Trabajo y salud PROTECCIÓN LABORAL 67 | 2oTrimestre11 Las enfermedades respiratorias tienen una destacada prevalencia en las actividades de panadería vaca son los agentes sensibilizantes en el ori- gen del 82% de todos los casos registrados en ese país durante los último siete años. Un estudio escandinavo reciente concluye que de 758 casos de origen profesional de derma- tosis localizadas en las manos, entre un 7-8% son urticarias de contacto (un 3% de las cuales están asociadas a una dermitis irritante). La urticaria se presenta en forma de placas eritematosas (rojas), edematosas (inflama- das), de tamaño variable, con prurito, sin descamación ni costra. Las lesiones se locali- zan en la zona de contacto, pudiendo exten- derse y verse acompañadas de otros sínto- mas (algunos graves). Una urticaria momentánea puede acabar convirtiéndose en una enfermedad profesio- nal invalidante. Los motivos son siempre los mismos: la salud del trabajador de la indus- tria alimentaria y la salubridad de los alimen- tos que se manipulan. Enfermedades infecciosas y parasitarias La Enciclopedia de Seguridad y Salud de la OIT nos recuerda que son enfermedades de origen animal, “los trastornos profesionales más específicos de las industrias alimenta- rias. Son muy comunes en los trabajadores de los sectores cárnico y lácteo, como resul- tado del contacto directo con los animales El contacto con los animales sacrificados puede ser causa de contagio de enfermedades infecciosas infectados. Es un riesgo que corren también los agricultores y otros trabajadores que entran en contacto con animales. La preven- ción resulta especialmente compleja, ya que es posible que los animales no muestren sín- tomas de enfermedad. Cualquiera que sea el equipo de protección suministrado, inevitablemente los trabajado- res entran en contacto con la sangre, grasa, heces del animal, ingesta (comida del siste- ma digestivo del animal), y otros detritus de los animales sacrificados. Con demasiada frecuencia, se producen condiciones insalu- bres, que ponen en peligro tanto a los traba- jadores como a los consumidores. El principio fundamental para prevenir la contracción y la difusión de las enfermeda- des dérmicas infecciosas y parasitarias es la higiene personal. Es necesario disponer de baños, lavabos y duchas limpios. Los unifor- mes, los equipos de protección personal y las toallas de mano deben lavarse y, en algu- nos casos, esterilizarse con frecuencia. Las heridas han de desinfectarse y vendarse, con independencia de su gravedad, así como cubrirse con un material protector hasta su curación. La limpieza y la higiene del lugar de trabajo son igualmente importantes. Se incluyen aquí un lavado exhaustivo de los equipos y las superficies en contacto con los tejidos animales después de cada jornada laboral, el control y la exterminación de roe- dores y la exclusión de perros, gatos y otros animales de los centros de trabajo. La vacu- nación de animales y la inoculación de traba- jadores son medidas adoptadas por numero- sos países con el fin de prevenir las enfermedades infecciosas y parasitarias”. 132