3oTrimestre12 | PROTECCIÓN LABORAL 72 Riesgos eléctricos Espectro electromagnético Está constituido por el conjunto de todas las frecuencias o longitudes de onda. Orde- nados por potencia (de menor a mayor), existen diferentes tipos de ondas electro- magnéticas: -Campos eléctricos y magnéticos estáticos (imanes, conductores eléctricos de corriente continua, etc.). -Ondas electromagnéticas de Extremadamente Baja Frecuencia (EBF). Llega a 3 kiloher- cios (líneas eléctricas de corriente alterna). -Ondas electromagnéticas de Muy Baja Frecuencia (MBF). Su intervalo de frecuencias es de 3 a 30 Kilohercios (algunas máquinas de soldadura por inducción). -Ondas electromagnéticas de Radio Frecuencia (RF). Intervalo de frecuencias de 30 Kilo- hercios a 1 Gigahercio (1.000 millones de hercios -ondas de radio y televisión, soldadu- ra de plásticos, etc.). -Microondas (MO). Ondas electromagnéticas entre 1 y 300 Gigahercios (hornos de microondas, telefonía móvil, etc...). Por encima de éstos se encuentran la radiación infrarroja (IR), la luz visible y la ultravio- leta (UV) no ionizante. Las radiaciones de ondas electromagnéticas de mayores frecuencias a las mencionadas tienen la capacidad de ionizar, es decir, de variar la estructura atómica de la materia, dada su alta energía (Rayos X), pudiendo ocasionar graves daños a la salud si no se adop- tan las medidas de protección adecuadas. Utilice la tecnología generadora de polución electro-magnética con sensatez y preven- ción. A buen seguro que su edifico, y el bebé de su vecino obtendrán grandes beneficios a cambio. Niebla eléctrica o electrosmog ‘Electrosmog’ puede traducirse como la electro-polución derivada de la radiación electromagnética, un tipo de radiación no ionizante (no tiene la suficiente energía para alterar la materia, al menos de un modo rápidamente constatable). Actual- mente, en nuestro trabajo y fuera de él vivi- mos rodeados por esta niebla eléctrica, que no vemos. Electrosmog es una expresión coloquial que hace referencia a la menos visible de todas las contaminaciones, la electromag- nética. La visión infra-roja permite ver cómo los aparatos electrónicos de uso coti- diano (tabletas, pda’s, móviles, teléfonos inalámbricos u ordenadores) irradian una niebla –smog- que no es más que un campo electromagnético que interfiere con la bio- logía de los humanos. El electrosmog es una amalgama de radia- ciones que contienen energía (determinada por la frecuencia de la onda). Por tanto, produce calentamiento y, en el peor de los casos quemaduras. Por ejemplo, usar el teléfono móvil ocasiona un calentamiento de los tejidos corporales próximos o en contacto con el dispositivo. Los humanos nos hemos acostumbrado evolutivamente al electromagnetismo terrestre (los polos magnéticos). Sin embar- go, la revolución industrial (electrotecnia y electrónica) ha elevado el nivel de radia- ción a cotas inéditas en el último siglo. Así, convivimos –en aparente armonía- con ‘perturbadores’ físicos como son las líneas eléctricas de alta y media tensión, transfor- madores, instalaciones eléctricas de la casa y el lugar de trabajo, aparatos de ilumina- ción y los aparatos electrónicos ya citados. ‘Electricidad sucia’ La electricidad sucia (polución electro- magnética) proviene de cinco fuentes principales de radiación no ionizante: cam- pos eléctricos (alternos), campos magnéti- cos (alternos), radiación RF (radiofrecuen- cia), campos eléctricos (estáticos) y campos magnéticos (estáticos). En muchos puestos de trabajo se usa equipo eléctrico y aparatos electrónicos, al margen de las archi-necesarias pantallas de visualiza- ción de datos (PVD’s), más comúnmente denominadas monitores. Cada equipo tiene un patrón de emisión electromagnética que, generalmente, disminuye al aumentar la dis- tancia de la fuente. Unos emiten básicamen- te en una frecuencia, y algunos en diversas frecuencias. Además, muchas fuentes poten- ciales de emisión electromagnética quedan fuera de la vista, ocultas en paredes o cuar- tos eléctricos. Cada año se añaden más equipos, especial- mente los dotados de conectividad “wire- less” (sin cables). Así el volumen de radia- ción RF continúa creciendo, aunque algunos componentes hayan reducido sus emisiones, como es el caso de los monito- res (nada que ver entre los antiguos CRT y los modernos LCD o LED). Veamos las fuentes de electrosmog: · Campos eléctricos alternos (muy baja o baja frecuencia) Es la energía de la red eléctrica, que en Europa oscila a razón de 50 ciclos (Hz) por segundo, de ahí el nombre de electricidad alterna. La potencia del campo eléctrico se mide en voltios por metro (V/m). Cuando un aparato eléctrico está enchufado, aun- que esté apagado, genera campos eléctri- cos alternos. Los niveles típicos de exposición en el ámbito laboral van de los 10 a los 50 V/m. A menos de 30 cm. de un cable, el nivel de exposición puede situarse en el rango de los 50-100 V/m, especialmente si carece de toma de tierra (clavija bipolar). Cuando se usa un ordenador portátil conectado a la red (especialmente si no tiene toma de tie- rra) la exposición del usuario al campo eléctrico puede llegar a varios cientos de voltios por metro; y en las manos el campo eléctrico puede ser de hasta 2.000 V/m. Cables, monitores, lámparas, líneas de dis- tribución de fluido eléctrico son algunas fuentes de exposición. · Campos magnéticos alternos (muy baja o baja frecuencia) Se generan cuando los electrones saltan de átomo en átomo creando un flujo de corriente. La magnitud del campo magnéti- co se mide en amperios por metro (A/m), y la densidad del flujo magnético derivado se mide en nanoteslas (nT) o miligauss (mG). Cuando activamos un equipo eléctrico y la corriente fluye por el cable se emiten cam- pos magnéticos alternos. 91