2oTrimestre10 | LUCHA CONTRA EL FUEGO 32 Proceso de Ignición Protector de nuca Elemento, relativamente reciente en el equi- po de protección, destinado a evitar quema- duras por radiación en zonas especialmente sensibles del rostro y cuello, quemaduras que suelen ser leves, pero lo suficientemen- te frecuentes como para requerir la adop- ción de medidas de protección. Está compuesto por una pieza de tejido igní- fugo de las mismas características que el empleado en la confección de la camisa, que se acopla al arnés del casco y cubre la parte posterior del cuello y la cara, dejando libre la zona ocular. Para ello dispone de un cierre anterior con velcro -también ignífugo- que permite un correcto ajuste facial. Aunque el protector proporcione un cierto grado de filtración del aire inspirado, en ningún momento debe considerarse como posible sustitución de la mascarilla. Botas La calidad de la denominada “bota de extin- ción” adquiere una especial relevancia si consideramos que debe reunir propiedades que no sólo resultan difíciles de conjugar, sino que podríamos llegar a calificar como contradictorias. Por una parte deben pro- porcionar al combatiente un alto grado de protección frente al calor, ya que resultará habitual transitar o permanecer sobre terre- no que acaba de ser recorrido por las llamas, e incluso sobre vegetación en combustión. Pero al mismo tiempo las peculiaridades de las tareas de lucha contra incendios requie- ren un tipo de calzado que permita la reali- zación de largos trayectos caminando sobre terrenos abruptos, cubierto de vegetación o de piedras de escasa adherencia, sin olvidar la siempre presente posibilidad de tener que efectuar rápidas retiradas de la zona de actuación. Los modelos que se emplean actualmente podrían clasificarse casi en su totalidad como reinterpretaciones del calzado de tipo militar, esto es, botas de media caña y suela antideslizante, pero con algunas característi- cas propias. Entre ellas podemos destacar las siguientes: El cuerpo de la bota estará formado por cuero de vacuno de espesor superior a 2 mm., con tratamiento hidrófugo (no pode- mos olvidar que la generalización del apoyo aéreo en la extinción supone una exposi- ción permanente al agua). El cuero no debe- rá estar impermeabilizado, ya que ha de mantener su transpirabilidad. Ajuste por cordones resistentes a altas tem- peraturas, con ojetes metálicos en el cuerpo de la bota. El cierre frontal será por cartera, nunca por lengüeta. Es muy aconsejable que los tobillos y el borde superior de la caña cuenten con un almohadillado con espuma de látex. La bota deberá estar forrada con tejido o fieltro al menos en la parte de la caña y el empeine. La suela deberá estar confeccionada con caucho o nitrilo resistente a la abrasión. Contará con resaltes prismáticos de profun- didad superior a 5 mm., y se unirá al cuerpo de la bota con doble cosido Goodyear o Welt de hilo ignífugo, y doble puntada en zonas de riesgo (puntera y tacón). El piso debe incorporar una plantilla de aislamiento térmico de al menos 3 mm de espesor, incorporando materiales aislantes como cor- cho, fieltro, caucho o aluminio. El ensayo que debe superar para su certificación como EPI de categoría II es el de la norma EN 347 (calzado de protección), y el cumplimiento de las siguientes propiedades adicionales: - HI. Aislamiento al calor radiante - WRU. Penetración y absorción de agua - E. Absorción de energía en el tacón - HRO. Aislamiento al calor por contacto - P. Protección de la suela - FO. Resistencia a hidrocarburos Guantes Constituyen la protección de las manos fren- te a riesgos mecánicos y térmicos. Deben proteger los dedos individualmente para permitir una cierta facilidad de manipula- ción de objetos. No deben emplearse, por tanto, ningún tipo de manoplas o mitones. El material será cuero, serraje o piel flor, de suficiente flexibilidad. Protegerán al menos un tercio del antebrazo, poseyendo algún tipo de ajuste a la muñeca por elástico o punteado de reducción. Al mismo tiempo, interesa que cuenten con algún tipo de cie- rre -velcro, cinta, etc- que ajuste el borde superior del manguito al antebrazo. Resulta también aconsejable la existencia de zonas almohadilladas en el dorso de la mano, pre- ferentemente en la zona de los nudillos. Las costuras estarán realizadas con hilo de alta resistencia, y doble puntada en las zonas de mayor esfuerzo, principalmente canto de la mano e inserción del pulgar. Los guantes deben contar con algún tipo de enganche de tipo mosquetón-anilla para permitir su unión y transporte. El peso del conjunto no debe superar los 250 gramos. Los ensayos a superar para su certificación dentro del grupo de EPI de la categoría II son EN 420 (guantes de protección), EN 388 (ries- gos mecánicos) y EN 407 (riesgos térmicos).