Trabajos de especial riesgo PROTECCIÓN LABORAL 82 | 1oTrimestre15 12 Preparados para la emergencia: Protocolo de evacuación El trabajo del médico de a bordo suele (por suerte) limitarse a curar unos pocos cortes, que- maduras y algunos –bastantes- mareos, pero su presencia es imprescindible. Aunque las expediciones suelen ser tranquilas, las consecuencias en caso de contraer una enfermedad son mucho más graves de lo que podrían ser en tierra firme. Por eso es imprescindible seguir al pie de la letra el protocolo de evacuación establecido. Una operación que estará siempre coordinada por el responsable logístico de la campaña antártica española, Unidad de Tecno- logía Marina (UTM CSIC). El protocolo es una norma variable que se adapta a las necesidades y características del momento, aunque las pocas que se realizan suelen seguir la misma pauta. Para ejemplificar el proceso, el médico de la expedición explicó a los científicos una de sus experiencias a bordo. Un caso muy sonado, cuenta, que se produjo por una hemorragia estomacal. El primer paso fue llevar al enfermo a la Isla Rey Jorge, la más grande de las Shetland del Sur, y la más preparada para evacuar personas ya que allí hay un cirujano que podría operar en casos extremos, pero también dispone de aeropuerto y posibilidad de traslado por vía aérea hasta Punta Arenas en Chile. En ese caso se optó por recoger al paciente y trasladarlo en avión hasta Chile. Ahí esperaba una ambulancia para acompañarlo a la Clínica Magallanes, donde finalmente se realizó la intervención. Una vez pasado el peligro, el paciente pudo ser trasladado a España. Otra evacuación, que es considerada la más rápida que se ha producido en la Antártida, según cuentan los científicos del ICM, duró en total 5 horas, por un problema de riñón. El paciente salió de la base española Gabriel de Castilla y a las 5 horas ya se encontraba en el hospital de Punta Arenas. Si el buque se encuentra muy lejos de Rey Jorge la evacuación se tendría que realizar en heli- cóptero. En cada puerto tiene contratados agentes para proceder en caso de emergencias. Estos agentes pueden conseguir desde material científico, ayudar a resolver cuestiones buro- cráticas, o también saben cómo proceder en el caso de emergencias médicas. resistente para no enfermar. Y tampoco pue- des venir con una enfermedad crónica como por ejemplo úlceras de estómago o epilep- sia. En Estados Unidos, por ejemplo, la mayoría de los militares se someten volunta- riamente a la extirpación del apéndice, para evitar una apendicitis o una peritonitis; de esta manera disminuyen el riesgo, aunque no es costumbre hacerlo en España. Eso sí, los militares españoles deben someterse también a las inacabables pruebas médicas para poder trabajar en el BIO Hespérides. Riesgos Psicosociales ¿Cuáles son los riesgos psicosociales más comunes en este tipo de experiencias? ¿Cómo se afronta cuando hay familia e hijos? En tan pocos metros, se magnifica todo. Digamos que es un ambiente donde es más probable caer en alguna depresión o similar. Aunque claro, al venir también tenemos que pasar una evaluación psicológica y todos los que estamos aquí no tenemos ningún tras- torno de ese tipo, ni problemas de persona- lidad que puedan crear rencillas, por lo que el ambiente es muy bueno. Aun así cuando llevas mucho tiempo en el barco sin tocar puerto hay gente que se vuel- ve muy irascible. Por ejemplo, hay un fenó- meno que el médico del barco llama ”mam- paritis”, que proviene de ”mamparos” (que es como se llaman a las paredes del barco) y básicamente consiste en que la gente se vuelve más amargada y más desagradable, siempre están de mal humor, etc. Por otro lado, este barco es el que más tiem- po navega de toda la Armada Española y el que más tiempo pasa sin tocar puerto. En cualquier otro buque de la Armada se nave- ga menos tiempo y como mucho pasas 2-3 semanas sin tocar puerto; en cambio en esta campaña estamos 6 semanas sin pisar tierra. Por eso los científicos tienen que estar pre- parados, sobre todo anímicamente. Muchos tienen familia, hijos pequeños, etc., cosa que convierte la expedición en un trabajo todavía más duro. Es todo un reto salir más de un mes de tu casa y estar prácticamente incomunicado. Aun así disponemos de teléfono (uno para 33 científicos) con llamadas a fijo y móvil a