Trabajo y salud PROTECCIÓN LABORAL 82 | 1oTrimestre15 de éstos ejercen una acción directa sobre la piel, causando dermatitis. Además, en el cuadro adjunto se recogen los riesgos bioló- gicos asociados a la recolección, transporte y almacenaje de productos agrícolas. La encajadora de naranjas En el proceso descrito anteriormente inter- vienen muchas manos. Sin embargo, la ima- gen más familiar que tendrá el lector es la de las ‘triadoras’-encajadoras, cuyo cometido es trabajar en una ‘cadena’, que funciona a una velocidad inmisericorde, seleccionando las naranjas y acomodándolas en cajas para su viaje final. Se estima que una encajadora de naranjas suele manejar unos 150 kilos por hora, lo que representa unas 775 naranjas, que aca- ban siendo más de 6.000 en una jornada de ocho horas. En plena temporada, con jorna- das de 10 o 12 horas, pasarán por las manos de la encajadora entre 8.000 y 9.000 naran- jas cada día. Los comentarios ponen de relie- ve las múltiples molestias que implica ese trabajo en cadena. Molestias que son silen- ciadas por quienes las sufren porque, como quedó dicho por Catalina Fogués, veterana encajadora y sindicalista, “hay mucho miedo... A que no te llamen, a que te tomen manía. A no tener trabajo...”. Con la precariedad laboral actual, el miedo ha vuelto a los almacenes de cítricos, donde las encajadoras siguen sudando (a pesar del frío ambiental que puede registrarse en el almacén para cumplir con su cometido, que alguien –sardó- nicamente- podría calificar como “trabajar encadenado”. Pese a la situación de paro, durante la temporada de los cítricos, es fácil ver anuncios en internet y otros medios reclamando personal para los almacenes y, especialmente, para la función de encajadora El médico Pere Boix, vinculado al Instituto Sindical de Trabajo Ambiente y Salud (ISTAS) dijo hace lustros que las encajado- ras “realizan su trabajo de pie permanentemente. Mantener una postura durante mucho tiempo no es conveniente para el esqueleto; por otra parte, están realizando movimientos repetitivos con las manos, utilizando pocos músculos o utilizándolos a gran velocidad, proba- blemente se les cansa la vista porque están prestando una atención visual per- manente sobre su trabajo. Seguramente están soportando el ruido que conlleva el funcionamiento de la cadena. En la mayo- ría de los casos el microclima no es el ade- cuado, con frío o calor excesivos. Todo esto actúa a la vez sobre la persona y desencadena no ya patologías concretas que podamos definir clínicamente, sino lo que podemos definir como desgaste de la salud por el trabajo”. Dicho desgaste es multi-causal: naranjas, sudor y miedo a quedarse sin trabajo corren en distintas proporciones por los almacenes de cítricos españoles. TME y otras problemáticas La ergonomía es la disciplina científica que nos explica cómo deben diseñarse las cosas (objetos, máquinas y actividades) para que las personas obtengan el mayor rendimiento posible al utilizarlas. Y mayor rendimiento también implica ausencia de lesiones. Huelga recordar aquí que la ergonomía es la asignatura pendiente de cualquier tra- bajo, y los almacenes de cítricos no esca- pan a esa realidad. Los TME (trastornos musculo-esqueléti- cos) abarcan una amplia gama de enfer- medades inflamatorias y degenerativas del sistema locomotor, que se pueden dividir en dos grandes grupos: dolor y lesiones dorso-lumbares, y lesiones causadas por esfuerzos repetitivos. En ambos casos corresponden a un conjunto de patologías que afec- tan al aparato musculo-esquelético (sistema locomo- tor), es decir, hueso, cartílago, tendones, músculos. El origen de estos trastornos es multi-causal, y se han encontrado factores de riesgo en el terreno físico, personal y psicosocial. En el ámbito laboral, numero- sos estudios concluyen que las causas físicas de los TME, como son los movimientos forzados, la mani- pulación de cargas, las malas posturas y los movi- mientos repetitivos, tienen una importante relación de causa-efecto. Las lesiones que tienen mayor pre- valencia son las inflamaciones de los tendones (ten- dinitis y tenosinovitis), en particular en el hombro, antebrazo y muñeca, y la compresión de nervios (síndrome del túnel carpiano). Actualmente los TME tienen la consideración de problema de salud pública debido a su elevada inci- dencia. Según la Comisión de Salud Pública, sobre el 50% de la población europea declara dolores muscu- lo-esqueléticos en alguna parte del cuerpo. Junto al riesgo ergonómico podemos también consi- derar otros como cortes y pinchazos, golpes por objetos móviles, proyección de partículas, golpes y caídas (al mismo o a distinto nivel), caídas de mate- riales, vuelco, atropello, auto-atropello por maquina- rias, ruidos, explosiones e incendios, quemaduras, atrapamientos, contacto con productos tóxicos, agentes biológicos, inhalación de humos y gases tóxicos. Y no son desdeñables los riesgos psicoso- ciales: estrés, ansiedad, depresión, trastornos del sueño, acoso sexual, violencia laboral, insatisfacción profesional / burn-out, etc. Las manos, órgano diana Las manos, herramienta funda- mental de las encajadoras de cítri- cos, se convierten en el principal órgano diana de los riesgos. ·Los peligros de la dermatitis La dermatitis laboral no es un asunto trivial. Más de la mitad del tiempo perdido por enfermeda- des profesionales tiene como causa la dermatitis, un problema para las empresas y, sin duda, para el sujeto paciente. La derma- titis profesional es una inflama- ción de la piel causada por el con- tacto con una sustancia irritante 30