3oTrimestre14 | PROTECCIÓN LABORAL 80 Seguridad e higiene industrial EPIs y organización contra los nanocontaminantes El INSHT nos recuerda (NTP 797) que “dado que la exposición dérmica a nano-partículas puede conducir a la penetración directa de éstas través de la epidermis, es necesario tomar medidas para evitar esta exposición a través de la piel utilizando guantes adecuados, tanto al manejar nanopartículas en estado sólido como en solución y fase gas. Los guantes utilizados cuando las nano-partículas están en suspensión en un líquido deben tener además una buena resistencia al mismo. Si se prevé un contacto prolongado deberían utilizarse dobles guantes, dado que la resistencia química del guante puede variar dependiendo del fabricante, modelo y espesor. La aplicación correcta de las medidas técnicas ya citadas hará prácticamente innecesaria la protección respiratoria. Su uso deberá basarse en el criterio de los profesionales y los resultados de la evaluación de riesgos, teniendo en cuenta que serán el último recurso. Al emplear equipos de protección respiratoria se extremará el control y adecuación de los filtros, así como el buen uso de los equipos por parte de los trabajadores para evitar los puntos de fuga por falta de estanqueidad entre las máscaras y la cara del usuario. ·Medidas organizativas Se basarán en prácticas de trabajo seguras, inspiradas en el sentido común, y que sirven para minimizar la exposición: -No guardar o consumir comida y bebidas en el puesto de trabajo. -Prohibir la aplicación de cosméticos en lugares donde se manipulen, usen o almacenen nanomateriales. -Disponer de lavabos para lavarse las manos, y promover los hábitos de utilizarlos antes de comer o al dejar el puesto de trabajo. -Quitarse la ropa de protección o batas para acceder a otras áreas de trabajo como administración, cafetería, sala de relax, etc. -Facilitar las duchas y el cambio de ropa para prevenir la contaminación de otras áreas de forma inadvertida debida al transporte de los nanomateriales a través de la ropa y de la piel. Por razones obvias, el lavado de la ropa de trabajo deberá confiarse a especialistas, siendo impensable, desde el punto de vista de la salud, el lavado doméstico (tristemente usual en el caso de los trabajadores del amianto). explosiones a menudo llamadas “explosio- nes de polvo”. La NTP 797 del INSHT dice, respecto del riesgo de incendio y explosión, que “mien- tras no dispongamos de mayor información, la extrapolación directa a las nano-partículas de las medidas adoptadas en la prevención de explosiones de polvos finos y ultra-finos (por ejemplo, ATEX), no ofrece garantías suficientes debido a los cambios que sufren las propiedades de las partículas al ingresar en la categoría de nano-partículas. Según datos del Health and Safety Laboratory (HSL) del Reino Unido en el caso de polvos micro- métricos, la gravedad de la explosión es mayor cuanto menor es el tamaño de la par- tícula En aras del principio de precaución, y teniendo en cuenta que la energía mínima de ignición de un gas es inferior a la necesa- ria para la ignición de una nube de polvo, es lícito suponer que el riesgo de explosión e incendio asociado a una nube de nanopartí- culas puede ser importante. Efectos pulmonares Como el polvo ultra-fino, las nanopartículas se depositan en las vías pulmonares, en pro- porción claramente superior a la de partícu- las de tamaño micrométrico. La invasión afec- ta a la región nasofaríngea (90% de los depósitos), al árbol bronquial y a los alvéolos pulmonares. Por lógica, la fracción inhalada guarda una proporción directa con el volu- men de aire inspirado. Estos contaminantes por vía aérea tienden a formar aglomerados de tamaño micrométrico que modifican el comportamiento aerológico de las partículas. La transferencia (penetración de la membra- na epitelio-pulmonar para alcanzar la circu- lación sanguínea) es tanto más importante cuanto menor es el diámetro de las nanopar- tículas (inferior a 2 nm), según estudios pre- sentados en la segunda conferencia interna- cional “Nanotoxicology” (Venecia, 2007). Los principales órganos de almacenamiento son los riñones, testículos, timo, pulmones y el cerebro. La ‘colonización’ del cerebro se produciría a través del nervio olfativo, según las investi- gaciones de Oberdörster, E. (2004). Estudios en roedores revelaron que las nanopartícu- las de 1,4 nm podían acumularse en la pla- centa, atravesando incluso la barrera placen- taria para alcanzar al feto. En definitiva, la afectación pulmonar no es más que la cabe- za de puente para una infección generaliza- da de otros órganos de los seres vivos. Como ocurre con el ‘polvo asesino’ (amianto), las nanopartículas en los pulmones pueden inducir una reacción de defensa que, como sabemos, degenera en fibrosis y tumores (mesotelioma). Afectación cutánea y Genotoxicidad de las nanopartículas El proyecto de investigación europeo NANODerm concluye que las nano-partícu- las permanecen en las capas superficiales de la epidermis de una piel normal y que su penetración hasta la dermis es desdeñable, excepto a lo largo de las células de los folí- culos pilosos (Lademann y Al, 1999). Un estudio el paso transcutáneo del dióxido de titanio (Hoet y Alt, 2004; Oberdörster, 2005; Cuña y Al 2004). Este paso, aunque escaso, se haría por fricción mecánica sobre la piel (Tinkle y Alt, 2003; Cormier y Al, 2001; Teichmann y Alt, 2006) o cuando se aplica a pieles erosionadas o dañadas (Gopee y Alt., 2006). ·Genotoxicidad Como en el caso anterior, los estudios en el campo de la toxicidad susceptible de afectar la reproducción sexual son escasos y, a veces, contradictorios. De ahí la importan- cia de desarrollar las investigaciones. Sin embargo, pese al limitado conocimiento actual, es imposible descartar que las nano- partículas puedan tener efectos genotóxicos o mutagénicos, capaces de afectar a la pro- genie de los trabajadores intoxicados. Justo es reconocer que el conocimiento científico actual es incierto. Por tal motivo, Eric Gaffet, experto francés en nano-ciencia, vinculado a la Agencia Francesa de Seguri- dad Sanitaria del Medio Ambiente y el Traba- jo (AFSSET), preconiza la necesidad de “crear un inventario de las nanopartículas existentes, que se ha de complementar con una base de datos relativa a los productos con nanomateriales en el mercado. Por raro que pueda parecer, no existe más que una única lista de este tipo en el mundo. Otro tema a desarrollar es la coordinación de la investigación, que pasa por la constitución de equipos multidisciplinares que cuenten con especialistas de materiales, biólogos, médicos, etc.”. 37