Ergonomía  PROTECCIÓN LABORAL 83 | 2oTrimestre15 24 losis fuera de control que atentan a la salud respiratoria de propios y extraños, etc. ·Lipoatrofia En este viaje desde el ‘edificio enfermo’ hasta el ‘edificio optimista’ no podemos dejar de referirnos al ‘edificio tecnológico’. Debe haber muchos en España funcionando a plena satisfacción. Sin embargo, es obligado recono- cer la relación entre edificios tecnológicos, concebidos como el paradigma del confort, y la lipoatrofia semicircular, afección que pro- voca una distribución irregular del tejido adi- poso (normalmente en las extremidades supe- riores por su contacto con superficies de trabajo como son las mesas). La exposición a la radiación electromagnética (electricidad sucia) es otra triste cruz de los edificios tecno- lógicos. Gestión de instalaciones (Facility Management) Hablando de centros de trabajo, la etiqueta más importante sería la de “edificio bien ges- tionado”. Los edificios necesitan un ‘Facility Manager’ (Gestor de la Instalación), cuya fun- ción, similar a la de un médico de cabecera, es vigilar (mantener) la salud de las instalaciones para conseguir edificios salubres, porque no puede haber trabajadores saludables en edifi- cios enfermos, y la salud laboral es toda una plusvalía que enriquece a nuestra sociedad. Bienvenidos sean los edificios optimistas, siempre que cumplan con toda la preceptiva pertinente en cuanto a lugar saludable, y que puede demostrarse fácilmente con una audi- toría ambiental e higiénico-sanitaria del edifi- cio, algo así como el certificado de desratiza- ción, pero con más enjundia. En un contexto de edificios saludables por su buena gestión, la última tendencia se orienta a lo que se ha etiquetado en nuestro país como el primer edificio ‘optimista’, un calificativo que también se deja llevar de un franco opti- mismo, pero que constituye una iniciativa saludable y, sobre todo, digna de ser imitada. Aunque pudiera parecer algo nuevo, el ‘edifi- cio optimista’ es la puesta en práctica de ideas varias que parten de la ergonomía y la psicolo- gía positiva, y se aderezan con unas gotitas de ‘management’ avanzado, enfocado a unos objetivos empresariales. Inaugurado en la Comunidad Valenciana, este edificio, que aspira a alentar el optimismo en época de vacas flacas, aplica la psicología positiva y las artes escénicas para potenciar, entre otros efectos beneficiosos, las habilida- des de una plantilla de trabajadores. El positi- vismo brota de las paredes y la decoración. Así, dos pequeñas mariposas mecánicas, ali- mentadas con energía solar, aletean en sendos setos verdes en el vestíbulo. En la primera planta, las paredes de tonos claros y las dece- nas de árboles y flores pintadas en las oficinas alegran la vista de los 45 trabajadores. En una fachada lateral del edificio se ha pintado un gran árbol de 8 metros, que pretende inducir una dosis de sedación en un mundo laboral acelerado. El fin de la oficina sedentaria El ejercicio físico es posible dentro y fuera de la oficina. Veremos algunas posibilidades. Existen estaciones de ejercicio, cintas de La ergonomía es el punto de partida en el diseño de los puetos de trabajo Aire acondicionado: pautas de uso responsable Se cumple un siglo de la instalación del primer aire acondicionado doméstico, un avance importante para la actividad humana. Para generar frío, los equipos de aire acondiciona- do crean calor (axioma de la transformación de la energía). Así, la temperatura media en una ciudad como Madrid puede elevarse entre 1 y 2 grados por efecto del aire acondicio- nado (enfría las habitaciones, pero calienta las ciudades). El confort térmico es un concepto subjetivo: 23o C en el puesto de trabajo puede ser una temperatura aceptable para unos, y calurosa para otros. Por eso es conveniente estable- cer unas pautas neutras cuya vocación será la de satisfacer al mayor número de usuarios, siempre con criterios de racionalidad, salubridad y eficiencia energética. Hacer un uso moderado del aire acondicionado redunda en beneficios para el medio ambiente y la salud de las personas (en verano son frecuentes los resfriados, catarros y faringitis). Asimismo, al reducir la humedad ambiental, el aire acondicionado puede cau- sar molestias rinofaríngeas (nariz y faringe), irritaciones en la piel y sequedad en los ojos. La exposición directa a un chorro de aire frío aumenta el riesgo de contracturas muscu- lares. Los expertos recomiendan temperaturas de entre 23 y 26o C constantes (habitaciones cerradas para evitar fugas y reducir el consumo energético), así como limpiar los filtros para evitar la polución del aire, condición que puede ser especialmente nociva para per- sonas con alergias. Conviene evitar situaciones harto frecuentes como una refrigeración muy elevada (entre 18 - 20o C) sobre todo cuando son frecuentes los cambios entre diferentes ambientes (tener que salir al exterior, por ejemplo), lo que produce un choque térmico perjudicial para la persona expuesta.