Ergonomía laboral PROTECCIÓN LABORAL 71 | 2oTrimestre12 Lipoatrofia semicircular: protocolo de actuación La lipoatrofia semicircular (LS) está contemplada en la literatura médica como una enfermedad poco frecuente, de causa desconocida, que se manifiesta por una atrofia, generalmente semicircular, del tejido graso subcutáneo. Dicha atrofia, que forma una hendidura visible, similar a la que producen unos calcetines que pre- sionan excesivamente la pierna, suele localizarse en la cara anterior de los muslos. En función de las circunstancias posturales puede afectar otras zonas como las nalgas, espalda, brazos o, incluso, la cara. - La humedad relativa de las instalaciones de KBC era demasiado baja (aproximada- mente un 40%). - Las fuerzas del campo magnético no superaban el valor límite recomendado. Sin embargo, eran siempre más altas en los puestos en que se había diagnostica- do LS. La conclusión fue que las descargas electros- táticas locales, vía mesa del escritorio, en la zona de las piernas más cercana a la mesa, puede explicar las modificaciones en el teji- do subcutáneo y su atrofia. Los agentes del desorden estructural serían los macrófagos que, activados por las descargas, modificarí- an la estructura del tejido adiposo. Ergonomía y lipoatrofia Igualmente, conviene dar crédito a la tesis de la presión ejercida repetidamente sobre un punto, en la que insistiremos a continuación. Según SEGLA, empresa especialista en calidad ambiental en interior de edificios, “varios La depresión en forma de banda del teji- do subcutáneo graso no conlleva alte- ración de la piel o el tejido muscular. La lesión, que puede ser uni o bilateral, pre- senta longitudes entre 5-20 centímetros, hasta 20 milímetros de anchura, y de 1 a 5 milímetros de profundidad. Desorden del tejido adiposo Esta enfermedad que, como se ha descrito, causa desórdenes estructurales del tejido adiposo se relaciona invariablemente con los llamados “edificios enfermos”, es decir lugares que presentan deficiencias ergonó- micas en un amplio sentido del término. Aunque la causa exacta es desconocida, todo apunta hacia los campos electromag- néticos y la baja humedad relativa. Curiosa- mente, en España se han detectado los casos más recientes en modernos edificios de oficinas de diversas compañías, por lo que podríamos hablar de un mal diseño de los puestos de trabajo pese a la modernidad de los centros de trabajo. Junto a los factores de una deficiente ergo- nomía ambiental hay que considerar otras causas físicas como las presiones repetiti- vas ejercidas sobre un mismo punto. Este problema por causa mecánica puede pre- sentarse en personal que trabaja de pie detrás de una mesa, mostrador, barra de bar. La presión repetida -e inconsciente por lo general- suele provocar la localización más típica de esta afección: la cara anterior del muslo. El fenómeno fue relacionado con los edifi- cios por dos médicos alemanes en 1974. A partir de 1995 encontramos bibliografía respecto de la LS en diversos países euro- peos. Uno de los casos más conocidos es el de la compañía KBC Bank & Insurance Group, donde desarrollaron esta patología 900 trabajadores. Como dato revelador, la lipoatrofia se localizó en la cara antero-late- ral del muslo, a 72 centímetros del suelo, que era la altura estándar de las mesas de oficina. Entre las conclusiones más interesantes del caso KBC pueden apuntarse las siguientes: -Como sintomatología añadida, los afectados referían problemas de pesadez en las extremidades inferiores y fatiga severa. - La lipoatrofia semicircular es una lesión reversible. Como puso de manifiesto el caso KBC, la sintomatología desapare- ció completamente en el 95% de los tra- bajadores que se jubilaron. Las lesiones (hendidura semicircular) podían desa- parecer espontáneamente después de varios meses, pero, según se compro- bó, la curación solamente se producía cuando el trabajador se apartaba del foco contaminante. La lipoatrofia (LS) se volvía a producir cuando regresaban al puesto de trabajo. - Por sexos, la lipoatrofia semicircular afectaba más a las mujeres que a los hombres, con tasas que se sitúan en el 80-90% de la población femenina del lugar afectado. Esto se explicaría por la mayor abundancia de tejido adiposo en el cuerpo femenino. Para evitar las descargas electrostáticas que reciben los trabajadores se emplean materiales de vanguardia, no conductores y con elevado poder de disipación de la electri- cidad estática. Foto gentileza de DuPont 106