EPI: MATERIALES, MAQUINARIA Y TÉCNICAS PARA SU FABRICACIÓN / PPE: MATERIALS, MACHINERY AND TECHNIQUES FOR THEIR PRODUCTION Facilidad de uso Hay algunas pruebas sencillas que se pueden realizar para determinar si el usuario se sentirá cómodo en un traje mientras trabaja en las condiciones más duras. Una de ellas es simular los movimientos que se realizan durante el uso del equipo. Por ejemplo, comprobar que puede ponerse en cuclillas, agacharse, y levantar los brazos con fluidez y mínimas molestias. Otra es la de asegurar que vestir y quitarse el traje no resulta complicado, lo que facilita una respuesta rápida, en caso de emergencia. Ajuste Durante el proceso de evaluación del producto, se tiene en consideración cada una de las piezas del mismo, a la vez que el producto al completo. Tamaño En la elección de un traje de protección química, la selección de la talla adecuada puede reforzar significativamente la facilidad de uso. Los trajes deben adecuarse a la forma y tamaño del usuario. Por ello, la mejor opción es elegir un fabricante que ofrezca una gran variedad de tamaños, desde la talla pequeña (P) a la doble extra-grande (XX-large) para garantizar el confort y la maniobrabilidad. Visera La visibilidad dentro del traje es un elemento crucial para el usuario en cada una de sus operaciones. A menudo los visores cuelgan libremente sobre la cara, causando mala visibilidad. Un visor debe descansar segura y cómodamente en la frente del usuario, mientras que otras opciones más duraderas tienen el visor soldado directamente al material del traje. Sus usuarios serán los que deberán asegurarse de que la pantalla de visión se ajusta satisfactoriamente con el tipo que buscan sin que les provoque distorsión alguna. También es importante tener en cuenta los beneficios que aportan las viseras flexibles que reducen el peso del equipo y, por lo tanto, aumentan la comodidad, a la vez que requieren menos espacio para su almacenamiento. Cinturón interno No todos los trajes tienen un sistema de cinturón interno. Éste facilita aumentar el rango de movimiento del usuario y sus funciones globales. Además sirve para mejorar la estabilidad, manteniendo el traje en su correcta posición, a nivel de la cintura, con la visera en posición, mejorando la visibilidad y aliviando la presión sobre el cuello y la cabeza. Calcetines incorporados Los calcetines incorporados al equipo tienen la ventaja de permitir al usuario utilizar botas que coincidan con el tamaño de su pie. Es común que los calcetines completos se doblen y arruguen en el interior de la bota. Esto se traduce en molestias cuando el usuario se encuentra de pie y dificultando el caminar, pudiendo afectar a la seguridad. El usuario a veces opta por usar botas de mayor tamaño para aliviar este malestar, lo que provoca otros riesgos de seguridad. Para evitar este problema es importante elegir trajes con calcetines incorporados flexibles, ya que asegurarán la comodidad incluso cuando se encuentren dentro de la bota –una pequeña característica que puede representar una gran ventaja para el usuario. Coste Si bien la seguridad y el confort son fundamentales, el coste también es importante en la elección de trajes de protección contra productos químicos. Los parámetros clave para evaluarlos incluyen la vida útil, inspección, reparación y costo de mantenimiento. Los trajes más duraderos normalmente tienen menor costo a largo plazo, al no requerir ser reemplazados con tanta asiduidad. En cambio, los costos de mantenimiento e inspección de los trajes de vida limitada y de los reutilizables son mucho mayores, ya que requieren inspecciones periódicas que comprueben que continúan aptos para su uso y que cumplen todos los requisitos necesarios. El costo anual por juego va desde los 250€a los 500€, sin contar los gastos de transporte y logística. Además, es necesario contemplar que todo el proceso de reemplazo e inspección de los trajes suele durar entre dos y tres meses. La vida útil de los trajes de vida limitada varía entre los 5 y los 10 años dependiendo de cada modelo. La inspección es necesaria siempre que se le extraiga de su envoltorio, aunque no haya sido expuesto a sustancias químicas. En este caso, bastaría con una inspección visual y una prueba de presión para asegurarse de que sigue manteniendo su impermeabilidad a los gases. Esta simple operación puede ser realizada por el mismo personal de emergencia, usuario del traje, en la zona de trabajo o bien por los proveedores del traje, con un costo de entre 100 y 150 euros. Además, el precio de compra de los trajes de vida limitada es inferior al de los reutilizables. Los costos de mantenimiento dependen en gran medida de la calidad de los elementos utilizados, siendo la válvula de cierre, el principal. Algunos trajes contienen válvulas que requieren un mantenimiento frecuente, y la necesidad de reemplazar la junta del diafragma de la válvula cada dos años. Por otra parte, los acabados herméticos, con válvulas “a prueba de manipulaciones”, no requieren mantenimiento ni sustitución, lo que evita posibles errores de los usuarios y posibles riesgos antes, durante y después de la sustitución. Es importante verificar con el fabricante que las válvulas de cierre se han comprobado al 100% de su fiabilidad ante el riesgo de fuga interna y externa. La hora de la verdad La vida del personal de los servicios de emergencia no sólo depende de sus conocimientos y habilidades, sino también del equipo de protección que utilizan en situaciones extremas. Es necesario comprender que las características de seguridad, la certificación de los trajes, los materiales que los componen, los requisitos de su mantenimiento, así como el uso final que se les dé son vitales a la hora de elegir qué trajes usar para cada unidad en cada situación en la que sea necesario protegerse contra los productos químicos. * Ian Hutcheson, Marketing Manager de Saint-Gobain Performance Plastics TÉCNICAS DE PROTECCIÓN 83