Trabajo y salud PROTECCIÓN LABORAL 80 | 3oTrimestre14 genética, por ejemplo) puede llevarlos a cre- cer sin control, ocasionando lesiones tumo- rales, que pueden asumir el carácter de un melanoma maligno. En cuanto a la aparición de la enfermedad, la quemadura solar incrementaría el riesgo en aquellos casos con alta susceptibilidad, más que constituir un riesgo en sí misma. De ahí que deban tenerse en cuenta la exposición solar y la susceptibilidad del individuo y su piel. La radiación ultravioleta también puede inducir patologías oncológicas, como leuce- mia, linfoma, cáncer de estómago, de tiroi- des, nariz o senos nasales. Como siempre, los factores individuales resultan determi- nantes: el fototipo (perfil genético de res- puesta a la exposición solar) de los trabaja- dores condiciona en gran medida la vulnerabilidad para desarrollar alguna de las enfermedades de la piel relacionadas con la exposición a la radiación ultravioleta. Agresión a la vista No podemos quedarnos parados ante la radiación solar, un riesgo que debe ser con- templado en la extensión de su gravedad (evaluación) y que, por tanto, requiere medidas preventivas. El ojo es un órgano muy sensible y vulnera- ble frente a las agresiones externas, así como al paso del tiempo. El órgano de la visión va perdiendo funcionalidad a medida que envejecemos. Con todo, hay que distin- guir entre deterioro natural (progresivo) y los efectos lesivos inmediatos (o a corto plazo) por exposición a condiciones de ries- go, con especial mención a las UV. ·Efectos sobre la vista de la radiación UV Con exposiciones moderadas, las radiacio- nes ultravioleta son beneficiosas para la salud y desempeñan una función esencial en la síntesis de la vitamina D. Sin embargo, superado el nivel de exposición beneficio- so, la radiación UV provoca efectos agudos conocidos como foto-queratitis (inflamación de la córnea) y foto-conjuntivitis (inflama- ción de la conjuntiva). Estos efectos desapa- recen por completo, y se previenen fácil- mente usando gafas protectoras, sin que ocasionen lesiones a largo plazo. La cantidad y persistencia de la exposición generan efectos crónicos, que incluyen: -Cataratas. Enfermedad consistente en una opacidad progresiva del cristalino, lo que disminuye la visión y acaba causando cegue- ra si no son intervenidas. -Pterigium. Carnosidad blanca o de color crema que aparece en la superficie ocular. -Carcinoma epidermoide de la córnea o de la conjuntiva. Es un tumor raro de la superficie ocular. La literatura médica al respecto no deja som- bra de duda y coincide en las consecuen- cias. Así, otra fuente cita que “la radiación óptica (no ionizante) puede producir hasta cinco efectos sobre el ojo humano: quema- duras de retina, fotorretinitis o ‘Blue-Light Hazard’, foto-queratitis, foto-conjuntivitis e inducir la aparición de cataratas. También produce efectos negativos sobre la piel”. Protección ocular durante todo el día Cuando se acerca el verano, época de mayor radiación solar, se multiplican las adverten- cias sobre los riesgos del sol para la vista, haciendo hincapié, incluso, en la necesidad de “no salir de casa sin llevar puestas unas gafas de sol”. Por supuesto, por gafas de sol entendemos una protección certificada, no cualquier adminículo con cristales tintados. Las gafas-sucedáneo, con lentes de baja cali- dad óptica, lejos de solucionar el problema, pueden agravar los efectos de la exposición a la energía radiante del sol (u otras fuentes de radiación). No hablaremos ahora de la certificación de la protección ocular, basta recordar simplemente que la protección real y segura sólo puede darse con productos cer- tificados, y no con pro- La radiación ultravioleta afecta principal- mente a jóvenes, ancianos y personas de ojos claros, como lo demuestra la inciden- cia creciente en nuestro país de las enfer- medades oculares características de zonas tropicales. La mayor dificultad para la pre- vención es que “no somos conscientes del daño al que sometemos nuestra visión cuando salimos de casa sin protección ocu- lar”, dice la experta en Optometría y Con- tactología, Blanca Martínez. “Las gafas no son sólo un accesorio, sino la herramienta que se tiene más a la mano para evitar enfermedades oculares”, recuerda la opto- metrista. A diferencia de la piel, el daño ocular no es inmediato, sus efectos se van acumulando. Un indicador de la poca protección de los españoles a los rayos UV es la aparición cada vez más temprana de las cataratas. Una enfermedad propia de edades seniles, apare- ce ahora, de forma alarmante, en personas de 40 y 50 años. Así pues, no es ninguna extravagancia hacer que los niños utilicen gafas de sol para evitar las degeneraciones oculares debidas a la radiación. Junto a efectos relativamente frecuentes como la queratitis, o inflamación de la cór- nea, los expertos advierten de la progre- sión de dolencias como la foto-toxicidad macular, que afecta a quienes ven sin pro- tección un eclipse solar, o se exponen a arcos de soldadura sin caretas, o abusan de los punteros láser, etc. A medida que envejecemos, el uso de pro- tección ocular (filtros) es aún más reco- 28 ductos de dudosa cali- dad. Una buena lente debe reducir la radia- ción visible de la luz directa, impedir el paso de la radiación ultravio- leta, eliminando refle- jos molestos, al tiempo que aumenta el contras- te. Para reducir la radia- ción ultravioleta y fil- trar la luz, son necesarios filtros de color que se clasifican en cinco categorías (de 0a4). La protección solar está más asociada al ocio que al trabajo, donde aún se menospre- cia la exposición