4oTrimestre14| PROTECCIÓN LABORAL 81 Trabajo y salud denominada Iowa Gambling Task, a la que siguió una situación estresante. La medición detectó mayores niveles de cortisol en la sali- va a lo largo de toda la situación estresante. Recientemente, diversos estudios han demos- trado que el estrés puede afectar al proceso de toma de decisiones de las personas. Causas del estrés La lista detallada de causas sería inacabable. Apuntamos sólo algunos trazos. Margarita Olmedo, profesora de la UNED experta en estrés laboral, apunta como posibles desenca- denantes las “presiones políticas, expectativas por encima de las capacidades, necesidad de control y dificultad para delegar, agendas imposibles...”. Su combinación degenera en sobrecarga laboral, a la que muchas veces se suma el ‘conflicto de rol’ si se han de tomar decisiones en contra de los valores. ·El ‘info-agobio’ de la sociedad tecnológica No faltan los estudios que culpan a la sobre- carga de emails laborales del estrés. “El exceso de correos electrónicos (spam y newsletters) está relacionado con un incre- mento de estrés de los trabajadores, así como con la pérdida de productividad”, aler- ta un estudio elaborado por la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica. La “sobre- carga de información” provoca interrupcio- nes cada 7 minutos aproximadamente, y cada trabajador emplea el 30% de su jornada laboral en gestionarla. Vivimos info-agobiados (mucha información que procesar en poco tiempo). Es obvio que el info-obeso se ve saturado en su capacidad y lo que debiera de ser un medio de trabajo, tristemente acaba convirtiéndose en un fin en sí mismo, un círculo vicioso tan impro- ductivo como pernicioso para la salud men- tal y el llevar una vida equilibrada. Entonces, ¿qué hacer ante la recepción masiva de e-mails? Pues actuar con realis- mo: es imposible controlarlos. Por tanto, hay que saber cuándo mirar el correo, que, según los expertos, no debe pasar de 2 o 3 veces al día. No hay que obsesionarse, pues, en la mayoría de los casos, estar pen- diente del correo nos robaría todo el tiem- po que necesitamos para nuestro trabajo productivo. La info-inflación de info-basura no sabe de horarios. Por eso es triste encontrar a perso- nas que, sentadas a la mesa, deben ignorar la comida y al resto de comensales, mientras deslizan presurosos pulgares sobre las pan- tallas táctiles de sus dispositivos móviles. La infobesidad puede llegar a ser extenuante y convertirse en un enemigo (te mata, si la tra- bajas; y si no la trabajas, también te mata por el efecto ‘mono’. Hay quien siente frustra- ción si no recibe un mínimo de mensajes diarios...). ·Trastornos del sueño Para simplificar, el sueño ejerce una acción reparadora de las funciones bioquímicas del cuerpo. Según el doctor Estivill, neuro-fisiólo- go e higienista del sueño, “las funciones del sueño continúan siendo un enigma biológico. A partir fundamentalmente de los estudios de privación del sueño se ha descubierto que: -No se puede eliminar el sueño sin substituirlo por otra cosa: grandes dosis de vigilia. -El sueño afecta a todos los órganos del cuerpo. -La privación de sueño altera significativamen- te a los ritmos biológicos”. En relación con el estrés, está demostrado que dormir poco debilita el sistema inmu- ne y nos estresa. “La privación del sueño hace que el sistema inmunológico entre en acción, reflejando el mismo tipo de res- puesta inmediata que tiene lugar tras la exposición al estrés”, según un nuevo estu- dio publicado en la revista Sleep. Algunos estudios previos relacionan la res- tricción y la privación del sueño con enfer- medades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión; mientras que otros han demostrado que el sueño ayuda a sostener el funcionamiento del sistema inmune, y que la pérdida de sueño crónica es un factor de riesgo para el deterioro del sistema inmune. También sabemos de la incidencia de enfer- medades como el cáncer en personas que trabajan en turnos de noche (en definitiva, dichas personas provocan una vulnerabili- dad de su sistema inmune, que puede con- ducir a la enfermedad). Si múltiples son las causas del estrés –según dijimos-, será imposible vencerlas sin un sueño reparador, que tiene sus pautas higié- nicas (tema de otros artículos). El trastorno del sueño es, a la vez, causa y consecuencia del estrés. Epílogo El estrés es un desgaste que se restaura con descanso. Lo contrario tiene graves conse- cuencias, como la degeneración cognitiva, etc. Entre los remedios: el sueño placebo, las turbo-siestas, el ‘Brain-Fitness’, acabar con la adicción al trabajo, con la ‘basura emocional’, introducir terapias como el Tai- chi, acupuntura, el buen humor... Todo lo que aumente nuestros niveles de serotoni- na. Lo veremos en un próximo artículo. El estrés provoca un desgaste que se restaura con descanso y diversas terapias (masaje, música, meditación, etc.) 29