Confort térmico PROTECCIÓN LABORAL 63 | 2oTrimestre10 70 El calor, un riesgo laboral añadido al trabajo (I) Cualquier distorsión de los mecanismos fisiológicos de termólisis para mantener estable la temperatura corporal conduce al peligroso estrés térmico Nuestro cuerpo, que es homeotermo (temperatura estable), necesita un sistema de regulación para mantener la temperatura dentro de unos márgenes muy reducidos. La comodidad térmica (ISO 7730) se definiría como una ‘condición mental que expresa satisfacción’. Fisiológicamente, la comodidad obedece a la ecuación M – W ± R ± C ± RES – E = 0. Si el resultado de la ecuación no es igual a cero, nuestro cuer- po trabaja para cambiar el parámetro. La situación de no equilibrio se traduce en disconfort térmico. Todo fallo en la termo-regulación (o una insuficiencia de ésta por condiciones climáticas extremas) puede conducir a un accidente laboral o, incluso, la muerte por golpe de calor. El inicio de la temporada estival nos ha motivado a desarrollar este artículo, subrayando que, a los riesgos habituales de cada trabajo, cabe sumar uno estacional (calor), con mayor incidencia en ciertos sectores y actividades. ml de oxígeno por minuto crea una carga térmica de aproximadamente 100 W (vatios). El trabajo en estado estable con un consumo de oxígeno de 1 l/min genera aproximadamente 350 W de calor. Con una intensidad de trabajo leve o moderada, la temperatura interna del organismo aumenta- rá aproximadamente un grado centígrado cada 15 minutos si no existe un medio eficaz de disipar el calor. Además, el calor puede absorberse del medio ambiente por radia- ción y convección. La termo-regulación humana (derivada de nuestra condición homeoterma) es similar al control termostático de una vivienda con funciones tanto de calefacción como de refri- geración. Cuando la temperatura corporal sobrepasa una cierta temperatura teórica “de referencia”, se activan los agentes de la ter- mólisis (sudoración, aumento del flujo san- guíneo periférico). Sin embargo, a diferencia de los sistemas de calefacción y refrigeración domésticos, el sistema de regulación térmica del ser humano no funciona como un senci- llo sistema de encendido y apagado, sino que tiene también funciones de control gradual y control de la velocidad del cambio. Regulación térmica en ambientes calurosos El ser humano desprende calor al medio ambiente principalmente mediante una combinación de vasodilatación periférica y sudoración. La vasodilatación periférica es la encargada de transferir calor del interior del cuerpo a la periferia, mientras que la evapo- ración de sudor constituye un medio extre- madamente eficaz para enfriar la sangre antes de que regrese a los tejidos corporales profundos. ·Vasodilatación periférica Cuando la temperatura corporal aumenta, este mecanismo interno hace que los vasos Antes de analizar los mecanismos del calor (efectos y consecuencias, incluidas) reforzaremos la tesis de que el calor puede matar, y que poco pode- mos hacer contra un riesgo que desconoce- mos –o menospreciamos. El INSHT nos recuerda que “el estrés térmico por calor genera varios tipos de riesgos que pueden originar diversos daños a la salud. En algu- nas ocasiones estos riesgos pueden presen- tarse muy rápidamente, de repente, y tener desenlaces rápidos e irreversibles. La mayo- ría de las veces las causas del estrés térmico son fácilmente reconocibles y la posibili- dad de que se produzcan daños es igual- mente previsible. En otras circunstancias, en las que las condiciones ambientales no son extremas, el estrés térmico por calor puede pasar inadvertido y producir daños a los trabajadores”. El exceso de calor corporal puede provocar, según el INSHT, un aumento de la “probabi- lidad de que se produzcan accidentes de tra- bajo, se agraven dolencias previas (enferme- dades cardiovasculares, respiratorias, renales, cutáneas, diabetes, etc.), se produz- can las llamadas “enfermedades relaciona- das con el calor”. Seres homeo-termos El cuerpo humano tiene mecanismos fisioló- gicos de regulación homeo-térmica. Nuestra reacción a estímulos como el frío o el calor es una cuestión metabólica tendente al con- fort térmico. En climas cálidos, frente a una subida de la temperatura, nuestro cuerpo aumenta simultáneamente el flujo sanguí- neo hacia el exterior, produciendo la sudo- ración, que, idealmente, debe evaporarse, no sólo como sistema de refrigeración, sino para evitar la incomodidad. Si la regulación homeo-térmica no funciona, una persona puede sufrir incrementos de temperatura de 0,6o C por minuto, lo que provoca el temido golpe de calor, de efectos mortales si no se actúa con muchísima diligencia. De ahí la importancia de que las prendas nos permi- tan evacuar el sudor, que es nuestro sistema de refrigeración. La seguridad frente al calor depende de la temperatura ambiental, pero también de la corporal. De hecho, la principal fuente de calor para el organismo es, con diferencia, la producción de calor metabólico (M). Entre el 75 y el 80 % de la energía desarrollada con el trabajo muscular se libera en forma de calor. En reposo, una tasa metabólica de 300