3oTrimestre14 | PROTECCIÓN LABORAL 80 Salud ambiental de omnipotencia, acompañados de visión borrosa, zumbido de oídos, alteraciones del lenguaje, y otras disfunciones neurológicas. ·Metales pesados Consideraremos mercurio, manganeso y plomo. Insoluble en agua, cuando aumenta su tem- peratura por encima del los 40o C, el mercu- rio produce vapores tóxicos y corrosivos. Sus efectos nocivos están científicamente corroborados y, entre ellos, figuran graves daños neurológicos, además de causar mal- formación fetal cuando la víctima de la into- xicación es una mujer embarazada. El mercurio puede ser inhalado y absorbido a través de la piel y las mucosas. La exposición puede dañar permanentemente los riñones, o el cerebro, pudiendo ocasionar irritabili- dad, temblores, o alteraciones de visión, audición y la memoria. También está detrás de síndromes de tristeza, ansiedad, insom- nio, temor, excesiva timidez, debilidad mus- cular, sueño agitado, susceptibilidad emocio- nal, hiper-excitabilidad o depresión. “Sabemos que es muy tóxico”, comenta el investigador Emilio Castejón, refiriéndose al mercurio, y nos cita algunos ejemplos: los azogados (aquejados del mal de azogue) y los sombrereros, que perdían sus facultades mentales debido a la intoxicación por mer- curio, metal que se empleaba en la manufac- tura de los sombreros desde fechas remotas. De ahí el dicho “As mad as a hatter” (tan loco como un sombrerero). La última intoxicación grave en nuestro país se dio en marzo de 2013 en Avilés (Asturias), afec- tando a un centenar de obreros metalúrgicos. Cuando el límite de exposición está estableci- do en 10-15 microgramos de mercurio/litro en sangre, hubo personas que dieron lecturas de hasta 632 microgramos. Los síntomas de la intoxicación fueron úlceras en la boca, diarrea, colitis, sangrado de encías, etc. También apare- cieron síntomas neuronales irreversibles. ·Manganeso En la afectación neurológica es posible distin- guir tres fases. Los síntomas del periodo inicial son indiferencia y apatía, somnolencia, pérdi- da de apetito, cefalea, vértigo y astenia. Tam- bién pueden existir accesos de excitabilidad, dificultades para caminar y de coordinación, calambres y dolor de espalda. Todos estos sín- tomas pueden presentarse en diferentes gra- dos y aparecer simultáneamente o aislados. La fase intermedia se caracteriza por la apari- ción de síntomas objetivos. En primer lugar, la voz se torna monótona y se convierte en un susurro, el habla es lenta e irregular, en ocasio- nes con tartamudeo. La expresión del rostro es impasible y sonriente o aturdida y vacía, lo que puede atribuirse a un aumento de tono de los músculos faciales. De repente, el paciente puede romper a reír o, más raramente, a llorar. Aunque sus facultades están muy disminuidas, parece que se encuentra en un estado perpe- tuo de euforia. Los gestos son lentos y toscos; la marcha es normal, pero puede existir un movimiento de vaivén en los brazos. El pacien- te es incapaz de correr y tiene grandes dificul- tades para caminar hacia atrás. En pocos meses, el estado del paciente se deteriora notablemente y las distintas altera- ciones, especialmente las relacionadas con la marcha, se van acentuando progresivamente. El síntoma más precoz y evidente en esta fase es la rigidez muscular, que es constante aun- que de grado variable, y determina una forma de caminar muy característica (lenta, espas- módica o inestable), en la que el paciente carga el peso sobre el metatarso y produce un movimiento que se ha descrito como “mar- cha de pollo”. El paciente es absolutamente incapaz de caminar hacia atrás y, si lo intenta, se cae; al juntar los pies, tiene una gran difi- cultad para guardar el equilibrio y sólo puede girar muy lentamente. Puede existir temblor, frecuentemente en las extremidades inferio- res, aunque en ocasiones es generalizado. La mente del paciente trabaja con gran lenti- tud; su escritura se torna irregular, hasta el punto de que algunas palabras son ilegibles. Puede haber alteraciones de la frecuencia cardíaca. En esta fase, la enfermedad es pro- gresiva e irreversible. Plomo: alteraciones cognitivas Son muchas las profesiones en las que puede haber una exposición a la toxicidad del plomo. La principal vía de entrada es el aparato respira- torio. El grado de absorción depende de la pro- porción de polvo en forma de partículas de un tamaño inferior a 5 micras y del volumen/minu- to respiratorio del trabajador. Una mala higiene en el trabajo o el hábito de fumar durante el mismo (contaminación del tabaco o de las manos) pueden aumentar considerablemente la exposición, sobre todo por vía oral. El plomo interfiere con la función celular nor- mal y con varios procesos fisiológicos. Cabe destacar que el destino más sensible de intoxi- cación por plomo es el sistema nervioso. Los efectos de la intoxicación por plomo se mani- fiestan con alteraciones cognitivas, cambios de conducta sutiles, fatiga y problemas de concentración. La intoxicación grave puede desencadenar una encefalopatía, que puede producir, de forma repentina, convulsiones, alteraciones de la consciencia, coma y la muerte. Las lesiones del sistema nervioso peri- férico afectan claramente a las funciones motrices. El daño neurológico por exposición a sustancias químicas causa enfermedades invalidantes y degenerativas 33