Espacios confinados PROTECCIÓN LABORAL 72 | 3oTrimestre12 118 El ataque está en el aire Entre los múltiples contaminantes que vuelven nocivo -cuando no letal- el aire citaremos: ·Sulfuro de hidrógeno Es un gas incoloro con un inconfundible y fuerte olor a huevos podridos, presente siempre en zonas de aguas residuales. El sulfuro de hidrógeno es más pesado que el aire y puede causar asfixia en espacios poco ventilados, situados a niveles bajos o cerrados. La exposición al sulfuro de hidrógeno produce generalmente dolor de cabeza, náuseas, vértigo, mareos, debilidad, desorientación, hipo- tensión e irritación respiratoria. La lesión pulmonar puede progresar y ser irreversible. La intoxicación grave con sulfuro de hidrógeno puede causar inconsciencia, fallo respiratorio y cardiovascular. Es característica la rápida pérdida de la consciencia de los individuos gra- vemente expuestos; quienes vuelven a despertarse pueden experimentar un síndrome confusional agudo, con agitación y confusión. ·Endotoxinas Puede haber endotoxinas en todos los entornos laborales con presencia de polvo orgánico. Los grupos de mayor riesgo corresponden a los trabajadores de la ganadería, los científicos que trabajan con roedores, los trabajadores de plantas de tratamiento de residuos y depu- ración de aguas residuales e incluso los trabajadores en interiores. Los efectos clínicos van desde fiebre, enfermedades infecciosas, efec- tos tóxicos agudos, alergias, STPO (Síndrome Tóxico de Polvo Orgánico), bronquitis crónica y síndromes asmáticos, hasta shock sépti- co, fracaso orgánico e incluso la muerte. -El ambiente se degrade con tal rapidez que los aparatos de medida no puedan aler- tar con suficiente antelación. -Se produzcan errores en las mediciones por manejo incorrecto de los instrumentos de medida, fallo en su funcionamiento, incor- recciones en la metódica seguida, etc.”. La Guía dedica parte del capítulo 3 a dar unas orientaciones básicas sobre las princi- pales características de la ventilación nat- ural y de la ventilación forzada o mecánica, señalando los aspectos fundamentales que deben tenerse en cuenta. Ventilación, normas generales Se favorecerá siempre lo máximo posible la ventilación natural del recinto. Se apli- cará una ventilación forzada siempre que: -La ventilación natural no sea suficiente- mente satisfactoria. -Los resultados de las evaluaciones ambien- tales así lo aconsejen. -Se realicen trabajos con emisión de conta- minantes. -Se utilicen en el recinto o en su área de influencia equipos con motores de com- bustión tales como motobombas, compre- sores, etc. -En general, siempre que suponga una mejora significativa de la calidad del ambi- ente interior. -La ventilación debe abarcar todos los pun- tos del recinto donde pueda haber exposi- ción continuada o circunstancial, sin olvi- dar las zonas más bajas del mismo. -El aire introducido en el recinto durante la ventilación debe ser de calidad respirable. -No ventilar nunca con oxígeno, debido al riesgo de incendio que implica. -Tener en cuenta que un mismo ventilador proporciona caudales de aire más reduci- dos a medida que se aumenta la longitud de las mangueras acopladas al mismo. -Comprobar la ventilación realmente exis- tente, por ejemplo mediante velómetros y tubos fumígenos diseñados para la detec- ción de corrientes de aire. -Comprobar la eficacia de la ventilación establecida mediante la evaluación continu- ada de peligrosidad de la atmósfera interior. Cuando la ventilación natural es insufi- ciente, se recurre a la ventilación forzada, con diferente equipamiento: -Ventiladores portátiles bivalentes, aplica- bles como aspiradores o como impulsores. -Equipos de ventilación de alta capacidad, La ventilación es una condición para trabajar en espacios confinados