1oTrimestre15 | PROTECCIÓN LABORAL 82 Enfermedades profesionales cabecera cuando se encuentran mal, en lugar de ir a su Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social (MATEPSS), como hacen cuando sufren un accidente. Esta situación se ve favorecida porque el traba- jador no relaciona su enfermedad con su trabajo, ya que no siempre conoce los ries- gos de su trabajo que pueden originar una enfermedad profesional. Y cuando lo atiende el médico de atención primaria, que no es especialista en Medici- na del Trabajo ni conoce el lugar de traba- jo del paciente, habitualmente lo atiende, sin desviarlo a su MATEPSS. A la típica pregunta “¿dónde le duele?”, el médico de cabecera debería añadir otra: “¿de qué trabaja?”. En este sentido, consideramos muy importante que tanto el médico del trabajo que ejerce la vigilancia de la salud, como el médico de atención primaria puedan acceder con facilidad a la evaluación de riesgos laborales del puesto de trabajo del paciente. Y también consideramos muy importante, dada la realidad actual, que los médicos de atención primaria reciban formación propia de la Medicina del Trabajo, aunque en teoría, que no en la práctica, sea ajena a su especialidad. Por ello, debemos celebrar la última inicia- tiva del Gobierno en este sentido. Ha sido la firma de ocho convenios de colabora- ción para la realización de un curso de enfermedades profesionales para médicos de atención primaria, online. Medida esca- sa, ciertamente, pero en la dirección ade- cuada. Se publicaron en el BOE el 23 de junio de 2014 y se firmaron entre el INSS y el Instituto de Salud Carlos III por una parte, y por otra por las Administraciones de Canarias, Catalunya, Galicia, Murcia, la Rioja, les Illes Balears, Asturias y la Comu- nitat Valenciana. En el mismo sentido, la mencionada revis- ta Prevencionistas dedicó su no 17 al abor- daje de las enfermedades profesionales desde la atención primaria, y el INSHT ofrece en su web 22 guías para facilitar a los profesionales sanitarios la detección del origen profesional de la enfermedad. 8 para enfermedades del aparato respirato- rio, 4 para enfermedades de la piel y 10 para enfermedades osteomusculares. Con todo, siguen faltando iniciativas en el otro problema mencionado, la falta de comunicación fluida entre los res- ponsables las especialidades técnicas de los servicios de prevención y los res- ponsables de la vigilancia de la salud. Nuevos retos para la Medicina del Trabajo Una de las obligaciones de los prevencionistas es avanzarse a la aparición de nuevas enfermedades profesionales, ya que la prevención consiste, precisamente, en anticiparse para evitar el daño. En este sentido, se debe tener en cuenta que el imparable avance tecnológico y el uso masivo de nuevas tecnologías pueden causar nuevas enfermedades profesionales, y también no profesionales. Pondremos tres ejemplos. El primero, las radiaciones no ionizan- tes de los teléfonos móviles. No es hasta junio de 2011 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) las relaciona con el cáncer, incluyéndolas en la cate- goría de “posible causante”. La siguien- te categoría es “probable causante”. Es decir, hoy por hoy no se considera pro- bable, sólo posible. Al mismo tiempo, la OMS propone medidas correctoras: Ale- jar el teléfono dos centímetros de la cabeza o usar dispositivos de “manos libres”. ¿Por qué no incluir esta medida en las evaluaciones de riesgos laborales? Otro ejemplo son los nanomateriales, que cada vez se utilizan para fabricar más productos. El tema preocupa, y prueba de ello es que en julio de 2011 la Unión Europea (UE) licitó un estudio sobre los riesgos y medidas de control de los nanomateriales, así como la legis- lación que debería modificarse, por un importe de 280.000 €. No nos consta que se haya publicado. Hoy por hoy, la única medida conocida que puede ser efectiva es la instalación de barreras entre los nanomateriales y el personal que trabaja con ellos. En cuanto a la población en general no debemos asustarnos. Según el Instituto de Nanociencia de Aragón, en cada res- piración se inhalan 10 millones de nanopartí- culas producidas en procesos naturales. Ino- cuas totalmente. Para saber más sobre el tema, y también sobre los usos y aplicaciones de los nanomateriales, se puede visitar la web del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA). El último ejemplo también se refiere a los smartphones, en relación a la luz led que emi- ten. Las luces led emiten ondas casi exclusiva- mente en el espectro que las personas podemos ver, a diferencia de la luz incandes- cente, que emite en un espectro mucho más amplio y genera calor. (Por este motivo su ahorro energético.) Con la premisa de que el ojo humano no está diseñado para mirar la luz, diversos estudios de la Universidad Complutense de Madrid y recientemente de la Universidad de Gifu (Japón) alertan de que la luz de onda corta del LED puede dañar gravemente las células foto- receptores de la retina. La palabra “puede” no es gratuita, ya que dada la reciente aparición de los smartphones no se han realizado estu- dios en personas. En este caso, la protección es un filtro protector. Para saber más sobre el tema se puede consultar en web reticare.com Para finalizar el tema de los smartphones, recordar que, como medida preventiva, el Gobierno Belga ha prohibido a partir del 1 de marzo de 2014 tanto la venta de móviles fabricados para niños como la publicidad de móviles destinada a ellos (menores de siete años). También obliga a que indiquen el SAR (radiaciones emitidas) y publica una página sobre el “uso razonable del móvil”. 43