Calzado de seguridad y protección PROTECCIÓN LABORAL 64 | 3oTrimestre10 88 les a tener en cuenta en la selección de cual- quier tipo de calzado para uso laboral y algu- nas recomendaciones particulares encamina- das a orientar en la selección del calzado para las siguientes actividades: fuerzas de seguri- dad, industria y construcción, sector sanitario, mantenimiento urbano, trabajadores foresta- les, hostelería, azafatas, mantenimientos urba- nos, y bomberos. Recomendaciones generales Para una correcta selección del calzado labo- ral siempre hay que tener presente la diversi- dad existente entre los usuarios. El calzado para hombres y mujeres no debe ser el mismo, puesto que existen diferencias entre los pies de ambas poblaciones, que van más allá de la talla. También habrá que tener en cuenta posibles exigencias de trabajadores con pies delicados o con determinadas pato- logías, como la diabetes, o los que requieran calzado ortopédico. Estos grupos necesitarán un calzado específico. Hay que considerar las diferentes actividades desempeñadas por los trabajadores para ase- gurar la adecuación del calzado a las mismas. Un mismo tipo de calzado no siempre es ade- cuado para todos los puestos dentro de un colectivo. Tampoco hay que olvidar que, al igual que en calzado no laboral, los requeri- mientos funcionales varían en las distintas épocas del año. ·Consejos para elegir un calzado confortable El IBV establece la siguiente lista de recomen- daciones: - El calzado no debe oprimir el pie. La horma debe ser generosa y el sistema de cierre per- mitir una cierta variación en el ajuste de mane- ra que se adapte tanto al cambio de forma y volumen del pie a lo largo de la jornada labo- ral como a los distintos tipos de pies cuando se adquiera el mismo modelo para distintos usuarios. Se recomienda una puntera redon- deada que permita que todos los dedos se alo- jen cómodamente en su interior. - El calzado debe adaptarse a los movimientos del pie de forma que sean eficientes y el pie se encuentre protegido. El calzado no debe entorpecer los movimientos del pie, debe ser ligero, flexible y estable. Conviene compro- bar que el calzado no se clava en el empeine al flexionarlo y que la línea de flexión del calza- do coincide con la de la articulación del pie. Cuando el calzado incorpore elementos de protección, hay que procurar que éstos, pro- tegiendo el pie, se adapten a sus movimientos sin causar molestias. - El zapato debe proporcionar suficiente aga- rre para evitar caídas y permitir avanzar efi- cazmente. Los tacos y las ranuras mejoran el agarre. Deberemos evitar las suelas lisas o sin dibujo. Si el piso es de cuero debe incorporar inserciones de goma en el ante-pie y en el talón. - El calzado debe proporcionar protección tér- mica. El corte debe ser transpirable para evitar una sudoración excesiva en ambientes cálidos y aislante térmico en ambientes fríos. La suela debe aislar térmicamente al pie del terreno, evitando la transmisión de calor en verano y de frío en invierno. - Una buena plantilla puede mejorar conside- rablemente el confort del calzado. Debe ser blanda y con cierto espesor para proporcio- nar una buena distribución de presiones en la planta del pie y evitar la aparición de zonas sobrecargadas. Además de transpirable, con- viene que sea absorbente para evitar la acumulación de humedad en el interior del calzado. La Guía del IBV concluye esta sección con una sencilla consigna para los fabricantes y distri- buidores de calzado de seguridad: “Tenga pre- sente que la mejor forma de averiguar los requisitos que debe reunir un calzado laboral es preguntar a los usuarios”. Ciertamente, el consumidor no sólo es el “rey” del mercado, sino la mejor fuente de información para cali- brar los productos. Nada debe hacerse sin escucharle previamente. Proyecto Disergo (CTCR) Son muchas las entidades que impulsan pro- yectos de investigación e innovación en el campo del calzado. Éste es el caso, entre otros, del Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (CTCR), que promueve el Proyecto Disergo, cuyos objetivos incluyen la creación de un informe sobre los aspectos ergonómi- cos que afectan a un producto o familia de productos de la empresa participante por parte de un ergónomo. Lo que se completa con una actuación en materia de diseño sobre el producto o familia de productos objeto del estudio ergonómico, a partir de los datos del estudio ergonómico. Finalmente, se emite un certificado ergonómico por la Asociación Funcionalidad y confort térmico Son éstas dos condiciones ‘sine qua non’ del calzado moderno. La funcionalidad y el confort térmico se obtienen con soluciones cada vez más extendidas entre los fabricantes. ·Cierres de desprendimiento rápido Los nuevos diseños de cordajes incluyen un elemento novedoso, los ganchos especiales a los que va sujeto el cordón, que por un lado garantizan un cierre eficiente, y por otro per- miten desprender el calzado con un solo movimiento. Se trata de una comodidad adicional para el trabajador, pero también de una ventaja a la hora de atender accidentados. ·Membranas impermeables y transpirables El calzado debe proporcionar, además de una protección frente a impactos, aplastamientos o compresiones, resbalamientos, cargas electrostáticas, pinchazos, etc., una protección frente a las condiciones climáticas y las temperaturas de frío a las que son sometidos los pies, manteniéndolos secos y con una sensación térmica adecuada en todo momento. Impermeabilidad, transpirabilidad y aislamiento térmico son los tres requisitos que debe cumplir un calzado de protección si va a ser utilizado en condiciones climatológicas adver- sas. Los trabajos al aire libre, con tiempo lluvioso o frío, o bien trabajos en interior y exte- rior, donde el pie se somete a diferencias de temperatura, pueden producir incomodidad y molestias al trabajar debido a una mala evacuación de la transpiración y penetración de humedad, así como una temperatura no adecuada para el trabajador. Para conseguir el confort de los trabajadores en los pies es esencial la incorporación de membranas impermeables y transpirables. Con el uso de esta membrana se aseguran las tres condiciones fundamentales: la evacuación del sudor; la estanqueidad frente la entrada de agua, según norma EN ISO 20344; y por último, la simultánea obtención de la confortabili- dad térmica, aspecto tan necesario en las épocas de frío con temperaturas extremas.