Riesgos emergentes PROTECCIÓN LABORAL 82 | 1oTrimestre15 34 ambiental proviene del embalsamiento del agua, reducción del nivel de agua y cambios en sus flujos, así como la construcción de pan- tanos, carreteras o líneas de alta tensión. La energía hidráulica proporciona más del 17% de la electricidad mundial, convirtiéndose, con diferencia, en la energía renovable más importante de las usadas en la generación de electricidad. Los peligros y riesgos asociados con la construcción, explotación y mantenimiento de grandes plantas hidráulicas son los mismos que encontramos en la construcción y en el transporte y distribución de energía eléctrica. Incluye las lesiones que provocan equipos mecánicos y el manejo de materiales, los riesgos por accidente eléctrico durante la instalación o construcción de líneas aéreas o soterradas, la exposición química al gas de hexafluoruro sulfúrico, y al bifenilo policlorado. Los trabajadores deben estar provistos con equipo de protección que incluya los cinturo- nes de seguridad y equipo de protección con- tra las caídas de altura, protección respiratoria y protección eléctrica. Asimismo dispondrán de protocolos de respuesta a emergencias in situ, ya que muy frecuentemente los acciden- tes más graves se producen durante la cons- trucción de las grandes presas. Estas instala- ciones también pueden tener un impacto social grave si provoca el desplazamiento de las comunidades y los pueblos indígenas locales. Bio-energía El sector de las bio-energías está teniendo un rápido desarrollo, incluye bio-combustibles, bio-gas y bio-masa para generar calor y electri- cidad. El desarrollo futuro de esta tecnología se hará empleando materias primas como las algas, monocultivos y grasas animales/aceites de cocina usados. Una de las preocupaciones medioambientales es el empleo de suelo agrí- cola para cultivar las ‘cosechas energéticas’. Los bio-combustibles están en el punto de mira de los investigadores y medioambienta- listas por su efecto sobre el alza del precio de los alimentos o la pérdida de biodiversidad, dependiendo el alcance de su efecto del cui- dado que se ponga en la gestión del recurso. En forma líquida, sólida o gaseosa, la bio-ener- gía también despierta preocupaciones medio- ambientales y las relativas a la seguridad y la salud de los trabajadores. Los peligros, que surgen principalmente de la producción de materia prima, son similares a los de la agricul- tura y el sector forestal. La producción de cul- tivos tradicionales como caña de azúcar o soja se asocia con la exposición a los fitosanitarios. La recolección manual de la caña de azúcar también implica la carga física en lugares típi- camente húmedos y calurosos. En casos extre- mos, puede producirse la muerte del trabaja- dor por agotamiento (golpes de calor). Durante los procesos térmicos, se produce la exposición a sustancias carcinógenas, gases, monóxido de carbono, óxidos de azufre, plomo, compuestos orgánicos volátiles (COVs), trazas de mercurio (se evapora a par- tir de los 40o C), metales pesados y dioxinas procedentes de la combustión de materia. La polución emitida por unidad de energía gene- rada dependerá del refinamiento de la tecno- logía empleada. Almacenada, la biomasa supone un peligro de fuego, y que el material usado para los proce- sos no siempre es fácil de almacenar. También existe el riesgo de explosión cuando se dis- persan pequeñas partículas en el aire. Por otra parte, la biomasa puede causar polución del aire, dispersión de esporas y líquidos residua- les con potencial para afectar a la salud, lo que implica una manipulación y almacenaje muy cuidadosos. Los problemas de seguridad de los aspectos citados son muy similares a procesos análogos en el sector de los recursos fósiles: operación de turbinas de gas, almacenaje seguro, mani- pulación y transporte de líquidos inflamables. Es vital disponer de códigos de buenas prácti- cas para la anticipación, identificación, evalua- ción y control de peligros y riesgos, sean conocidos o no. Gestión de residuos y reciclaje Reciclar es ‘verde’, no así las condiciones de trabajo de muchos recicladores debido, prin- cipalmente, al empleo de prácticas no apro- piadas: por ejemplo, quemar cableado con ais- lante de plástico para recuperar el cobre produce humos tóxicos y dioxinas que conta- minan el medio ambiente y a los recicladores. Reciclar se está convirtiendo en parte integral del diseño de producto y la gestión de resi- duos. Sin embargo, las nuevas tecnologías de reciclado pueden desatar nuevos riesgos dada la presión para preservar las cualidades y pres- taciones de los productos. Asimismo, la reco- gida de productos de desecho puede conlle- var la manipulación de sustancias peligrosas, desde nanomateriales y nuevos tipos de quí- micos hasta el continuo crecimiento de resi- duos electrónicos (cargados de sustancias tóxicas). Igualmente, los procesos de recicla- do y valorización energética de los residuos pueden generar peligros como la producción de gases o explosiones. La futura minería-vertedero de recursos hará que aumenten las exposiciones a sustancias nocivas. Los perjudicados serán los países pobres, destino habitual de las exportaciones de residuos de las primeras economías mun- diales. En la guía jerárquica de la gestión de los residuos, la prevención es la primera opción, y la eliminación (o reciclado) el último recur- so. En la práctica, no es así. El trabajo de reci- clado puede ser sucio, contaminante, poco atractivo o, incluso, peligroso, además de mal pagado, incluso en países desarrollados. Un estudio sobre las condiciones de trabajo en los centros de reciclado de Suecia señalaba la necesidad de acciones preventivas, como mejora de la maquinaria y el equipo, además de mayor formación, especialmente en el manejo de residuos peligrosos. En el Reino Unido, trabajadores de una esta- ción de reciclado de residuos eléctricos sufrie- ron envenenamiento por mercurio debido a su trabajo de reciclaje de las ‘eco-bombillas’ (bajo consumo) debido a procedimientos ina- decuados de trabajo. Otro ejemplo es el reci- claje de chatarra, que ocupa a muchos trabaja- dores. En Estados Unidos, las causas más comunes de enfermedad en esta industria son el envenenamiento con metales pesados, tras- tornos musculo-esqueléticos por movimien- tos repetitivos, enfermedades o desórdenes dermatológicos o respiratorios. En la mayoría de países en vías de desarrollo, el creciente volumen de residuos ha desbor- dado a los gobiernos. Con frecuencia, los resi- duos médicos infecciosos y los desechos tóxi- cos de la industria no son separados de la basura doméstica antes de ir a parar a los ver- tederos. En este panorama sombrío encontra- mos que la actividad de reciclado es ejercida principalmente por trabajadores de la econo- mía llamada ‘informal’. Las estimaciones