PROTECCIÓN LABORAL 69 | 4oTrimestre11 Riesgos emergentes La neblina o smog que cubre el cielo de muchas ciudades es un cóctel tóxico que afecta a todos sus habitantes vesar la placenta, además de excretarse en la leche materna (contaminación durante la lactancia). Los COPs son susceptibles de producir defectos en la circulación sanguínea, en la formación del aparato urinario, alteraciones neurológicas, nacimientos con malformacio- nes, cánceres y alteraciones genéticas. Desencadenan indeseables efectos endocri- nos u hormonales. Los COP pueden suplan- tar a las hormonas, inducir una respuesta fuera de tiempo o cerrar la entrada e inhibir la respuesta, ocasionando trastornos de desarrollo reproductivo, disminución de esperma, defectos de nacimiento, pérdida de fertilidad, aumento de la hiperactividad en niños, problemas de aprendizaje, entre otros. Los efectos en el ecosistema incluyen femi- nización de machos y masculinización de hembras y comportamientos anormales. En nuestro país entre los generadores de COP se pueden mencionar la fabricación de productos químicos, reciclado de metales, blanqueo de pulpa de papel, combustión de carbón vegetal, fundición de cables de cobre (revestidos con policloruro de vinilo, PVC), incineradores (de residuos municipa- les, peligrosos, médicos), quema a cielo abierto, combustión de madera, etc. ·Potencial nocivo durante décadas El periodo de latencia de estos compuestos no se está teniendo en cuenta en nuestra sociedad. Por ejemplo, el DDT se prohibió a mediados de los años 70 y, treinta y cinco años después, todavía encontramos sus tra- zas en el 88% de la población. Se sospecha con fundamento que muchos de estos contaminantes actuaron –y actúan- como catalizadores de enfermedades y tras- tornos prevalentes en la actualidad, como son la infertilidad, malformaciones congéni- tas, problemas de aprendizaje y desarrollo neuro-conductual, obesidad, diabetes, varios tipos de cáncer, o enfermedades neuro-dege- nerativas (Alzheimer, Parkinson, etc). Miquel Porta admite que “es cierto que el conoci- miento sobre los efectos adversos de los COPs está lleno de incertidumbres, pero ello no debe ser obstáculo para que actuemos contra sus efectos más perniciosos”. Por suerte, la mayoría de la población tiene concentraciones de COPs muy inferiores a -Productos químicos industriales: hexacloro- benceno (HCB) y bifenilos policlorados (PCB), muy usados como líquidos de aisla- miento eléctrico (transformadores de la red de distribución eléctrica). -COPs que se generan de forma no intencio- nada: dioxinas y furanos. En el año 2007, el Convenio de Estocolmo amplió de 12 a 17 las sustancias tóxicas a eli- minar o restringir, -incluyendo retardantes de llama como el pentabromodifeniléter y hexabromobifenilo, pesticidas como el lin- dano y la clordecona, y surfactantes y antiad- herentes como los perfluorooctosulfonatos (PFOS). La paradoja es que, tras décadas de esfuerzo, ni tan sólo se ha conseguido prohibir y elimi- nar satisfactoriamente esas doce sustancias iniciales sobre las que tanto consenso existía y, en algunos casos, evidencias de su alta nocividad desde hace cinco décadas. Y hablar de ‘docenas’ es por utilizar térmi- nos usuales de nuestra vida. Sabemos que existen miles de contaminantes, y que éstos actúan de manera conjunta creando un cóc- tel tóxico. Carece de sentido analizar los efectos específicos de un contaminante por separado, cuando su ataque –salvo casos muy limitados- siempre será en combina- ción con otros tóxicos. La evidencia científi- ca que cobra fuerza es que los contaminan- tes químicos interactúan unos con otros, pudiendo causar más daños juntos que por separado. Los defensores de la salud ambien- tal arremeten contra determinada toxicolo- gía convencional, así como la forma en que las compañías comerciales realizan los estu- dios analizando los efectos separadamente, compuesto a compuesto, por entender que dichas compañías están falseando (minimi- zando) la percepción y el alcance de los ries- gos reales. Efectos biológicos de los COPs Los COPs afectan a los seres humanos, ani- males y medio ambiente, causando daños que muestran síntomas agudos y crónicos. Los ‘nasciturus’ (literalmente, el que ha de nacer) se hallan expuestos desde la concep- ción, pues estos contaminantes pueden atra- 77