3oTrimestre14 | PROTECCIÓN LABORAL 80  Tribuna El cisne negro El Cisne Negro es un suceso con tres características básicas: causa un gran impacto, es difícil de predecir y sobrepasa las expectativas aceptadas. Mónica Román Abal* Cuando leí el libro de Nassim Nicho- las, llegué a entender el significado de vivir ciegos respecto a lo aleato- rio. Nos pasamos la vida estudiando y analizando hechos ocurridos en el pasa- do para proyectarnos en el futuro, y nos olvidamos del concepto de lo inesperado, aquello que, sin entender, puede cambiar totalmente lo que habíamos predicho, o que era lo lógico que ocurriera. ¿Proactividad versus reactividad? Lo anterior me lleva a pensar en mi ámbito de desempeño profesional, el campo de la Prevención de Riesgos Laborales. Siempre, tras un accidente, nos lamentamos y pronto encontramos razones que nos confirman que se podría haber evitado. Pero, si nos detenemos a pensar objetivamente, nos damos cuenta que estos razonamientos son siempre a posteriori, nunca antes. Tenemos la metodología e incluso somos capaces de identificar o determinar un árbol de causas o un diagrama de Ishikawa para realizar un diagnóstico preciso de lo que ha pasado y tratar de evitar que vuelva ocurrir, pero continuamente nos olvidamos de que los acontecimientos no se repiten de la misma forma. Seguramente, con el estudio realiza- do, habremos evitado un nuevo accidente similar al anterior, pero puede aparecer otro que no teníamos contemplado en absoluto. Nuestra moraleja debería ser: “Tendemos a aprender lo preciso y no lo general, que es también igual de importan- te, o incluso más”. Debido a la casuística existente en los riesgos laborales es imprescindible incre- mentar el conocimiento de lo imprevisi- ble mediante sistemas de mejora conti- nua y la acumulación de experiencias que aportan los Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales, fruto de sus años de desempeño y su biblioteca de vivencias. Tras un accidente, siempre nos lamentamos y pronto encontramos razones que nos confirman que se podría haber evitado Reducir lo imprevisible En MRA trabajamos para que vuestra esperanza de vida sea = vida laboral + el resto de la vida. Lo primero es ser cons- ciente que ser prevencionista es una res- ponsabilidad y no un recuadro en el organigrama. Para nosotros es importan- te hacer productivas las fortalezas y cono- cimientos de cada individuo, no transmi- tir opiniones, sino tener criterios, capacidad de influir en el logro de resul- tados. Mediante el fomento de una cultu- ra centrada en principios y valores, eva- luando y exaltando los éxitos y corrigiendo las equivocaciones del pasa- do, para prever y percibir nuevas necesi- dades. Nuestros Técnicos en Riesgos Laborales no pueden asumir las responsabilidades inherentes a las empresas pero, con su experiencia, pueden aportar la constan- cia y responsabilidad por realizar un buen trabajo personalizado, la rápida comunicación frente a dudas o preocupaciones, la flexibilidad para adaptarse a las particularidades de cada proceso del cliente, la mejora cons- tante en el servicio, evitando sistemas de preven- ción burocráticos, involucrando y moti- vando al equipo de trabajo de la empre- sa, ajustando permanentemente la estrategia al cambio dinámico existente, respeto a los valores éticos, morales, cos- tumbres y tradiciones de los demás, Y lo que es más importante, la cercanía y sin- ceridad que aportamos. Trabajando juntos, las personas, la cultu- ra y la comprensión de los procesos, lle- garemos al convencimiento de que es más necesaria la prevención que el trata- miento, pero, desagraciadamente, son pocos los que llevan a cabo una buena Prevención de Riesgos Laborales. Muchos se limitan a cumplir aquello que les evita una multa, y otros se escudan tras las mismas excusas: “Esto no sirve para nada”, “en nuestro caso no hay riesgo” o “la prevención es sólo otra excusa más para sacar dinero”. Evitar el cisne negro En climas laborales como el anterior, donde la prevención es una coartada legal y no una actitud de compromiso, es donde aparece el cisne negro, cuando, sin motivo aparente, se produce un siniestro con consecuencias graves, y nos damos cuenta de que el coste de una buena pre- vención hubiera sido una gran inversión. Y es que, aunque a veces un accidente es impredecible, las consecuencias hubieran sido mucho menos graves si se hubiese aplicado la Prevención como algo más que un mero trámite legal. En resumen, nuestra ceguera es la falta de comprensión de la “Probabilidad de la Sorpresa”. De ahí que necesitemos fomentar el conocimiento para reducir lo imprevisible. En otras palabras, tratemos de mantener al cisne negro bajo control. *Mónica Román Abal Directora General de MRA Safety Prevention. 105