82 TÉCNICAS DE PROTECCIÓN REQUISITOS mínimos para evaluar la FIABILIDADde los trajes de PROTECCIÓN QUÍMICA Ian Hutcheson* Todos los trabajadores de los servicios de emergencia tienen en común una preocupación, la seguridad. En situaciones de emergencia, ellos son los primeros en responder y no sólo deben proteger a las personas, también han de tener la certeza de que su Equipo de Protección Individual (EPI) es seguro y su vida no va a correr ningún riesgo. Más allá de las habilidades y conocimientos que los trabajadores de los servicios de emergencia tengan a través de la formación que hayan recibido y de la experiencia que hayan acumulado, hay un factor que puede aumentar su seguridad en situaciones de emergencia: la calidad y el ajuste de su equipo de protección personal. Si en la primera respuesta se siente cómodo y protegido por su EPI podrá completar su trabajo y garantizar la seguridad de las comunidades a las que sirve. Los trajes de protección química son una pieza vital del equipo encargado de proteger la vida de los servicios de emergencia. Estos equipos se enfrentan a entornos muy exigentes como resistir los agentes agresivos químicos y biológicos, partículas y polvo contaminados y ofrecer protección contra incendios súbitos de ignición espontánea. La duda principal de la mayoría de sus usuarios es ¿cómo puedo estar seguro de que mi traje efectivamente me protege? Los servicios de bomberos y emergencias a la hora de seleccionar sus trajes de protección química deben tener en cuenta una serie de opciones: trajes herméticos a gases o salpicaduras, trajes de vida limitada o reutilizables, así como la elección entre los diversos fabricantes. La seguridad, la comodidad y el costo son también consideraciones clave que pueden afectar desempeño real de la actividad. En este artículo examinaremos algunos de los factores más importantes que deben tenerse en cuenta a la hora de seleccionar y decidir los equipos que deben utilizar los trabajadores. El nivel de seguridad Hay muchos factores que determinan qué traje de protección química es el adecuado para cada tipo de persona. La clave está en saber a qué condiciones y tareas se va a enfrentar la persona que lo utiliza para asegurar que él modelo elegido es fiable y resistente. En el caso de incidentes relacionados con derrames o fugas de materiales peligrosos, a menudo los riesgos son inciertos o no son fáciles de averiguar previamente, por lo que la decisión más segura es utilizar un traje químico totalmente hermético (que se adapte a las directrices del ES según el nivel 1A), ya que estos proporcionan el mayor nivel de protección. Estos trajes, al igual que todo EPI, están sujetos a la norma de certificación según las directrices de la Unión Europea en su Directiva 89/686/CEE. Mientras que los requisitos de certificación de nivel 1A totalmente encapsulado hermético están claramente detallados en la norma EN943-1 y 943-2, también se consideran las prestaciones en términos de resistencia a perforaciones, abrasión, y a los agrietamientos/fisuras por flexión. En la normativa EN 943, algunos trajes herméticos de protección química, de uso limitado, presentan valores superiores a la perforación, llamas y a la resistencia al agrietamiento. Comodidad y maniobrabilidad La certificación no es suficiente para determinar si se cumple con los requisitos deseados. La comodidad del usuario y maniobrabilidad son características esenciales del traje ideal, que no comprometa ni limite la finalización de las operaciones de respuesta a emergencias. Trabajar con una protección química hermética de protección que no se adapte resulta agotador, ya que por lo general son más pesados y menos flexibles. Las características que mejoran la comodidad y maniobrabilidad pueden aumentar significativamente la capacidad del usuario para trabajar con eficiencia y seguridad durante su cometido, prolongando también la resistencia. Estas son: Peso Cuanto más ligero es el traje, menos arduo es para el usuario llevarlo. Éste puede soportar hasta 4 kilos de peso, y cada kilo ahorrado es un alivio para sus músculos y su corazón. Además, los trajes más ligeros y flexibles facilitan mayor número de movimientos, permitiendo a los usuarios maniobrar con las dos manos y con el resto del cuerpo fácilmente. Los trajes de vida limitada suelen ser más ligeros y el tipo y grosor de la goma utilizada les aporta mayor flexibilidad que los reutilizables. Presión Positiva Los trajes completamente herméticos requieren un equipo de respiración autónoma (SCBA), lo que garantiza que el usuario dispone de un suministro de aire independiente y puede trabajar cómodamente en un entorno de gases. Gracias al sistema de válvula del SCBA, al cerrarse la cremallera del traje se produce una presión positiva por medio del aire que exhala el usuario. Ésta hincha el traje, hasta alcanzar una cierta presión y se crea una respuesta favorable a su uso ya que mejora la comodidad y la movilidad mediante el “levantamiento” del peso del traje y facilitando la posición del visor y su campo de acción. Además de ser más cómodo, un traje presurizado es más práctico, ya que también permite a los usuarios retirar sus manos para utilizar la radio y otros posibles medidores; así como acceder a un paño para limpiar la niebla del visor en caso de empañamiento, con mayor facilidad. También en el caso de perforación o desgarro durante un incidente, la presión positiva no permitirá la entrada de gases tóxicos y contaminantes, mientras se mantenga. EPI: MATERIALES, MAQUINARIA Y TÉCNICAS PARA SU FABRICACIÓN