Trabajo y salud PROTECCIÓN LABORAL 80 | 3oTrimestre14 Radiación solar, agresión a flor de piel La radiación natural siempre ha existido. La industria y el mundo del trabajo han añadido otras radiaciones artificiales. La escasa atención que se ha prestado a este problema de salud, lo sitúa ahora en el grupo de los riesgos emergentes, ante el que los expertos hacen una llamada de atención. Frente a las radiaciones, hemos de mirar para otro lado (en sentido literal). Sin embargo, también conviene que las ‘miremos de frente’ para descubrir, admitir y conocer a fondo el peligro que entraña un riesgo –inexplicablemente- menospreciado. 26 Las radiaciones son una forma de propa- gación de la energía, cuya fuente puede ser natural o artificial. La radiación, que interacciona con la materia, produce ondula- ciones, que determinan la frecuencia (ciclos por segundo), la energía y la intensidad. A mayor frecuencia, mayor energía. Las diferen- tes frecuencias conforman el espectro electro- magnético o gama de frecuencias. Sol, fuente natural de radiación Constituye la radiación electromagnética más importante. Su rango de frecuencia abarca desde la radiación infrarroja (IR) hasta la ultra- violeta (UV), cubriendo toda la franja de lo visible (del rojo al violeta). A efectos de salud laboral, nos interesa especialmente la radia- ción UV. Podemos distinguir tres tipos de radiación ultravioleta: -Rayos ultravioleta A (UVA). Se denomina también luz negra, produce fluorescencia. Es la menos peligrosa para la salud. Existen apli- caciones para el bronceado en ‘cabinas sola- res’. -Rayos ultravioleta B (UVB). Esta clasifica- ción abarca la mayoría de los UV. Es la radia- ción más dañina, especialmente para el ADN, siendo la responsable del melanoma y otros tipos de cáncer de piel. -Rayos ultravioleta C (UVC). Son los más peligrosos para la salud. Parte de la radiación UVC es radiación ionizante, es decir, que tiene potencia suficiente para inducir transfor- maciones moleculares de la materia. La exposición laboral a la radiación ultraviole- ta es muy amplia, tanto en trabajos a la intem- perie (luz solar) como en procesos industria- les en los que se emplean fuentes artificiales de radiación. Entre éstas, podemos citar las lámparas germicidas, luces de simulación solar, fototerapia, arcos de soldadura y corte, curado fotoquímico de tintas, pinturas y plás- ticos, luces de contraste, sistemas de autenti- cación de billetes y documentos, inspección de calidad de materiales o procesos fabriles, fotocopiadoras, centros de laserterapia y bronceado. No todos los tejidos actúan como barrera de protección frente a la radiación solar (Foto por gentileza de Composan)