2oTrimestre15 | PROTECCIÓN LABORAL 83  Ergonomía caminar (walkstations), etc., que se montan en las oficinas y no requieren un gran espacio (en torno a los 20 m2). Listas para usar (plug&play) permiten ejecutar diversos ejercicios que comportan una mejora muscular y cardiovascular. Estos equipos no requieren de entrenador personal: al emplea- do le basta con introducir sus datos y los obje- tivos físicos que persigue, obteniendo un plan de trabajo adaptado a su perfil. Hacer ejercicio en la oficina (u otros lugares de trabajo) no es una moda ‘cool’ de culto al cuerpo si tenemos en cuenta que un tercio del día lo dedicamos al trabajo. Los benefi- cios son constatables, pues unos trabajado- res sanos faltan menos al trabajo, son más productivos, se relacionan más con los com- pañeros y, en ocasiones, dan visibilidad a la empresa en ámbitos relacionados con la res- ponsabilidad social corporativa. El ejercicio aumenta la fuerza muscular haciendo dismi- nuir el riesgo de trastornos músculo-esquelé- ticos, como el dolor lumbar, una de las prin- cipales causas de absentismo y bajas laborales. También se reducen los niveles de colesterol y triglicéridos; y, según el estudio internacional Interheart, disminuye el riesgo de infartos de miocardio. El sedentarismo asociado a muchos trabajos no es óbice para hacer ejercicio mientras se trabaja. Hace una década, estudios científicos advertían que pasar mucho tiempo sentado puede provocar obesidad, aumentando el riesgo de diabetes, presión alta y enfermeda- des cardíacas. “Incluso, ir al gimnasio tres veces por semana no disminuye el peligro de llevar una vida sedentaria por horas seguidas”, sentencia el doctor James Levine, endocrinó- logo de la Clínica Mayo (EEUU). “Tenemos muchas evidencias de que estar sentado nos mata. Uno está prácticamente sentándose en un féretro”, argumenta Levine. Para combatir el sedentarismo laboral, un número creciente de estadounidenses trabaja de pie, camina y hasta monta bicicleta durante su jornada laboral en escritorios adaptados con cintas para caminar o estar de pie, o esta- ciones de trabajo móviles. Estar pegado al escritorio mientras se trabaja ya no es una excusa para no hacer ejercicio. Ahora se puede ser productivo en dos frentes: atender el correo electrónico, por ejemplo, y correr de 5 a 7 kilómetros sobre una cinta ins- talada en el despacho, sistema que cada día es más frecuente. Pueden emplearse también bicicletas estáticas, u opciones más baratas como sentarse sobre pelotas gigantes para ejercicio. También puede hacerse ejercicio mientras se va a trabajar. Así, un programa piloto del gobierno francés primará a los trabajado- res que usen la bicicleta para desplazarse a su lugar de trabajo con 25 céntimos de euro por kilómetro recorrido. La iniciativa forma parte de un programa europeo para mejorar la salud de las personas al tiempo que se reduce la contaminación del aire y el consumo de combustibles fósiles. Además de lo ya citado, las empresas salu- dables promueven la salud de sus emplea- dos con otras muchas iniciativas, entre las que podemos citar: promoción de la ali- mentación saludable, erradicación del tabaquismo, alcohol o consumo de sustan- cias psicotrópicas, “talleres de felicidad” (apoyo psicológico para superar proble- mas), etc. Música y siestas en el trabajo La empresa saludable no sólo evita el daño, también promociona la salud física y psíqui- ca en una política de excelencia. La música no sólo no molesta, sino que se ha utilizado a lo largo de la historia incluso para enardecer el ardor guerrero de los soldados (romanos, napoleónicos, o ejércitos moder- nos). Comprobado empíricamente y con estudios de toda índole, la música motiva, estimula y relaja a muy bajo costo. Si la músi- ca amansa las fieras, también puede inducir un efecto sedante en los trabajadores, enfrentados a sus ocupaciones diarias en sus puestos de trabajo. ·La siesta, una terapia Dormir en el trabajo (por ejemplo, después de la comida, en jornadas partidas) es una ten- dencia creciente en muchas empresas, que han descubierto tardíamente los beneficios de la siesta (¿española?). La siesta no es un patri- monio exclusivo de España. Los estudios constatan que uno de cada cuatro alemanes duerme la siesta. La encuesta, efectuada sobre una muestra de 19.000 personas, sorprendió al situarse Alemania en primer lugar de los adeptos al descanso post-comida, por encima de Italia (16%), Gran Bretaña (15%), España (9%) y Portugal (8%). Se creía que la siesta era una consecuencia inevitable del proceso digestivo, pero los cien- tíficos aseguran que el cerebro pide un tiem- po de descanso que se presenta cuando se ini- cia la tarde. La importancia de la siesta radica en que supone un período de descanso que, sin ser profundo, permite una desconexión de la conciencia antes de reanudar la activi- dad. Así, la práctica de la siesta debe asumirse como otra rutina. Durante este descanso de transición, la presión arterial disminuye (los cambios metabólicos que se producen conlle- van la reducción de la frecuencia de los latidos cardíacos y la tensión arterial). ·Salas de sesteo Las empresas saludables deben apostar por muebles funcionales o luz natural, sin olvidar aspectos tan importantes como las ‘rest- rooms’ o ‘nap-rooms’ (salas de descanso o salas de siesta). Investigaciones recientes aportan nuevas explicaciones sobre la influen- cia beneficiosa de la siesta en la productivi- dad. En 2010, investigadores de la Universi- dad de Berkeley (California) confirmaron que sestear puede mejorar la habilidad del cerebro para retener información, subrayando que la pausa de la siesta “no sólo alivia el cansancio, sino que induce saltos cualitativos de la capa- cidad neurocognitiva a pesar del avance del día y del lógico agotamiento”. Dos años antes, investigadores de la Universidad de Haifa (Israel) concluyeron que las siestas “aceleran el proceso de consolidación de la memoria a largo plazo”; mientras que el Instituto Nacio- nal de Seguridad y Salud Ocupacional en Atlanta concluyó, en 2007, que una breve sies- ta durante el día “puede ser una estrategia útil para mejorar no sólo el estado de ánimo, sino también la satisfacción laboral”. Las nap-rooms (salas de siesta) potencian la productividad 25