Protección auditiva PROTECCIÓN LABORAL 63 | 2oTrimestre10 134 Gaes, Centros Auditivos ¿La música es un riesgo para la salud? Los largos periodos de exposición a altos niveles de presión sonora durante los ensayos y actuaciones exponen a los músicos al riesgo de pérdida de audición. Diversas investigaciones coinciden en que alrededor de la mitad de los profesiona- les de este sector tienen algún grado de pérdida auditiva. Un estudio realizado por el Observatorio de Prevención Auditiva para Músicos (OPAM), organismo integrado por la Mutua Intercomarcal, Esmuc, Prevint y Gaes, ha concluido que sólo el 27 por ciento de los músicos emplea alguna protección para prevenir este tipo de lesiones. necesidades individuales es fundamental. Existen opciones específicas en función del tipo de instrumento, del género musi- cal, de la ejecución (solo o junto a una banda) e incluso para quienes se dedican a la docencia. Mery Reina Espitia aboga por el uso de pro- tectores con distintos niveles de filtros que atenúan de manera uniforme ó plana todos los sonidos, para que no interfieran en la percepción musical de los profesionales. De esta manera el músico puede escuchar las notas sin distorsión, al mismo tiempo que tiene sus oídos protegidos. Hay adaptaciones especiales de acuerdo con la tarea a desarrollar por cada músico. Para los que interpretan instrumentos electróni- cos, se recomiendan los moldes IN-EAR, pro- tectores a la medida de silicona blanda. Per- miten escuchar la música a menor intensidad en cualquier ambiente sonoro. Llevan jack de 3,5 mm y se pueden utilizar en ensayos y actuaciones en directo. Para los vocalistas y concertistas se diseñan los Micromonitores, que producen un monitoreo acústico dentro del oído sobre un amplio rango de frecuencias. Posibilitan monitorear instrumentos y mezclar de soni- dos manteniendo un volumen y un nivel moderado excluyendo los sonidos del ambiente y proporcionando hasta 25 dB de atenuación de fuentes de sonidos externas. Observatorio para músicos Los músicos sobrepasan los límites previstos en el Real Decreto 286 del 2006, que garan- tizan la salud auditiva en el trabajo. Gaes se ha interesado en firmar convenios con asociaciones de músicos de todo género que vienen a dar respuesta a la entrada en vigor de este RD 286/2006 “sobre la protec- ción de la salud y la seguridad de los trabaja- dores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido”. Esta normativa hace Desde Gaes, la responsable de preven- ción y protección auditiva de la com- pañía, Mery Reina Espitia, explica que la exposición a estos niveles sonoros produce una lesión de tipo neurosensorial, una agresión a nivel de la cóclea en las célu- las ciliadas del oído interno. “En fases avan- zadas, esta lesión, que es irreversible, afec- ta la comunicación verbal”. Mientras que otro tipo de alteraciones secundarias pue- den ser los Tinnitus, pitidos o zumbidos que se producen en el interior del oído; Diploacúsia, patología que afecta a la discri- minación de frecuencia y a la percepción del tono; e Hiperacúsia, aumento de la sen- sibilidad ante cualquier estímulo sonoro. Casi la mitad de las personas expuestas a niveles elevados de ruidos padecen estas lesiones, que comienzan con síntomas leves volviéndose cada vez más complejos. Como consecuencia de las lesiones auditi- vas, las frecuencias agudas son las primeras que se pierden, seguidas de las medias, que se ubican en la zona del lenguaje y que, cuando se dañan, comportan problemas de comprensión. Los sonidos a los que estamos expuestos en la vida cotidiana suelen oscilar entre los 0 y los 100 decibelios (dB), y rara vez alcanzan el umbral del dolor, que se ubica en los 120 dB. Algunos instrumentos musicales, como la batería, las percusiones, el xilófono y la marimba pueden alcanzar entre 100 y 110 dB y, en algunas ocasiones, incluso sobrepa- sar estos límites. ¿Cómo proteger el oído de los músicos? Actualmente, la única respuesta para tratar de atenuar estos efectos es la utilización de protectores auditivos a medida, con filtros que permiten una atenuación plana, esto es, disminuyen todas las frecuencias por igual. Estos protectores, distribuidos por Gaes, permiten que el sonido llegue al canal audi- tivo en su justa medida y posibilitan también la comunicación verbal. La adaptación de estos dispositivos a las