2oTrimestre12 | PROTECCIÓN LABORAL 71 Buenas prácticas De hecho, la alta dirección no demostraba fehacientemente su com- promiso con la seguridad, y mientras la mayoría de los empleados y contratistas entendió la importancia de la seguridad, los directivos no se sentían responsables de la misma. El cambio organizativo y la for- mación intensiva acabaron con aquellas lagunas. El principio del cambio A partir de la evaluación inicial, Galp Energia y los consultores de DuPont desarrollaron conjuntamente un plan global en el 2006 para aplicar un sistema integrado de gestión HSE y cambiar la cultura de seguridad de Galp, ambos considerados como la base necesaria para el establecimiento de buenas prácticas de seguridad de proceso. El nuevo sistema de gestión HSE, basado en los 22 elementos del modelo de seguridad de DuPont, incluía la creación de una organización inte- Mientras la mayoría de los empleados y contratistas entendió la importancia de la seguridad, los directivos no se sentían responsables de la misma. El cambio organizativo y la formación intensiva acabaron con aquellas lagunas grada liderada por cada gerente de departamento, reportando al Con- sejo de Administración, así como la redefinición de las responsabilida- des de HSE en todas las actividades, incluyendo la gestión de contratistas. Se crearon comités de HSE para actuar como foros de seguimiento, análisis y toma de decisiones; también se formaron Gru- pos de Excelencia, dependientes de estos comités, para tratar los pro- blemas específicos de HSE. Asimismo, se desarrolló una lista exhausti- va de normas de seguridad de procesos y normas internas de la compañía destacando las expectativas de las empresas en relación con los 22 requerimientos del sistema de gestión. Así como un buen liderazgo es fundamental para que la gestión de la seguridad de los procesos funcione bien, también los empleados tie- nen que ver que se dedica tiempo y esfuerzo a la seguridad. Galp Energia llevó a cabo una amplia formación y programa de entrena- miento con más de 3.500 empleados a nivel de supervisión. Galp también introdujo un sistema de comunicaciones de dos vías para compartir buenas prácticas tanto con su propio personal como con los contratistas. Conclusión En cuatro años, el rendimiento HSE de Galp Energia mejoró conside- rablemente. La tasa de siniestralidad con baja de la compañía (LWIF – Lost Workday Injury Frecuency) se redujo de 3,4 en 2008 (el inicio de la recopilación de datos de incidentes tanto para el personal como para los contratistas) a 2,1 en 2009. De acuerdo con Helder Figueira, uno de los principales consultores de DuPont involucrado en el pro- yecto, “Galp Energia logró mejorar su seguridad de procesos a través de una completa reorganización de la gestión de HSE y las responsa- bilidades de la estructura de mando. Esto condujo a un mayor com- promiso de todos los gerentes y un cambio significativo en las actitu- des de los empleados y contratistas respecto de la seguridad y el comportamiento. Un aspecto esencial del cambio cultural de Galp Energia es que la seguridad -como la protección del medio ambiente- está ahora integrada como un valor central del negocio”.