Entrevista  PROTECCIÓN LABORAL 65 | 4oTrimestre10 aprieto, porque creo que el proceso de rees- tructuración o reordenación de las mutuas, llámenlo como quieran, se está produciendo desde hace tiempo, al igual que ocurre en otros ámbitos del mundo económico. Mire, hay que garantizar la calidad y la correcta prestación de servicios, y ello requiere en muchas ocasiones de una adecuada ordena- ción de los recursos. Es necesario, me pare- ce, seguir en la línea marcada y, desde luego, ello debería repercutir en una mejora de la calidad de la prestación de los servicios de las mutuas. Además, por referirme a un cam- bio normativo reciente, hemos de pensar en las posibilidades que se abre para la mejora de la actuación de las Mutuas con las refor- mas operadas, más bien diría preparadas pero no ejecutadas, en la reciente ley de reforma del mercado de trabajo. Acaba usted de referirse a dos palabras que han estado permanentemente en los titula- res de los medios de comunicación durante los últimos meses, “reforma laboral”. Hemos vivido el día 29 de septiembre una huelga general que ha merecido valoraciones muy distintas tanto en cuanto a su razón de ser como sobre sus resultados. ¿Será esta reforma el antído- to que curará los males de nuestro mer- cado de trabajo o es tan negativa para los trabajadores como afirman las orga- nizaciones sindicales convocantes del conflicto? Y le ponemos en otro aprie- to: ¿está bien regulado el derecho de huelga en España? Llevo treinta y cinco años de vida laboral y he vivido muchas reformas laborales en España. Les puedo asegurar que ninguna de ellas es un antídoto para resolver las defi- ciencias del sistema productivo, pero sí que pueden moderadamente ayudar, si están bien planteadas, a adaptar el mundo del tra- bajo a las cambiantes realidades económicas y sociales. Pero, si quiere que le diga de ver- dad mi parecer sobre esta cuestión, las nor- mas cumplen una función limitada en el cambio y adaptación. Si hay que poner el acento en alguna medida, al igual que lo hemos de hacer en las medidas preventivas en materia de seguridad, es en la formación y cualificación del personal, de las personas trabajadoras (y desde luego también de los empresarios) en una economía del conoci- miento que demanda cada vez más menos órdenes y más colaboración y participación de todas las personas que prestan sus servi- cios en las empresas. Hay que insistir en la importancia de la inversión en seguridad como una medida que revierte tanto a corto como medio plazo en la mejora de los resultados empresariales En cuanto a “la pregunta del millón” sobre si está bien regulado el derecho a la huelga, y si éste puede chocar con el derecho al tra- bajo, le diré que la regulación existente puede ser ciertamente mejorada, en espe- cial para la concreción de los servicios esen- ciales y los servicios mínimos. Y ello debe hacerse “en frío”, es decir no cuándo se con- voca una huelga general, como la reciente- mente vivida, sino en momentos de tranqui- lidad social. La colisión entre ambos derechos puede darse ciertamente, pero hay instrumentos jurídicos suficientes en el ordenamiento jurídico español para garanti- zarlos, sin olvidar, aunque a algunos no les pueda gustar, que el derecho a la huelga tiene mayor rango jurídico por su considera- ción de derecho fundamental en la Constitu- ción de 1978. Hemos de ir concluyendo esta entrevis- ta, y no queremos que falte su valora- ción sobre el III Congreso Nacional de Prevencionistas. ¿Qué espera de dicho Congreso? Si me lo permiten, deseo expresar pública- mente a través de Gaceta de la Protección Laboral mi agradecimiento a Aepsal por haberme propuesto como presidente del Comité Científico. Durante el período que hemos dedicado a la preparación del Con- greso he podido aprender mucho tanto de la propia Aepsal como de los restantes miem- bros del Comité, y quienes defendemos el valor del aprendizaje a lo largo de toda la vida valoramos la adquisición de conoci- mientos de forma muy positiva. Este III Con- greso, tal como he expuesto en su presenta- ción, tiene que prestar especial atención a la nueva -o quizás ya no tan nueva- realidad del mundo de trabajo, con indudables repercu- siones sobre las condiciones de seguridad y salud laboral. Parece que se hace necesario repensar si el modelo sobre el que se articu- ló gran parte de la normativa aprobada en las décadas de los 80 y 90 sigue siendo válido o hay que adaptarlo, y así me lo parece, a las nuevas realidades. Por citar sólo algunos ejemplos significativos de cuestiones que serán abordadas en el congreso, destaco la cada vez mayor presencia femenina, el ele- vado número de personas de nacionalidad extranjera, el impacto del teletrabajo, la importancia creciente del personal que presta sus servicios en las Administraciones Públicas, o la cada vez más necesaria coordi- nación entre todas las instancias que operan en el ámbito de la prevención. Esa casuística requiere que los prevencionistas debatan y analicen cómo deben abordarse las nuevas realidades, teniendo presente que el objeti- vo final sigue el siendo el mismo: la protec- ción de la persona trabajadora. Y para acabar, señor Rojo, ¿cree que en nuestras sociedades el trabajo sigue siendo una maldición bíblica, o hay que valorarlo cada vez más como un bien escaso y al que no pueden acceder muchas personas? Un trabajo decente -y utilizo la terminología de la OIT y la Agencia para la Seguridad y la Salud en el Trabajo- para todas las personas es el desiderátum al que los poderes públi- cos deben tratar de responder adecuada- mente. Un trabajo con derechos y con asun- ción de responsabilidades, un ámbito profesional de actuación en el que la perso- na no sea una mera cifra sino un sujeto que participa activamente en todo aquello que lleva a cabo. ¿Es utópico? No, y los cambios sociales habidos a lo largo de la historia así nos lo demuestran. Profesor Rojo, muchas gracias por haber atendido a PROTECCIÓN LABORAL y le agradecemos muy sinceramente el tiempo que nos ha dedicado. *Manuel Domene Periodista. 104