Salud ambiental PROTECCIÓN LABORAL 80 | 3oTrimestre14 -Letargia. Estado de somnolencia, con poca respuesta a estímulos e inactividad. -Narcosis. Somnolencia similar a la que pro- vocan los narcóticos. ·Sensibilidad Química Múltiple Además de los riesgos neurológicos, la expo- sición a sustancias químicas en general puede provocar una sensibilización en las personas expuestas. La sensibilización puede desarrollar el mecanismo de la alergia (nues- tro organismo reacciona con una respuesta defensiva cada vez que está expuesto a deter- minada sustancia). En los casos más graves se produce una intolerancia química generaliza- da o Sensibilidad Química Múltiple (SQM). Conocida también como Intolerancia Ambiental Idiopática, está siendo debatida la comunidad médica. Mientras que algunos médicos la cuestionan, otros reconocen que es un desorden provocado por la exposición a sustancias químicas. Este síndrome a menudo comienza con la exposición grave a una sus- tancia química por un período de corta dura- ción, tal como un derrame químico, o una exposición de duración más larga, tal como una oficina mal ventilada. Existen multitud de causas y variantes de la enfermedad. Los criterios de consenso (1999) adoptados para el diagnóstico de la SQM con- templan, entre otros: una sintomatología reproducible con la exposición química repe- tida; la condición es crónica; existe respuesta a bajos niveles de exposición; los síntomas mejoran al reducir o cesar la exposición; exis- te respuesta a múltiples sustancias; los sínto- mas implican múltiples sistemas orgánicos Con todo, el consenso no es general, y el diag- nóstico clínico no está reconocido universal- mente. Como resultado, no toda la comuni- dad médica reconoce la sensibilidad química múltiple como un desorden de salud genuino. Algunos ejemplos de neurotóxicos Es imposible siquiera reproducir aquí una lista de los neurotóxicos de origen químico. Sin embargo, citaremos varias familias: hidrocar- buros, disolventes y metales pesados, donde se concentran las sustancias tóxicas para el sis- tema nervioso. Cabría añadir como cuarta familia las sustancias nano, en la que podemos encontrar también los grupos habituales de hidrocarburos, disolventes y metales pesados en escala nano, lo que aumenta su nocividad. ·Hidrocarburos El tricloroetileno es un hidrocarburo (líqui- do) clorado, incoloro, no inflamable y con un olor dulzón que puede ser agradable, lo que constituye un riesgo añadido. Se ha utilizado en multitud de aplicaciones por su gran poder disolvente de aceites, grasas, ceras y sustancias orgánicas en general. Hasta que se manifestaron sus efectos tóxicos a largo plazo fue, incluso, utilizado como anestésico gene- ral, quitamanchas de uso doméstico, desen- grasante en frío de piezas metálicas, limpieza “en seco” de tejidos, aerosoles de limpieza y desengrasado de equipos eléctricos, disolven- te de adhesivos, cauchos y pinturas, etc. Es un depresor del sistema nervioso central (efecto anestésico). Puede aumentar la res- puesta del miocardio y ocasionar el falleci- miento por fibrilación ventricular. La intoxica- ción crónica se manifiesta principalmente con alteración neurológica central y periférica. En el primer caso puede darse daño cerebral difu- so (cefaleas, astenia, anorexia, vértigos, pérdi- da de memoria, depresión, trastornos emocio- nales y, en casos más graves, cuadros clínicos asimilables a la demencia). La afectación neu- rológica periférica suele presentarse como una poli-neuropatía de las extremidades inferiores. ·Disolventes (en general) Los disolventes orgánicos se usan en diversas industrias. La mayoría de las veces, los traba- jadores no se exponen a un único disolvente, sino a una mezcla y, en muchos casos, a otros compuestos. Las intoxicaciones por disolventes y sus vapores se producen por su manipulación en el entorno laboral, llegando a darse exposiciones prolongadas a concen- traciones tóxicas. Auténtico problema de higiene laboral, afectan al trabajador y a su progenie a través de la reproducción sexual. Todos los disolventes orgánicos son tóxicos, aunque su toxicidad varía de unos productos a otros. Los vapores que desprenden son más pesados que el aire, por lo que su mayor con- centración estará cerca del suelo. Estos vapo- res son rápidamente absorbidos a través de los pulmones, cruzan con gran facilidad las mem- branas celulares y, debido a su gran solubilidad en grasas, alcanzan concentraciones especial- mente altas en el Sistema Nervioso Central (SNC), sobre el que actúan como depresores. Además, los disolventes producen efectos sub- jetivos que pueden ser similares a los de la marihuana, aunque las alucinaciones visuales son más intensas. También producen otros sín- tomas como euforia, excitación y sentimiento Neurotóxicos: Sistemas y Efectos Sistema Motor Afectivo / Personalidad Cambios en la actividad Ataxia (falta de coordinación de los movi- mientos) Convulsiones Dolor Parálisis, anestesia Anormalidades en los reflejos Debilidad muscular Temblores Apatía, laxitud, estado letárgico Excitabilidad, delirios Disfunciones de autonomía personal Alucinaciones Irritabilidad Depresión Alteraciones del sueño Sensorial Cognitivo general Desórdenes auditivos y del olfato Pérdida del equilibrio Desórdenes táctiles y de la visión Confusión Anorexia Problemas de memoria (amnesia) Fatiga, narcosis, estupor Problemas de comunicación Afasia (pérdida total o parcial de la capaci- dad de lenguaje) Nerviosismo, tensión 32