando alergias y problemas respiratorios. -Iluminación. Su buena calidad no sólo elimina riesgos (fatiga visual, agotamiento, estrés, cefaleas), también aumenta la productividad (hasta un 5%, según estudios). Hay que aprovechar la luz solar, que se combinará con la artificial. Sin embargo, el sol no debe incidir directamente en las superficies de trabajo ni causar molestias para trabajar con las PVDs. Los puestos de trabajo mejoran mucho al trabajar con luz blanca (por ejemplo, la de los fluorescentes). -Caídas, golpes, resbalones. Es la principal causa de accidente en cualquier activi- dad, siendo una contingencia tristemente frecuente en las pymes, con periodos de baja que superan los 3 días. Pueden evitarse mediante la identificación-señal- ización de las zonas peligrosas, manteniendo espacios de trabajo ordenados y libres de obstáculos (sin cables que puedan cruzarse en nuestro camino), con pavi- mentos en buen estado y propiedades antideslizantes, en estancias bien ilumi- nadas. -Riesgos eléctricos. El accidente eléctrico (paso de la corriente eléctrica por el cuerpo humano) es frecuente, pudiendo comportar un riesgo para nuestra integri- dad física en función de la magnitud del accidente (voltaje e intensidad de la corri- ente). Tanto la red como los aparatos y maquinaria conectados deben estar en buen estado, evitando prácticas erróneas como desconectar tirando de un cable o conectar muchos cables en una sola toma recurriendo al empleo de los conoci- dos como ‘ladrones’. -Cortes/pinchazos. Si manejamos cutter, el mejor consejo es que sea de los que conocemos como cuchillos de seguridad, que están dotados de mecanismos de retracción para impedir el corte cuando la hoja pierde el contacto con la superficie de corte. -Incendio. Los triples o ‘ladrones’ y las papeleras cerca de tomas eléctricas o fuentes de calor son causas frecuentes de fuegos incipientes. Junto al control de potenciales causas de incendio, hay que contar con medios para sofocarlo si se produce (como mínimo extintores con una presión suficiente de trabajo, detectores de humos, etc.). Y en el checklist de la oficina saludable no pueden faltar asuntos como la calidad del aire, control de plagas, lipoatrofia, campos electromagnéticos, que agrupamos en el concepto de “edificio enfermo”. Edificios e instalaciones saludables Cuando un edificio está ‘enfermo’ las personas que lo habitan también sufren patologías por contagio. Es difícil trabajar más –o mejor- en edificios que están