2o Trimestre10 | LUCHA CONTRA EL FUEGO Bomberos: nada debe dejarse al azar Libertad de movimiento, confort, ergonomía, durabilidad, sencillez de uso y man- tenimiento de los equipos... Con no haber trabajo sencillo, el de los bomberos es de los más complejos y exigentes que conocemos. Por otra parte, cada día, deviene más técnico, con las implicaciones que esto tiene. Parafraseamos a una de las firmas invitadas de este monográfico, que dice: “el trabajo de los bomberos, al igual que el de otras profesiones como militares, poli- cías, etc., implica una relación constante con situaciones de riesgo, por ello es de vital necesidad para los mismos recurrir a medidas de protección para el desempe- ño de su trabajo”. Es evidente que se necesitan medidas de protección –como cita el párrafo precedente. Y habríamos de calificar dichas medidas como excepciona- les y taxativas... Dejar algo al azar es pedir segundas oportunidades en una mate- ria tajante y que no admite descuidos. Los aspectos críticos ya los hemos esbozado: conseguir la mejor protección sin disfuncio- nes... En el capítulo de ergonomía, no pode- mos olvidar el confort térmico, condición indispensable. La demanda del bombero Los bomberos quieren la máxima protec- ción posible usando EPI que sean conforta- bles. Son las mismas exigencias que para cualquier EPI llevadas al extremo, como corresponde a un trabajo también extremo. El deseo de los bomberos es contar con sis- temas extremadamente ligeros y conforta- bles, susceptibles de ofrecer una protección óptima y propiedades duraderas. Pero los mejores equipos tendrán una pres- tación reducida o nula si no están bien man- tenidos. Nuestros interlocutores coinciden en señalar que el del mantenimiento es un tema al que “no se le presta la suficiente importancia”. Y subrayan que “la utilización, el almacenamiento, el mantenimiento, la limpieza, la desinfección, cuando proceda, y la reparación de los EPI deberán efectuarse de acuerdo con las recomendaciones del fabricante”. Se impone el sentido común, y la acción pre- ventiva –que no reparadora: podemos dis- poner de un EPI de gran calidad, pero su efi- cacia frente al riesgo va a depender también del uso correcto y del adecuado manteni- miento, por ello resulta imprescindible tener muy presente este tema, que suele relegarse al olvido, en tanto no surgen los problemas. Hay que ser más rigurosos y pen- sar que, en la lucha contra el fuego, no suele haber segundas oportunidades. Por eso, nada debe dejarse al azar. A renglón seguido, las opiniones de una plé- yade de fabricantes de material de seguridad sobre el trabajo y la protección de los bom- beros (a partir de nuestro cuestionario). *Manuel Domene. Periodista. Conocemos la extinción de incendios, actuación más evidente de los bomberos, pero esta realidad nos hace olvidar su pre- sencia en accidentes de todo tipo, terrestres y acuáticos, así como servicios en instalacio- nes industriales, con riesgos químicos y eléctricos, también en catástrofes naturales, donde las operaciones de rescate forman parte destacada de su cometido. La protección El equipamiento de protección es vital y necesario pues, sin su concurso, el bombero no puede trabajar. Los aspectos críticos son el nivel de protección, junto con la ligereza y la comodidad. La selección del EPI debe estar de acuerdo con la evaluación de ries- gos que el responsable operativo determine para las tareas / actividades a desarrollar por el personal en la intervención. Una sobre- protección puede originar fatiga u obstaculi- zar la movilidad del bombero, impidiendo su eficacia y rendimiento o, incluso, ser causa de lesiones. Además de los adecuados niveles de protec- ción, los EPI deben estar ergonómicamente diseñados para no ser un freno a la movili- dad del usuario; en la medida de lo posible, han de ser confortables y disminuir al máxi- mo la sensación térmica. La reducción del denominado estrés térmico es, hoy por hoy, una asignatura que requiere de la máxima atención en el segmento de productos para la protección frente al fuego. 64