PROTECCIÓN LABORAL 69 | 4oTrimestre11 Riesgos emergentes Bio-acumulación y bio-magnificación En toxicología, es el proceso de concentración de sustancias químicas en organismos vivos, alcanzándose concentraciones más elevadas que las existentes en el medio ambiente o en los alimentos. Las sustancias bio-acumulables aumentan de concentra- ción a medida que se avanza en el nivel trófico en la cadena alimenticia. Las principa- les vías de entrada en nuestro organismo son la respiratoria, la digestiva y la tegumen- taria (epidermis). El término ‘bio-acumulación’ lo creó en los años 60 un grupo de naturalistas estadouni- denses que encontraron altas concentraciones de DDT en el organismo de algunas especies de aves, lo que conduciría a la posterior prohibición de aquel compuesto órgano-clorado, componente principal de los insecticidas. La bio-acumulación y la bio-magnificación son un tándem indisociable. Cuando se pro- duce una bio-acumulación de sustancias tóxicas en el medio que sea, se habla de bio- magnificación. Estudiando las poblaciones del ecosistema afectado, se observa que a medida que se asciende en las diferentes cadenas tróficas, la concentración del tóxico es mayor. Por decirlo de otro modo, los predadores siempre tienen mayor concentra- ción de sustancias tóxicas que sus presas (los tejidos-reservorios de los diferentes infec- tados no consiguen la excreción del tóxico, de ahí su magnificación a lo largo de la cadena. Y el ser humano se encuentra en la cúspide de esta espiral tóxica). La OMS también llama la atención sobre los aceites industriales contaminados con PCBs. En España se utilizaron profusamente como líquido aislante-refrigerante en los transfor- madores de la red eléctrica. “Existen en todo el mundo grandes depósitos de aceites industriales de desecho con PCB, muchos con grandes concentraciones de PCDF. El almacenamiento prolongado y la elimina- ción inadecuada de este material pueden liberar dioxinas hacia el medio ambiente y contaminar los alimentos humanos y anima- les. Los residuos con PCB no se pueden eli- minar fácilmente sin que contaminen el medio ambiente y la población humana. Esos materiales tienen que ser tratados como residuos peligrosos, y lo mejor es des- truirlos mediante incineración a altas tempe- raturas”, cita la OMS. Escándalos recientes por contaminación de alimentos con dioxinas nos remiten a Bélgi- ca, donde la contaminación afectó a los pollos, huevos y carne, y cuyas causas –no completamente esclarecidas- apuntaban a piensos contaminados por aceites de origen industrial que contenían PCBs (un fraude ali- mentario y contra la salud pública que nos recuerda al escándalo del aceite de colza de la década de los 80 en España). En Francia, el contenido de dioxinas en la leche de las vacas de la zona de Lille, obligó a prohibir su consumo; y a cerrar temporalmente tres incineradoras de residuos urbanos de los alrededores, sospechosas de haber contami- nado la atmósfera y el entorno vegetal. “Mientras en el resto de Europa se buscan soluciones para frenar la creciente contami- nación por dioxinas, la sociedad española permanece ajena a este peligro, y las admi- nistraciones no solamente lo ignoran, sino que además se muestran reticentes a prohi- bir la fabricación de productos que contie- nen o crean dioxinas, rehúsan las tecnologí- as industriales que evitan su formación, y promueven la construcción de plantas inci- neradoras, que son el principal foco de emi- sión”, denuncian diversos organismos rela- cionados con la salubridad del medio ambiente en nuestro país. Respecto de sus efectos perniciosos, cabe insistir nuevamente que las dioxinas pueden desplazarse a gran distancia desde la fuente de emisión, y que se bio-acumulan en las cadenas alimentarias. Los fetos y embriones de peces, aves, mamíferos y seres humanos son muy sensibles a sus efectos tóxicos. Por si fuera poco, no existe un nivel seguro de exposición a las dioxinas (la bio-acumula- ción es como un efecto repetitivo). Las dio- xinas producen cáncer en el ser humano. Dosis inferiores a las asociadas con cáncer ocasionan alteraciones en los sistemas inmu- nitario, reproductor y endocrino. La exposición humana a dioxinas y similares se ha asociado a una serie de efectos tóxi- cos, entre ellos inmuno-toxicidad, trastor- nos del desarrollo y el neuro-desarrollo, y alteraciones de las hormonas tiroideas y esteroideas y de la función reproductiva. Los efectos sobre el desarrollo son el criterio de valoración de la toxicidad más sensible, de modo que los niños, especialmente los lac- tantes con el pecho materno, constituyen la población de mayor riesgo. Bibliografía - OMS. Organización Mundial de la Salud. “Las dioxinas y sus efectos en la salud humana”. - FODESAM. Fondo para la defensa de la Salud Ambiental. - ISTAS. Instituto de Trabajo, Ambiente y Salud. Contaminantes Orgánicos Persistentes. Los contaminantes orgánicos persistentes se acumulan en el tejido graso de todos los integrantes de la cadena trófica 79