3o Trimestre10 | LUCHA CONTRA EL FUEGO Especial Fuego PROTECCIÓN LABORAL 64 | 3oTrimestre10 Las manos del bombero, una ‘herramienta’ en primera línea de fuego El bombero se ve sometido a una situación estresante que le afecta de forma diversa. Diariamente, las manos, su principal herramienta de trabajo en el rápido auxilio de las víctimas, quedan expuestas a riesgos de diversa naturaleza. Desde el punto de vista del riesgo laboral, el bombero es como un trabajador industrial polivalente, por lo que no es exagerado afirmar que estos profesionales del riesgo ejecutan un trabajo que les expone a todos los peligros laborales conocidos. Y las manos, principal herramienta de trabajo del bombero, se encuentran en primera línea de fuego. Departamento de Marketing de Tomás Bodero S. A.* Descubrimos poco al decir que el riesgo típi- co del bombero es la quemadura. Sin embar- go, las manos, del bombero, su principal herramienta de trabajo, con la que interac- túa en el entorno caótico que es un sinies- tro, están sometidas a todo tipo de riesgos, en función de la actividad que se desarrolle en cada momento –y ya hemos dicho que son muchas las actividades. De forma resu- mida, estos riesgos son de origen térmico (calor, llama, deflagración), mecánico (cor- tes, laceraciones, desgarros, vibraciones), químico-biológico (quemaduras, dermatitis, alergias, contagios), eléctrico (quemadura- electrocución). La mayoría de accidentes afectan a las manos, pudiendo incapacitar para el trabajo de forma irreversible. Actividad multi-riesgo ·Riesgos mecánicos Una actividad polifacética ha de comportar poli-riesgos. Uno de los riesgos clásicos y omnipresentes para este colectivo son los de tipo mecánico. El uso de maquinaria y herramientas de trabajo es una fuente cons- tante de accidentes, causados en la mayoría de los casos por la falta de dispositivos de protección en los equipos, las distracciones y la utilización de los mismos sin observar las instrucciones de los fabricantes. Los prin- cipales riesgos generados por las máquinas son los cortes, atrapamientos, amputacio- nes, quemaduras y heridas causadas por pro- yecciones de fragmentos de materiales. En la excarcelación se emplean potentes medios mecánicos (herramientas eléctricas de corte, hidráulicas, corte con soplete) que permiten abrir los vehículos en tiempos récord, pero que representan un peligro intrínseco en sí mismos por su naturaleza, las condiciones en que se desarrolla el traba- jo y la rapidez con que se ejecutan todas estas actuaciones. Los riesgos más frecuen- tes son los cortes, aplastamiento, golpes, fracturas, laceraciones, abrasión o quemadu- ras. Por su parte, las herramientas electro- portátiles entrañan, entre otros riesgos, la posibilidad de provocar lesiones osteo-arti- culares y circulatorias (síndrome del dedo blanco) derivadas de las vibraciones que producen. ·Riesgos térmicos La intervención en un incendio conlleva los conocidos riesgos térmicos (calor radiante, materiales que han sufrido elevadas tempe- raturas, etc.). En el caso de los bomberos, este riesgo tiene dos vertientes: el calor externo y el calor metabólico. Sobre el pri- mero poco hay que decir. Todo incendio supone la combustión de materiales que liberan energía (calor) y cuya magnitud depende de la carga de fuego y otras varia- bles como la velocidad de combustión, el material, etc. En cuanto al calor metabólico, es el resultado de la actividad física humana. Con sólo movernos, consumimos energía, que se transforma parcialmente en calor (100-350 vatios con actividad moderada). Por resumir, el bombero lucha contra dos fuegos: el incendio propiamente dicho, y el calor que genera su metabolismo y que, agravado por las condiciones ambientales, pueden anular todo su potencial. Esto plan- tea serias exigencias, pues el bombero nece- sita un guante que proteja (contra las llamas, calor radiante, agua, vapor de agua, produc- tos químicos, etc.) sin entorpecer ni crear problemas añadidos. ·Riesgos químicos Suelen acompañar a los accidentes de vehícu- los de transporte de mercancías peligrosas, o las instalaciones químicas estables. En estos casos, el bombero debe protegerse –sin olvi- dar las manos- contra una extensísima lista de sustancias químicas susceptibles de provocar graves quemaduras y otras lesiones. En este epígrafe incluimos otras materias que entrañan un peligro, como sustancias biológicas varias, fluidos corporales o un ele- mento aparentemente inocuo como el agua, fundamental en la extinción. El bombero necesita guantes 100% estancos al agua para poder ejecutar su trabajo con eficacia y una razonable comodidad. ·Riesgos eléctricos Suponen un peligro en sí mismos, además 34